PONENCIA DEL REVERENDO PADRE CARLOS PÉREZ TORO, SACERDOTE CATÓLICO ...
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1 comentario:
Francamente me parece que los argumentos aquí expuestos por el reverendo Pérez no son intelectualmente sustentables y hasta cierto sentido peligrosos. La Iglesia tiene derecho de tener sus reservas ante legislaciones que entienda atenten en contra de los valores que se profesan dentro de sus creencias pero alegar que permitir las uniones de hecho, sea para uniones de mismo sexo o uniones heterosexuales comprometidas fuera del matrimonio, implica necesariamente una decisión legislativa, y según el escrito una decisión moral, en cuanto a conducta sexual es un tanto contradictorio puesto que lo que se defiende aquí es una ideología heterosexual católica que condena cualquier otra conducta humana. Si bien establece que la homosexualidad es una conducta humana con precedentes históricos el abogar por un código legal que niegue esa preferencia es ineludiblemente una condena explícita a un comportamiento humano sexual no violento ni trasgresivo para la dignidad individual humana fuera de las creencias religiosas. Me parece que en este escrito se pasa por alto las realidades de muchas familias donde no existe una unión matrimonial, como por ejemplo, las madres y padres solteros que no obstante siguen siendo un núcleo familiar. También parece obviar la separación de ley y estado tan crucial para la democracia. Una cosa es el matrimonio como sacramento católico y otra el matrimonio civil, en este texto parecen ser intercambiables.
Las consecuencias de este tipo de difuminación de barreras son preocupantes ya que se supondría una ideología católica a la base de toda decisión legislativa lo cual excluye automáticamente distintos sectores de la población.
Si hay religiones que condenan el consumo del café, no por ello se debería de prohibir para quienes no pertenecen a esa determinada creencia. A mi entender Puerto Rico todavía no tiene un gobierno teológico sino democrático que se supone que vele por los derechos de los ciudadanos que cumplan con sus deberes.
Como expresé, la Iglesia tiene derecho de repudiar determinadas leyes pero al hacerlo debe de tener argumentos más sólidos y menos reductivistas.
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