Desde la creación del Observatorio de Violencia de Género
y de los juzgados de violencia sobre la mujer, jueces e instituciones
han aplaudido los resultados de la lucha contra una de las lacras el
siglo XXI.
La cruzada emprendida desde distintos ámbitos contra los
malos tratos daba sus frutos y el nº de denuncias que empezó a
crecer de forma vertiginosa, evidenciaba que la también denominada
violencia machista comenzaba a aflorar y dejaba de ser un problema
escondido y en muchas ocasiones avergonzante para quien lo sufría.
La crisis ha desterrado hoy ese optimismo y por segundo
año consecutivo el nº denuncias baja. En La Rioja, en el 2011 se
registraron un 14,66% de denuncias menos que en el 2010. Lejos de ser
una buena noticia, los jueces y el propio Observatorio alertan de este
preocupante descenso asociado a la crisis.
Es más, muchos ven en este
decremento una consecuencia perversa de la dependencia económica de
muchas mujeres respecto de sus agresores.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de La
Rioja, Ignacio Espinosa, no descarta que éste sea uno de los efectos
colaterales de la crisis, que se sigue haciendo notar en los órganos
judiciales de esta comunidad.
Así lo ponen de relieve los datos que ayer
expuso al presentar la Memoria del 2011.
Por ejemplo, el Juzgado de lo
Mercantil regresa a los niveles del 2009.
El pasado año ingresó 52
procesos concursales (un incremento del 13,6%).
A 1 de septiembre
pasado continuaban vivos 142 concursos.
En Menores, el nº de casos subió un 17,55%.
En
Familia, la Memoria revela un repunte de divorcios y separaciones desde
la caída que se registró en el 2009, también como consecuencia de la
crisis.
El presidente del TSJR también se refirió a los juicios
rápidos, en los que «hemos pasado de ser de los territorios que no
llegaban a la media nacional del 15% a ser la IVª comunidad en
celebrar este tipo de juicios detrás de Canarias, Andalucía y Navarra.
En conjunto, en todos los órganos riojanos entraron
45.629 asuntos, un 10,64% menos que en el 2011. Una bajada que, tal como
expuso Espinosa, se registró en todas las jurisdicciones, salvo en la
de lo Contencioso-Administrativo.
Otro dato destacable es que por
2º año consecutivo se resuelven más casos de los que entran.
El
resto de tasas -resolución, pendencia y congestión- son «buenos» y
coinciden con los de la media nacional. En cuanto a la litigiosidad
«seguimos siendo el territorio con menos asuntos ingresados por cada
1.000 habitantes».
Espinosa también se refirió a las obras del Palacio de
Justicia, que cumplen los plazos, y al nuevo mapa judicial del el CGPJ,
que propone la eliminación de los juzgados de Calahorra y Haro. De este
último dijo haber planteado los pros y los contras en un informe que
aprobó la sala de Gobierno del TSJR. En cualquier caso, será el
Ministerio quien tome la decisión, dijo.