El 53% de las mujeres que encabezan familias monoparentales se encuentra desempleada, frente al 22% general.
La tasa de riesgo de pobreza alcanza el 22,1% y se incrementa hasta el 28,8% entre los menores de 16 años.
Los hogares
“monomarentales” están especialmente expuestos a la misma.
7 de cada 10 lleva más de 1 año sin trabajo y un 18%
está en búsqueda de su 1º empleo.
Un 40% comparte vivienda con sus padres u otros familiares/cercanos ante la
imposibilidad de hacer frente al pago del alquiler o hipoteca.
“Save the children” alerta de que el 65% de estas mujeres encuentra
dificultades para llegar a fin de mes. De hecho, 4 de cada 10 no dispone de
ingresos suficientes para hacer frente a los gastos propios del hogar.
El perfil de la mujer al frente de una familia monoparental es el de una
madre entre 36 y 45 años, divorciada, con un solo hijo, estudios secundarios y
que comparte vivienda como medida de ahorro.
El 63% de las mujeres con empleo encuentra dificultades para compatibilizar
su faceta profesional con la familiar, demandando más medidas de conciliación.
Los hogares monoparentales en España continúan incrementándose. El año pasado
lo hicieron en un 8,1%, según el INE, hasta alcanzar los 1.897.500, de los
cuales un 81,3% están encabezados por la figura materna.
En tiempos de recuperación económica, estas familias
encuentran más dificultades para acceder al mercado laboral, hacer frente al
pago de la vivienda y otros gastos fundamentales. Así, “Save the children”
alerta de que el 65% de estas mujeres encuentra dificultades para llegar a fin
de mes. De hecho, 4 de cada 10 no dispone de ingresos suficientes para hacer
frente a los gastos propios del hogar y 3 de cada 10 ha dejado de comprar
medicinas y otros productos fundamentales por problemas económicos.
De cara a analizar con más en detalle la situación de
este sector de la población, la Fundación Adecco presenta el V Informe
#MonoMarentalidad y Empleo, que basa sus conclusiones en una encuesta a 500
mujeres en esta situación.
Riesgo de pobreza en los hogares “monomarentales”
La tasa de personas en riesgo de pobreza continúa en
máximos históricos, con un índice del 22,1%, un 0,1% menos que el año anterior.
Esta cifra se eleva hasta el 28,8% entre los menores de 16 años.
Por Comunidades Autónomas son Andalucía y Murcia las más
afectadas, con una tasa del 35,7% y el 31,8%, respectivamente. Por otra parte,
Navarra (9,6%) y País Vasco (10,6%) son las regiones con menor incidencia de
pobreza.
Encuesta de Condiciones de Vida (Fuente: INE)
Uno de los indicadores que se emplea para calcular esta
tasa es los ingresos: percibir menos de 7.961 euros en hogares unipersonales o
menos de 16.791 en unidades compuestas por una pareja y 2 niños, se
consideraría por debajo del umbral de la pobreza. Los hogares monoparentales
están especialmente expuestos a esta situación que, como hemos señalado, sufren
casi 3 de cada 10 menores de 16 años.
Según Francisco Mesonero, director general de Adecco:
“estimular el empleo de las mujeres al frente de una familia monoparental no
sólo les beneficia a ellas como profesionales, sino al conjunto de la sociedad,
pues además de avanzar hacia la inclusión, se apoya a un grupo tan vulnerable
como es la infancia, que representa el futuro de nuestro país: los hijos de
estas familias corren un riesgo mucho mayor de sufrir pobreza que sus
coetáneos, con lo que básicos como la educación o su salud se ven seriamente
comprometidos. Ello puede conducirles, a su vez, a una futura exclusión
laboral”.
La presente encuesta ha profundizado en la situación
económica de los hogares monoparentales encabezados por una mujer,
obteniéndose, en efecto, una conclusión: casi la mitad (47%) dispone de menos
de 600 € al mes para sacar adelante a los suyos.
El empleo se convierte en la variable determinante para
superar el riesgo de pobreza o exclusión, y las cifras lo avalan: el porcentaje
de mujeres que dispone de menos de 600 euros al mes se eleva al 67% cuando
están desempleadas y cae hasta el 35% cuando tienen empleo.
Un 53% de las mujeres que encabezan familias
monoparentales, en paro
El desempleo afecta con mayor intensidad a las mujeres al
frente de una familia monoparental. Si el 22% de las mujeres se encuentra
desempleada, la cifra se eleva hasta el 53% en el caso de las que encabezan una
familia monoparental. Según Francisco Mesonero, director general de la
Fundación Adecco: “encuentran dificultades para acceder a un empleo que se
adapte a sus necesidades familiares y tienen que hacer frente a prejuicios y estereotipos
relacionados con su menor compromiso, por el hecho de ser madres solas. Sin
embargo, y precisamente por esta razón, su motivación y esfuerzo acostumbran a
ser dobles, pues necesitan trabajar para sacar adelante a los suyos y por eso
mismo no fallan”.
Además, es destacable que 7 de cada 10 lleva más de un
año sin trabajo y un 18% está en búsqueda de su 1º empleo.
Radiografía de la mujer al frente de una familia
monoparental
La Fundación Adecco atiende a mujeres que tienen
responsabilidades familiares no compartidas, cuyo perfil, recogido a través de
datos de esta encuesta, ha sido el de una mujer entre 36 y 45 años, divorciada,
con un hijo, estudios secundarios y que comparte vivienda como medida de ahorro
(mientras un 60% vive sola con sus hijos, 4 de cada 10 convive con otras
personas; un 60% con sus progenitores y/o otros familiares, un 30% con amigos u
otros y un 10% con otras familias en esta situación.
Más medidas de conciliación
Encontrar una jornada que se adapte a las circunstancias
personales no siempre resulta sencillo para las mujeres con responsabilidades
familiares no compartidas. Muchas de ellas necesitan trabajar a tiempo parcial
para poder compatibilizar su empleo con la maternidad, pues el pago de
guarderías/cuidadores no queda cubierto con el salario que reciben. En otras
ocasiones, buscan trabajar a tiempo completo pues cuentan con apoyo familiar
para el cuidado de sus hijos, pero no consiguen un contrato que cubra esta
necesidad.
En este sentido, un 65% encuentra dificultades para
compaginar su faceta profesional con el cuidado de los suyos, demandando más
medidas de conciliación.
El siguiente gráfico clasifica las diferentes prácticas
de conciliación que permiten las empresas en las que trabajan las encuestadas
con empleo. Como se aprecia, todas ellas tienen una incidencia inferior al 50%,
excepto la posibilidad de abandonar el trabajo ante emergencia familiar (55%).
El teletrabajo, por su parte, continúa teniendo una nula implantación.