Se emitió antes de que fueran a España a veranear con su madre y de su última denuncia.
Pablo Herraiz & Quico Alsedo, Madrid, 5.08.19
«La conducta de la señora Rivas es gravemente perjudicial por reiterarse en denunciar malos tratos, la total negación de que esas denuncias causan sufrimiento a sus hijos y la incapacidad de salir del rol de víctima de violencia, que impide que se cuestionen los efectos que sus actos tienen hacia sus hijos».
Los servicios sociopsicopedagógicos italianos consideran a la madre granadina como la causante de los problemas psicológicos de sus hijos por culpa de sus denuncias constantes al padre, Francesco Arcuri. Ahora que se acerca el final de su veraneo con los niños, que debe devolver al padre el día 14, la última denuncia puesta la pasada semana refería 2 supuestos episodios del 14 de mayo y el 6 de junio pasados. Precisamente el 13 de mayo, Juana llevó a los niños a un médico en Carloforte (Italia) para denunciar malos tratos por parte de Arcuri. Y en su última denuncia relataba que, «preocupada por la sintomatología que presentan sus hijos, acudió el 19 de junio al centro de salud de Maracena (Granada), localidad en la que reside, donde fueron atendidos y derivados a la unidad de Salud Mental. La situación de vulnerabilidad y riesgo para la integridad física y psicológica de los menores se ha plasmado en el informe emitido por la psicóloga coordinadora de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Atarfe».
Los partes de los niños de ese 13 de mayo, a los que ha tenido acceso EL MUNDO, hablan de «sospechas de maltrato» en el apartado del «diagnóstico de ingreso». Pero el informe posterior emitido por los servicios sociopsicopedagógicos de Carloforte insiste en que no hay indicios de malos tratos del padre a los niños ni los ha habido las otras 8 veces que Juana los ha denunciado.
Ante el posible archivo de su última denuncia, que se confirmó este sábado, Rivas optó por otra vía para que sus hijos no regresen a Italia, que es la «carta abierta» que firmó el pasado viernes, en la que pide «a los poderes públicos» que sus hijos se queden bajo la custodia de quien sea, menos de su progenitor.
Ella refiere que los niños le «dicen que su padre les golpea físicamente, les escupe en la cara, les amenaza de muerte, los insulta a voces que no soportan más, al pequeño lo lanza contra los muebles y la pared diciéndole 'esto es por tu madre'».
Juana asegura que su hijo mayor «se despierta por las noches gritando y me dice que tiene miedo de dejar de respirar y morir a manos de su padre, de que está vez le corte los dedos como ya le amenazó».
Del pequeño, refiere que le dice: «Mamá, cuando yo muera, cuando me lleven contigo, después tú me revives».
Precisamente a aquellos informes de Carloforte de las «sospechas de maltrato» se refiere Rivas para pedir en su carta la urgencia de que las instituciones la escuchen y se queden a los niños. Sin embargo, nada más lejos de lo que opinan los equipos sociopsicopedagógicos italianos. En el informe enviado a la Fiscalía de Menores de Cagliari antes de que los niños vinieran a España, los especialistas, aparte de considerarla «perjudicial» para sus hijos por sus denuncias reiteradas, dicen que «tal comportamiento continúa minando la serenidad de los menores y genera dificultad en el comportamiento afectivo y la confianza con el padre».
"MALESTAR PSICOLÓGICO"
Añaden que «las denuncias de la señora sobre el abuso infantil de su padre nunca han sido confirmadas». Aseguran también que el hijo mayor «manifiesta una importante fragilidad psicológica, por lo que está recibiendo psicoterapia individual», mientras que el pequeño ya «muestra señales de un comportamiento que merece ser atentamente monitorizado porque puede ser el inicio de manifestar un malestar psicológico».
Dicen que «es necesario, para una mayor protección de los menores, que las visitas entre la madre y los niños tengan lugar de forma protegida y que la madre responda a la solicitud de iniciar psicoterapia».
Ese informe se emitió poco antes de que los niños vinieran a España a pasar el verano con Juana, puesto que el padre tiene su custodia.
Precisamente a aquellos informes de Carloforte de las «sospechas de maltrato» se refiere Rivas para pedir en su carta la urgencia de que las instituciones la escuchen y se queden a los niños. Sin embargo, nada más lejos de lo que opinan los equipos sociopsicopedagógicos italianos. En el informe enviado a la Fiscalía de Menores de Cagliari antes de que los niños vinieran a España, los especialistas, aparte de considerarla «perjudicial» para sus hijos por sus denuncias reiteradas, dicen que «tal comportamiento continúa minando la serenidad de los menores y genera dificultad en el comportamiento afectivo y la confianza con el padre».
"MALESTAR PSICOLÓGICO"
Añaden que «las denuncias de la señora sobre el abuso infantil de su padre nunca han sido confirmadas». Aseguran también que el hijo mayor «manifiesta una importante fragilidad psicológica, por lo que está recibiendo psicoterapia individual», mientras que el pequeño ya «muestra señales de un comportamiento que merece ser atentamente monitorizado porque puede ser el inicio de manifestar un malestar psicológico».
Dicen que «es necesario, para una mayor protección de los menores, que las visitas entre la madre y los niños tengan lugar de forma protegida y que la madre responda a la solicitud de iniciar psicoterapia».
Ese informe se emitió poco antes de que los niños vinieran a España a pasar el verano con Juana, puesto que el padre tiene su custodia.
El documento ya ponía de manifiesto la «necesidad de adoptar medidas urgentes para evitar la reiteración del comportamiento antes mencio-nado y el consiguiente incremento del malestar de los niños» durante sus vacaciones. Los médicos opinan que Juana instrumentaliza a sus hijos y les manipula psicológicamente para que digan que su padre les pega, cuando esto nunca se demuestra. Aseguran que los educadores, trabajadores sociales y médicos monitorizan constantemente a los niños y nunca han confirmado esos malos tratos.
Dicen también que tanta denuncia está «causando una enorme dificultad al señor Arcuri en la relación con sus hijos», porque teme siempre el riesgo de que cualquier palabra o acto se pueda utilizar contra él, por lo que ha llegado al punto de «sentir la necesidad» de grabar las conversaciones con sus hijos.
Eso hace que haya grabaciones en las que los niños manifiestan que es Juana la que les dice que tienen que declarar que su padre les pega. En su «carta abierta», es ella la que asegura que esas grabaciones «son manipuladas» y obligadas por el padre. Rivas dice que la casa del padre «es un lugar de tortura» para sus hijos, y que por eso renuncia a ellos para que «los poderes públicos les protejan». El abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, decía la pasada semana que sólo espera que la madre entregue a sus hijos en la fecha fijada.
Dicen también que tanta denuncia está «causando una enorme dificultad al señor Arcuri en la relación con sus hijos», porque teme siempre el riesgo de que cualquier palabra o acto se pueda utilizar contra él, por lo que ha llegado al punto de «sentir la necesidad» de grabar las conversaciones con sus hijos.
Eso hace que haya grabaciones en las que los niños manifiestan que es Juana la que les dice que tienen que declarar que su padre les pega. En su «carta abierta», es ella la que asegura que esas grabaciones «son manipuladas» y obligadas por el padre. Rivas dice que la casa del padre «es un lugar de tortura» para sus hijos, y que por eso renuncia a ellos para que «los poderes públicos les protejan». El abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, decía la pasada semana que sólo espera que la madre entregue a sus hijos en la fecha fijada.