En casi todos los casos alegan que se han quedado sin
empleo y no pueden pagarla.
La crisis
económica ha hecho que se haya disparado la cifra de solicitudes de
modificación de las condiciones de las pensiones que tiene que pagar un cónyuge
a otro después de haberse establecido un dictamen de divorcio.
Así, en Almería,
si en 2006 fueron 100 las solicitudes de modificación, el año pasado se
registraron 279.
Estos datos han
sido dados a conocer esta mañana por el despacho de abogados
Martínez-Echevarría, que acaba de elaborar el Barómetro Jurídico sobre
Separaciones, Divorcios y Nulidades Matrimoniales 2000-2012; a partir de datos
del Consejo General del Poder Judicial, el Instituto Nacional de Estadística y
el Instituto Andaluz de Estadística.
Agustín
Azparren es su responsable del Departamento Internacional y experto en
mediación, y especifica que en casi todos los casos el objetivo de la solicitud
de modificación es pedir una reducción de la pensión por el empeoramiento de
las condiciones económicas del cónyuge que la paga.
La mitad del dinero
“Tenemos que
tener en cuenta que estamos hablando de sueldos que eran de, por ejemplo, 2.000
euros, cuando se determinó la pensión que había de pasar; y que si esa persona
se ha quedado en el paro, pues cobra el subsidio por desempleo. En
consecuencia, la disminución de sus ingresos se aplicará en una proporción
similar a la pensión que ha de pasar a su cónyuge”.
Otra cosa es que esa razón
sea aceptada por la parte que recibe esa compensación económica, ya que, tal y
como afirma otro miembro del despacho de abogados, “lo más habitual es que le
de una respuesta del estilo: reduce otros gastos porque tu hijo ha de seguir
comiendo y vistiéndose igual que antes”.
De hecho, el
79% de las modificaciones registradas en Almería en el año 2006 no fueron
consensuadas entre las 2 partes, mientras que en el 21% de los casos los 2
cónyuges estuvieron de acuerdo.
Una proporción que, desde entonces, ha ido
inclinándose hacia el desacuerdo; de forma que el año pasado no hubo consenso
en el 84,6% de los casos.
Condenados a vivir juntos
Si en el año
2006 se registraron en Almería 1.823 divorcios (la cifra más alta desde el año
2000) y 165 separaciones, el año pasado hubo 1.628 divorcios y 66 separaciones.
Una reducción que se debe, principalmente, a que “los matrimonios no pueden
afrontar los gastos que supone el proceso, sobre todo si es no consensuado. Y
todavía se hace menos asumible el aumento que supondría tener que pagar una
nueva vivienda, o un nuevo coche, o tener que pasar una pensión mensual a un
hijo o un cónyuge”.
Un motivo
económico que también se aprecia a la hora de comprobar el grado de acuerdo que
se produce entre los cónyuges cuando deciden poner fin a su matrimonio y
hacerlo en unas determinadas condiciones. Así, en el año 2009, el consenso de
produjo en la mitad de los casos de divorcios y separaciones registrados en
Almería, mientras que el año pasado supuso el 55% de los casos.
Sobre este
aspecto, Agustín Azparren señala que “se está creando una tendencia hacia el
consenso, tanto si es resultado de un acuerdo al que han llegado los cónyuges
por sí mismos, como si se produce a través de la mediación, instrumento que
apoyamos ya que suaviza los costes y es un procedimiento muy adecuado y
beneficioso para ambos cónyuges, y sobre todo para los menores, en los caso de
matrimonios con hijos”.
En ese sentido, los divorcios por mutuo acuerdo están
exentos del pago de las tasas judiciales, frente a los 150 euros de coste de
los procesos no consensuados