" Soy hombre y también soy victima".
El
último informe del Instituto Nacional de Estadística correspondiente a 2014
recoge que de las 7.048 víctimas de Violencia Doméstica 2.703 correspondieron a
casos de hombres
abc.es/MADRID 24/11/2015
«Los
hombres también somos víctimas de violencia ejercida por mujeres, violencia
psíquica fundamentalmente, y lo que no entiendo es por qué nadie se hace eco de
esto».
Así
comienza su relato Jaime J. Herrera, natural de Sevilla y residente en Ciudad
Real. Una víctima de la Violencia Doméstica que ha querido compartir su
historia con ABC. Vivir el calvario durante estos 2 años y medio no ha sido
fácil, pero menos aún revivirlo en estas líneas. Una pesadilla de la que
todavía no despierta y que se inició al finalizar su relación sentimental con
una mujer.
La
violencia ejercida por una mujer hacia un hombre se engloba dentro de la Violencia
Doméstica y aunque el balance de víctimas que deja no se acerca a la
terrible cifra de Víctimas de Violencia de Género no deja de ser una forma de
violencia más. Por eso, y por que todas las personas que sufren alguna forma de
maltrato deben ser escuchadas, damos voz a esta historia, que aunque
estremecedora, refleja una realidad que no resulta muy lejana para muchos
hombres.
El último informe elaborado por el Instituto
Nacional de Estadística correspondiente a 2014 recoge que de las 7.048
víctimas de Violencia Doméstica, 2.703 correspondieron a casos de hombres.
«Es
verdad que hay hombres que matan a sus parejas y exparejas y como ser humano
estoy en contra de ello y creo que la justicia tiene que ser contundente en
estos casos, además de que las mujeres que son maltratadas puedan recibir todo
el apoyo que necesiten pero es de justicia querer amparo por parte de
las instituciones y la justicia cuando un hombre es maltratado por una
mujer.
En mi caso mi expareja está haciéndome la vida imposible y lo peor de
todo es que utiliza a nuestra hija. No tengo ningún apoyo excepto
el de las personas que me quieren y ven por lo que estoy pasando, no puedo
apoyarme en ninguna institución ni tan siquiera la justicia está de mi lado,
sólo por el simple hecho de ser hombre pues hoy en día parece que los hombres
somos los maltratadores y las mujeres víctimas y no hay otra realidad.
Desde
que dejé la relación sentimental mi expareja ha hecho todo lo que está en sus
manos para poner a mi hija en mi contra. Ha evitado que tuviese contacto diario
telefónico con ella y tras muchas provocaciones vino una denuncia por Violencia
de Género, cosa que se veía venir por mí y por la gente que me quiere
que ya me advertían de ello. Así el viernes día 28 de febrero de 2014 sobre las
21 horas aproximadamente recibí una llamada telefónica a mi teléfono móvil por
parte de una agente policial adscrita a la Comisaría de Policía Nacional de
Ciudad Real, indicándome que al día siguiente tenía la obligación de
presentarme sin falta a las 09:00 horas en dicha comisaría sin comunicarme ni
informarme en ningún momento los motivos para tal citación.
Así
que me presenté voluntariamente, con mi hija menor de edad, en
aquel momento tenía 8 años y mi actual pareja a la hora citada.
Automáticamente, se procedió en presencia de ambas a mi detención,
ni siquiera se me dejó expresar la presunción de inocencia. Ya una vez alejadas
de ambas y en dependencias policiales interiores se procedió a informarme de la
causa de mi detención, fruto de una denuncia por parte de mi expareja por un
presunto delito de Violencia de Género por maltrato psicológico.
Hasta
ese momento he sido una persona carente de cualquier antecedente como obra,
testimonia y así se reconoce en el mismo informe policial de violencia de
Género y de la Guardia Civil. Me negué a efectuar declaración ante la Policía
Nacional acogiéndome a mi derecho y dije que sólo declararía ante la Autoridad
Judicial. Después de un par de horas aproximadamente en Comisaría se me
trasladó en un vehículo policial a la Sede Judicial en Ciudad Real, donde tuve
que pasar 2 horas en un calabozo hasta que el Juez correspondiente al Juzgado
de Guardia me atendió para tomarme declaración. Después de mi declaración ante
el Juez fui puesto en libertad con unas medidas cautelares consistentes en
una orden de alejamiento de mi expareja y recogida de mi hija en el punto de
encuentro. Me impidieron estar con mi hija ese fin de semana que me
correspondía según convenio regulador. Se me citó para un juicio rápido el
lunes 3 de Marzo de 2014 y me presenté, después de una hora aproximadamente me
informa mi abogado que el Ministerio Fiscal no observa indicios
suficientes para mantener una acusación en derecho. Ni
siquiera hubo juicio. Se decreta un auto de sobreseimiento y archivo
provisional (que hoy en día se encuentra en archivo definitivo) y el mismo día
con expresión literal en su parte dispositiva de que «cesen las medidas
cautelares contra el imputado».
Esto
es sólo una parte del acoso que estoy sufriendo desde que di por finalizada la
relación sentimental con mi ex pareja, además continuo sufriendo constantes
provocaciones por parte de esta señora consistente en mensajes de «Whatsapp»
entre otros, haciendo referencia a mi persona, así como a mi pareja actual con
la connivencia de la Justicia que está de su parte. A raíz de estas acusaciones
falsas por presunta Violencia de Género por parte de mi expareja siento como
que yo tengo que demostrar en todo momento que no soy un maltratador y
el temor constante de que la historia de otra denuncia se pueda repetir pues
hasta la policía me advierte que tenga cuidado en no entrar en las
provocaciones de esta mujer porque en cualquier momento me podría volver a
denunciar y volverse a repetir el mismo episodio.
Ya
no sólo vivo atemorizado por si ella me vuelve a denunciar, además tengo que
soportar el acoso de recibir una llamada telefónica a mi teléfono móvil de una
fundación el día 8 de octubre de 2015 a las 10.34 horas, identificándose como
Fundación Diagrama comunicándome que mi hija había sido incluida en un programa
de hijos/as de mujeres Víctimas de Violencia de Género y cuál es mi perplejidad
que a mi hija de 9 años años actualmente se le haya incluido en este programa,
así se lo expreso a la persona que me llama y le pido que me envíen la
documentación correspondiente para analizar yo lo que me está contando.
El
día 23 de octubre de 2015 recibo un burofax de una Fundación de la localidad de
Fernán Caballero en Ciudad Real comunicándome lo que anteriormente me habían
dicho por teléfono. Me solicitaban que autorizara la inclusión de mi hija a
dicho programa de lo que deduje que mi ex pareja había sido calificada por
dicha Fundación como Víctima de Violencia de Género por el
simple hecho de presentar en su día una denuncia o por el simple hecho de
autocalificarse esta mujer como tal. En consecuencia a mí se me está acusando
de un delito de Violencia de Género sin que esta Fundación constate o verifique
lo que esta mujer va diciendo de mí. No entiendo por qué tengo yo que explicar
y defenderme ante una Fundación que recibe dinero público por el citado
programa a través de subvenciones del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales
e Igualdad y tener que explicar que a mí me denunciaron por presunta Violencia
de Género. A los ojos de mi hija esta Fundación me quería etiquetar como
maltratador y en consecuencia a su madre como víctima, ya no sólo es que mi
expareja me ponga en contra de mi hija sino que ya las propias instituciones lo
promueven. Actualmente me he presentado en la Oficina de Víctimas del Juzgado
en Ciudad Real donde me he declarado víctima de la Ley Integral de la Violencia
de Género y estoy recibiendo ayuda psicológica, aunque estas
actuaciones no son vinculantes, que casualidad, para exigir una responsabilidad
subsidiaria por parte del Estado por la injusticia cometida conmigo y sobre
otros muchos hombres inocentes por esta injusta Ley.