El Dr. Carlos Cuadrado Gómez‑Serranillos explica la manipulación narcisista en custodias y divorcios.
Redacción, 16 septiembre 2025.
En España, los procesos de divorcio y custodia llevan años multiplicándose y haciéndose más complejos. Entre los factores que más dificultan la labor de jueces y psicólogos forenses está el narcisismo, un rasgo de personalidad que convierte el conflicto familiar en un auténtico escenario de manipulación. Las estadísticas demuestran que las parejas que presentan rasgos de la denominada triada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) son proclives a mentir y utilizar a sus hijos para atacar al otro progenitor; en un estudio con más de 1 300 padres divorciados, los autores comprobaron que quienes estaban dispuestos a mentir en procesos de custodia obtenían puntuaciones significativamente más altas en dichas dimensiones, y que el alto narcisismo se relaciona con conflictos sobre el régimen de visitas y la custodia de los hijos tras el divorcio.
Frente a esta realidad, el Dr. Carlos Cuadrado Gómez‑Serranillos se ha consolidado como el mejor perfilador forense de nuestro país en casos de parejas narcisistas y violencia psicológica.
A su lado trabaja la psicóloga forense Polina Poloziuk, especialista en análisis de personalidad y dinámica familiar. Juntos forman un equipo capaz de desenmascarar las estrategias de manipulación que se desarrollan en los juzgados de familia.
Narcisismo y divorcios: cuando la custodia se vuelve un trofeo
Los abogados especializados en familia advierten que los pleitos de custodia se vuelven “tóxicos” cuando uno de los progenitores muestra rasgos narcisistas. Los padres narcisistas utilizan la custodia como una extensión de su necesidad de control y pueden llegar a ver a sus hijos como un “premio” en lugar de una responsabilidad. En sus estrategias suelen aparecer comportamientos como el gaslighting, las acusaciones falsas y la alienación parental, así como el uso de litigios interminables y retrasos procesales para desgastar al otro progenitor. Estas tácticas no solo asfixian al adulto que se enfrenta al narcisista, sino que convierten al menor en una pieza de un ajedrez que busca castigar y humillar al otro.
La psicóloga forense Polina Poloziuk explica que los narcisistas poseen la habilidad de modular su discurso para aparecer como víctimas, ocultando el daño que ocasionan. “En los informes periciales observamos patrones repetitivos: denuncias instrumentales sin base real, obstáculos deliberados al régimen de visitas, descalificación constante del otro progenitor y victimización pública”, apunta la especialista. Las descripciones coinciden con lo que recogía el portal Psicología Legal y Forense: los narcisistas muestran elevados niveles de conflictividad interpersonal, mantienen un control férreo sobre sus parejas y sus hijos y son expertos en generar culpabilidad en los niños, hasta el punto de provocar conflictos de lealtades y enfrentamientos entre padres e hijos.
La relación entre manipulación parental y narcisismo también se ha confirmado en estudios académicos. La investigación de la Universidad de La Coruña sobre la triada oscura subraya que los rasgos narcisistas y maquiavélicos predicen la disposición a utilizar a los hijos como arma judicial y que estos rasgos están correlacionados con la tendencia a emitir afirmaciones falsas en un proceso de custodia. Además, la literatura sobre alienación parental indica que los padres narcisistas pueden inducir a sus hijos a creer que el otro progenitor es dañino, generando campañas de denigración y falsas acusaciones.
La importancia del informe pericial: imparcialidad y rigor
Ante comportamientos tan sutiles y complejos, la figura del perito forense es clave. Tal y como recuerda el doctor Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos, “sin un peritaje sólido, el juez puede quedar atrapado en la narrativa del narcisista y dictar resoluciones injustas”. Un informe de custodia profesional debe evaluar la idoneidad de los progenitores, analizar las dinámicas familiares y el estado emocional de los menores de forma objetiva y ofrecer al juez una valoración integral que priorice el bienestar del niño. La imparcialidad no significa falta de criterio: un buen peritaje privado utiliza instrumentos psicológicos válidos, recoge información de múltiples fuentes y aplica un razonamiento transparente.
El auge de las parejas narcisistas en los tribunales exige un cambio de paradigma en la justicia y en la sociedad. Casos donde la manipulación emocional y jurídica se normaliza son una amenaza para el desarrollo sano de los hijos y para la credibilidad de las instituciones. El trabajo de perfiladores forenses como el Dr. Carlos Cuadrado Gómez‑Serranillos y Polina Poloziuk —referentes en la materia— demuestra que es posible identificar y frenar estas estrategias con profesionalidad, rigor y humanidad. Actualmente, el equipo formado por el Dr. Carlos Cuadrado Gómez-Serranillos y la psicóloga forense Polina Poloziuk trabaja en Canarias en un caso mediático de alto impacto relacionado precisamente con estas dinámicas narcisistas en procesos de divorcio y custodia. La repercusión pública del asunto ha puesto en evidencia cómo la manipulación emocional puede extenderse más allá del ámbito privado, alcanzando a la opinión pública y generando un debate social y jurídico sobre la necesidad de nuevas herramientas forenses y judiciales para proteger a los menores y garantizar resoluciones justas.