La madre de presunta hija ilegítima de Alberto II pide respeto para ellas.
Bruselas, 22 junio 2013 (EFE).-
Sybille
de Selys Longchamps, la madre de la presunta hija ilegítima de Alberto
II, Delphine Boël, ha pedido respeto y el fin de la discriminación
contra ella, en una entrevista publicada hoy por el diario Le Soir, que
también revela detalles de su relación de 10 años con el entonces
príncipe heredero belga.
La baronesa Sybille de
Selys-Longchamps, que comenzó una relación amorosa con el príncipe de
Lieja en 1967, estando ambos casados, señala al diario que su vida
cambió y se vio relegada al ostracismo cuando en 1999 se hizo pública la
existencia de su hija a raíz de la publicación de una biografía no
autorizada de la reina Paola.
"Mi prioridad siempre
ha sido mi hija. El rey no se da cuenta de la discriminación que sufre
Delphine. Por eso reacciono hoy. Están también los 2 hijos de
Delphine, que son también nietos de Alberto", dijo a Le Soir.
La
mujer también detalla en esa entrevista que Alberto de Bélgica estuvo a
punto de divorciarse de la princesa Paola en aquellos años y que el rey
Balduino estaba al corriente de esa separación.
"Fueron
10 años de estrés. No sabía cómo gestionarlo con mi hija. Era
difícil, sus amigas venían a casa y decían que habían visto al príncipe
Alberto. Pensé que no tenía otra opción y que me quería ir de Bélgica.
Hablé con Alberto, sin pedirle nada", explica la madre de Délphine Boël
al diario.
Agrega en la entrevista que el príncipe
Alberto "reaccionó diciendo que pediría el divorcio también. Y todo
comenzó. Hubo abogados y reuniones muy serias durante 3 meses a fines
de 1976... El rey Balduino terminó por estar de acuerdo con el divorcio
de su hermano. El Gobierno dio también su acuerdo".
"Pese
a sus convicciones dio su acuerdo y designó a 3 personas para
preparar el divorcio", señaló Selys, que indicó que Balduino habló con
el entonces 1º ministro belga, Leo Tindemans, y que una de las
preocupaciones del gobierno era cómo anunciar ese divorcio y asegurar la
sucesión de la corona.
Explica también al diario
que el divorcio no se realizó por la dureza de las condiciones del
divorcio de Alberto de Bélgica, lo que le hizo pensar en la dificultad
de la relación por venir, por lo que decidió romper las negociaciones y
anunciar que se marchaba a Inglaterra.
Alberto
"estuvo muy mal. Me siguió a Inglaterra y me visitaba con regularidad,
Teníamos una línea telefónica especial y nos seguimos viendo en
Inglaterra y en Bélgica", hasta que se rompió la relación y la baronesa
se casó de nuevo en 1982.
Boël se presentó la semana
pasada ante un tribunal de Bruselas para defender la petición de
reconocimiento paterno, en la que incluye al príncipe Felipe y a su
hermana Astrid, ante la práctica imposibilidad de que el jefe de Estado
pueda ser citado por la Justicia.
La solicitud de comparecencia de Alberto II y 2 de sus hijos fue confirmada por fuentes de Palacio a la agencia Belga.
Alberto
II nunca ha admitido oficialmente que la mujer sea su hija, pero
reconoció implícitamente su paternidad durante un discurso de Navidad en
el que abordó la "crisis" que sufrió su relación con la reina, con
quien se casó en 1959.
Su ex-amante señaló al diario
belga que posee correspondencia en la que Alberto II expresa el "amor
que siente por su hija", a quien hasta el año 2000 hizo regalos de
Navidad.
Delphine Boël publicó en 2008 una
autobiografía titulada "Delphine. Cortar el cordón umbilical", en la que
indaga en la relación entre sus padres y explica que a los 18 años su
madre le confesó que su padre era el entonces príncipe heredero.