Por Andrea Padilla - Los Tiempos - 12/07/2013
MIS PAPÁS SE DIVORCIARON ¿Y AHORA QUÉ? -
Cuando
el matrimonio atraviesa un periodo de crisis, y las peleas y
discusiones se hacen constantes en el hogar, puede producirse un
divorcio. En ese momento, la inestabilidad del hogar llega a afectar a
todos sus miembros inevitablemente, siendo los hijos los que sufren más.
Cuando la situación termina en divorcio, es importante expresarse y
comunicar los sentimientos por los que atravesamos, para superar la
ruptura de manera que se eviten daños que puedan perdurar a futuro.Indudablemente, cuando ocurre la separación de los padres y posteriormente el divorcio, es un evento que puede marcarte para toda la vida. Para que la situación tenga menor impacto negativo en los hijos va a depender cómo los padres manejen la ruptura.
Está en ellos la responsabilidad de evitar el sufrimiento de los hijos, hablando con ellos y haciéndoles comprender que no son la causa ni que serán menos amados por ello.
LO PRIMERO
Para la psicóloga clínica, Consuelo Aranda, es completamente normal que los “teens” que atraviesan por esta etapa pasen por un torbellino de sentimientos: “Los sentimientos varía de una persona a otra, pero normalmente los chicos experimentan periodos de angustia, enojo, culpabilidad de poder ser la causa, decepción, confusión, miedo al abandono, inseguridad pero sobre todo temor, incertidumbre de no saber que es lo que pasará luego y cómo cambiará su vida”.
El tiempo de duración de estos sentimientos, y su intensidad va a depender de cómo hemos aprendido a sobrellevar los problemas, la autoestima, nuestras habilidades sociales desarrolladas y especialmente la capacidad de comunicarnos. Este último cobra vital importancia ya que si no podemos expresar nuestras dudas y miedos, principalmente a nuestros padres, el proceso puede llegar a ser más doloroso y solitario.
¿MAMÁ O PAPÁ?
Ante el inminente divorcio, las cosas no serán las mismas. La estructura de tu hogar como lo conociste hasta entonces, cambiará. En este momento, los padres son los que tienen toda la responsabilidad de evitar que estos cambios afecten de manera negativa.
Aranda explica: “los efectos son situacionales, depende de cómo los padres han llevado la ruptura. Son ellos los que tienen que hablar con los hijos, explicarles lo que ocurre, tratar de verlo como algo positivo ya que no habrá más peleas y que aunque dejen de ser pareja no dejarán de ser sus padres”.
También, añade la importancia de evitar caer en la situación de competencia, chantajear a los hijos con cosas materiales para que escojan a uno sobre otro; involucrarlos en sus peleas, como mensajeros o contarles lo que le ha hecho el padre para herir a la madre y viceversa, para que escojan un lado y se decepcionen del otro progenitor. Este tipo de situaciones lo único que conseguirá será agudizar el dolor de los hijos, colocarlos entre la espada y la pared con conflictos de lealtad, ya que siempre querrán probar su amor incondicional.
ESCAPE
Nada más doloroso que estar obligado a escoger entre una de las 2 personas que más aman y necesitan, para no perder a la otra. La cuestión se complica aún más cuando uno de los padres ha iniciado una nueva relación con otra persona. En este punto el mundo se puede venir abajo, y buscar un escape para evadir la realidad, puede parecer la salida. “En situaciones de riesgo como el divorcio, se puede caer en las drogas, alcohol o relaciones sexuales prematuras, bajón de notas o aplazos, situaciones de pandillas, para escapar a ese miedo de la desestructuración de la familia, incluso el hijo puede llegar a sacrificarse, por ejemplo lastimarse, para llamar la atención de los padres, que muchas veces están embebidos en sus propios problemas que no advierten la necesidad de sus hijos de seguridad y protección”, afirma la psicóloga al exponer los peligros en que pueden caer los hijos si no se lleva una buena relación de comunicación con ambos padres.
A FUTURO
Una de las consecuencias puede darse a futuro en los hijos, involucra el relacionamiento de pareja. La mayoría de los chicos que han experimentado un doloroso proceso de divorcio de los padres, a futuro, pueden ser desconfiados, perder la capacidad de mantener una relación estable o duradera, dificultades para expresar sus sentimientos o tener un bajo nivel de compromiso. Claro que esto no es general, siempre dependerá de cada caso; cómo se manejó el problema y la misma personalidad de la persona, ya que algunos son más vulnerables que otros.
Si te encuentras atravesando por esta situación, es importante saber que puedes buscar ayuda. Acudir a los padres, algún familiar cercano o amigo que haya atravesado por lo mismo y al psicólogo para superar este periodo.
No abandones tu rutina, ni te aísles, practica deporte y establece lugares de distracción; pero sobre todo exprésate, comunica a tus padres tus propias necesidades para ser feliz.