sábado, 14 de noviembre de 2015

Pensión de alimentos a los hijos mayores de edad

LEGISLACIÓN. Hay ciertos requisitos que se tienen que conocer.
El divorcio de una pareja con hijos supone una serie de responsabilidades que se deben asumir. Una de ellas es la manutención de los hijos. A los menores de 18 años se les debe dar pensión de alimentos, pero mucha gente desconoce qué sucede cuando los hijos comunes alcanzan la mayoría de edad.
En Togue's Legal Services informamos que la Ley vigente establece que los progenitores deben proseguir abonando esta manutención a los hijos mayores de 18 años, siempre y cuando se cumplan unos determinados requisitos que la jurisprudencia ha concretado en multitud de sentencias.

Estos requerimientos legales exigen que el hijo mayor de edad debe estar cursando algún estudio de formación profesional o universitaria, o que no disponga de medios económicos propios que garanticen su independencia, siempre que el descendiente esté luchando por incorporarse al mercado laboral y conseguirlos.
Por tanto, cabe tener presente que la obligación de abonar la pensión de alimentos no se extingue cuando los hijos cumplan la mayoría de edad, sino que continúa mientras los hijos se estén formando, siempre que estos garanticen un esfuerzo y dedicación a los estudios; y por supuesto no tengan recursos económicos propios que les permitan independizarse de sus progenitores.
En los casos de que existan hijos mayores de edad que no estén estudiando, tendrán derecho a la pensión de alimentos si la falta de ingresos que ellos sufren no depende de su voluntad. Al contrario, si se acredita que los hijos mayores no rinden en sus estudios, ni tampoco hacen nada por incorporarse al mercado de trabajo se podrá extinguir la pensión de alimentos.
Del mismo modo, en el caso de que el hijo mayor de edad se independizase de sus progenitores por tener suficientes medios económicos, el progenitor obligado al pago puede solicitar que se extinga la pensión alimenticia. 
El Salario Mínimo Interprofesional puede marcar si existe, o no, independencia económica del hijo. No se consideran suficientes los ingresos obtenidos en empleos esporádicos o vacacionales, ya que no son remuneraciones regulares. Dicha regularidad en el salario determinará si la independencia económica es suficiente para frenar la manutención.........

jueves, 12 de noviembre de 2015

Linchamiento a Arcadi Espada por criticar el 'negocio político' de la violencia doméstica

 "El crimen de pareja no es un crimen político que implique organizaciones y colectivos, ni es un crimen de sexos. Es un crimen de individuos", señala.
Libertad Digital/12.11.
El periodista Arcadi Espada se ha convertido en trending topic. "Ojalá no lo hubiera hecho. Qué asco", dice un usuario. "Y habrá quien pague por esto", escribe otro. "Despreciable, repugnante, miserable", etcétera. Esto es Twitter, y el campo es ancho.
El origen de este linchamiento virtual es un artículo publicado este jueves en El Mundo, titulado "El negocio del sexo". En el texto, Espada tilda de "absurda" la manifestación "contra la violencia que llaman de género", celebrada el pasado fin de semana en Madrid y a la que acudieron, entre otras, Andrea Levy (PP), Begoña Villacís (C's), Tania Sánchez e Irene Montero (Podemos).
Espada dice que "los crímenes de pareja forman parte de una obstinada violencia privada cuyas raíces son casi insondables". "Como en todas las formas de violencia, el sexo masculino destaca en su papel de agresor, y como en todas las formas de violencia, la civilización va introduciendo lentas pero sustanciales rebajas", añade.
El periodista señala que los manifestantes "pretenden hacer de esa violencia una causa política" y que la "ausencia de una desatención institucional" obliga a la "abstracción" de la protesta.
"El crimen de pareja no es un crimen político que implique organizaciones y colectivos, ni es un crimen de sexos. Es un crimen de individuos, cuyo tratamiento y persecución ha de corresponder a sus características. La desvergonzada instrumentalización de estos crímenes que hacen las mujeres de izquierdas solo tiene como objetivo identificarlos con las prácticas o al menos con la ideología de los hombres de derechas. Es decir, y dicho con toda la brutalidad que merecen: su única intención real es la de hacer negocio con el crimen", concluye.

martes, 10 de noviembre de 2015

Hay que evaluar las políticas de violencia sobre la mujer.

¿Se deben evaluar las políticas de violencia de género?

BERTA GONZÁLEZ DE VEGA,martinidemar No iría a una marcha contra las "violencias machistas" ni contra "el terrorismo machista", o sea, contra el maltrato a las mujeres, hasta que viera que se evalúan en condiciones las políticas que se han dedicado a combatirlo. Y eso no me convierte en ninguna machista. Sólo me apetece que el debate se limpie de lugares comunes sin contrastar y que nos tomemos tan en serio un problema como para ver qué hemos hecho bien y qué estamos haciendo muy mal.
Si alguien se tomara la molestia de consultar los ficheros con las asesinadas a manos de sus parejas se daría cuenta de que el nº no ha variado sensiblemente ni con más dinero ni con la entrada en vigor de la Ley de Violencia de Género
¿Desde cuándo tiene que ser políticamente incorrecto, machista, exigir pedir cambiar lo que no está dando resultado?
En Educación, por ejemplo, nos ha costado años darnos cuenta de que su mejora tiene que ir más allá de destinar más presupuesto, ¿Por qué no conseguimos que pase lo mismo con la violencia de género? Quizás porque es ya muy complicado desmontar todo un entramado de organismos oficiales con el apellido "De la mujer", que se escapan, por supuesto, a la evaluación de sus políticas. En la marcha de ayer, se pedían más recursos y, según la crónica de Rafael J. Álvarez, que se convirtiera en "asunto de Estado".
¿Alguien cree que no lo sea? ¿Se han molestado en contar organismos, programas, áreas, destinadas a la Mujer y a la Violencia de Género? Sólo en Andalucía, en esta semana, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía publicaba los nombramientos de las nuevas vocales en 2 de estos observatorios. 
¿Eficacia? No parece que haya menos muertas andaluzas.
Hace unas semanas, se publicaba el estudio 'Fuerte como papá, sensible como mamá' sobre estereotipos adolescentes y se constató que se ven como muy diferentes. Algunas explicaciones culpan a las herencias del heteropatriarcado, mientras en otros países, como en Reino Unido y en EEUU, se están dando cuenta de que se sienten diferentes porque, a diferencia de la generación de las que ahora estamos en los 40, les hacen cada vez más diferentes, desde los pasillos rosas de los jugueterías --¿alguien se acuerda de las mochilas unisex que había en las casas de las familias de los 80?-- , a las celebraciones de los cumpleaños --¿de verdad las madres se quedan tranquilas poniendo a sus hijas a desfilar como modelos con 6 años, pintadas, con tacones, y boas de plumas?--, a las carreras de la mujer, o a los organismos para la mujer --¿por qué una mujer que quiera montar un negocio debe tener una ventanilla para ella?--. ¿Creemos en la igualdad?
Vivo y vengo de un entorno privilegiado y soy consciente. De mí no se esperaba ni más ni menos que de mis hermanos. Y estoy rodeada de familias así, donde, diría, incluso puede hacer más ilusión que la niña haga ingeniería que lo haga un chico. Porque se tienen claras las prioridades en educación. Porque se sabe dónde pueden llegar las chicas en un país en el que los hospitales están ya llenos de mujeres médicos, lo mismo que las salas de los juicios, por ejemplo, con jueces, fiscales y abogadas.
Un país, de paso sea dicho, donde hay mucha menos violencia de género que en países que solemos tener como referencia como los nórdicos. Sé que en mi entorno será mucho más difícil que una hija de amiga, una sobrina, una tía, mi madre, acaben en un ataúd asesinadas por sus parejas. Otro lugar común que nadie combate. No, no todas estamos expuestas al mismo peligro.
¿Qué tal empezar a trabajar en los perfiles perfectamente estudiables de las víctimas? ¿O seguimos como a principio de la epidemia del Sida, diciendo que todos estábamos en peligro? Me da la sensación de que fue más eficaz ponerse a trabajar con los grupos de riesgo. Porque los había. Y, en la violencia de género, lo mismo. Creo que casi todo empieza por la educación. En casa y en las escuelas. Pero es más fácil seguir pidiendo más presupuesto o que se consideren más supuestos en la Ley de Violencia de Género. Para qué vamos a evaluar nada. Nos sentimos muy bien y solidarias manifestándonos. Porque, ya lo escribió Tom Wolfe, vivimos en una época en la que la indignación nos reviste de moral. Yo preferiría solucionar las causas que llevan a las muertes que se producen todos los años. Sin que tenga que ver el presupuesto, ni la ley. Ay, los datos.

El 1º divorcio en España cpn la ley de 1981

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Sánchez, éste sí fue el 1º divorcio

Fue en septiembre de 1981 y no bajo el mandato del PSOE como dijo su líder, sino gracias a UCD. Julia Ibars, la 1ª mujer que lo contrajo, relata cómo lo vivió



J. V.Echagüe.  Madrid. 08 de noviembre de 2015.



Julia se casó con su primer marido a los 21 años. Hoy lleva 33 años casada.

Nos adelantamos a la efeméride «redonda». El año que viene es previsible que Julia Ibars comience a recibir llamadas. Entonces, y más concretamente en septiembre, se cumplirán 35 años desde que contrajo su divorcio: el 1º en España. Fue en septiembre de 1981. Pocos meses antes, el 7 de julio, día de San Fermín, entró en vigor la 1ª Ley del Divorcio de nuestra joven democracia... bajo el mandato de UCD y su ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez. El desliz cometido esta semana por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el que atribuía el logro de esta legislación a su partido, nos lleva a recordar cómo fueron las circunstancias que rodearon a este texto que, sin duda, supuso toda una revolución: de los 21.463 divorcios que se produjeron en 1982, hemos pasado actualmente a más de 100.000 por año.

Ocurrió en Santander. Julia comenzó a salir con su novio, Vidal, cuando ambos tenían 18 años. Se casaron a los 21. Al principio vivieron junto a los padres de Julia. Su madre estaba enferma y quería cuidar de ella. Un año después, falleció su madre y su padre volvió a casarse. Julia y Vidal comenzaron entonces a convivir solos. Y también surgieron los problemas. «Yo entonces seguía la actualidad y estaba muy pendiente de las noticias sobre la ley del divorcio, de Fernández Ordóñez...», afirma a LA RAZÓN. Por entonces ya tenía claro que se quería divorciar. Y así tuvo lugar en el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Santander.

Las cosas han cambiado mucho. Julia y su entonces marido compartieron abogado, amigo de él, pero al que cada uno pagaba su minuta. Un letrado, por cierto, que, tras ocuparse de este caso y salir en los medios de comunicación, no dejó de recibir clientes. No tenían hijos y el divorcio fue de mutuo acuerdo, pero lo cierto es que Julia no recibió ninguna pensión, pese a que la nueva ley lo estipulaba. «Al ser la 1ª ignoraba muchas cosas», dice. Con los trámites firmados, sólo tuvieron que ir a ratificar el divorcio al juzgado. «No era para nada consciente de ser la 1ª divorciada. Lo esperábamos yo y muchísimas personas más que ya habíamos hecho los trámites. Lo único que sabíamos del divorcio era lo que habíamos visto en las películas americanas. Pensabas que había un juicio y que un juez te diría: “Estás ya divorciado”. Fue algo más frío y administrativo».

El acoso de la prensa fue importante. Los periodistas dieron 1º con su padre, gracias a su apellido, y Julia ya estaba sobre aviso. «A las pocas horas estaban en la puerta de mi casa, después en el trabajo... Fue un asedio que no entendía. Me asusté, no estaba preparada. Sentía además un poco de vergüenza, porque un divorcio no era algo por lo que sentirse orgullosa. En aquella época no se hablaba de que te iba mal con tu pareja, ni tu familia lo sabía. Era una época más machista y tradicional», relata. Algunos le decían: «¡Pero chica, por qué te divorcias!». Otros, como su grupo de amigos de Málaga, la acogieron durante los 2 años de separación que, por aquel entonces, eran obligatorios como paso previo al divorcio. «Hoy hay psicólogos, mediadores... un montón de gente que no sólo te ayuda a separarte, sino a resolver dificultades. Antes no había nada. Si ibas a un psicólogo, pensaban que estabas loco», apunta. Por no mencionar nuevas medidas como el «divorcio express», por el que, en apenas 3 meses, se puede consumar la ruptura. «¡Qué cosas! Ahora se hace todo mucho más fácil».

Julia, que ahora tiene 62 años, no concedió entrevistas durante un cuarto de siglo. Sin embargo, volvió a hacerlo, como ahora, porque «me gustaría aportar una esperanza a gente que atraviesa situaciones complicadas, para que sepan que se puede salir de un matrimonio no deseado. Hablo, por ejemplo, de situaciones de malos tratos. No por situaciones banales, porque hoy, en ocasiones, hay parejas que tienen un hijo y ya surgen los conflictos», opina. Lleva 33 años casada. Un año después de su divorcio, conoció a Rafael, dibujante de profesión, con el que hoy vive en Alhaurín de la Torre (Málaga). Tienen 2 hijos, de 25 y 26 años. «Les hace gracia que me llamen los periodistas, sobre todo al pequeño. Cada 5 años saben que me van a llamar, cuando se cumple una efeméride. Y a ellos les gusta que les cuente cosas», dice.

Ella no lo sabía, pero la ley de Fernández Ordóñez fue obra de muchas otras manos. Entre ellas, las de Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas. «Cuando aprobamos la ley, ¿hace cuánto que había nacido Pedro Sánchez?», se pregunta Pérez del Campo. «Durante la transición, o no había nacido o acababa de nacer». (Según se excusó el político tenía 9 años). «Fue una ley de UCD, la más difícil que tenía sobre la mesa en aquel momento», añade Pérez del Campo. En su opinión, el ministro «lo hizo muy bien, pero lo pasó muy mal. Hubo una batalla terrible porque le acusaban de destruir a la familia».

Pérez del Campo recuerda que Fernández Ordoñez «contactó con nosotras, empezamos a tener reuniones... justo lo que no se hace ahora. UCD fue el 1º partido democrático. Sabía que la democracia no era sólo cada 4 años, sino que había que contar con la sociedad civil». Fruto de su labor surgieron cuestiones claves que se incluyeron en aquel texto, como la pensión compensatoria –«al pasar a tener una vida peor, la mujer tenía derecho a una pensión hasta que conviviera con otra persona»– o la pensión alimenticia –«comprende todos los gastos para los hijos menos los excepcionales»–. «Las mujeres no teníamos patria potestad de los hijos, no teníamos la administración de la sociedad legal de gananciales...». Pero, por encima de todo, la intención era que hubiera una igualdad entre hombres y mujeres. «No existía el divorcio ni para el hombre ni para la mujer, pero el hombre se podía ir a por tabaco y no volver. El abandono de hogar se daba cada 2 por 3».
Nota: Dicen que con la edad se va perdiendo la memoria, en algunos casos es MENTIR sobre la realidad existente. Y es que las historietas de los abueletes siempre son simpáticas. Sobre todo, de aquellas que son del PSOE y lo ponen a "caldo". Cosas de la Edad.

Dime dónde vives y te diré hasta cuándo te quiero

Lara Cotera| Zaragoza |08/11/2015

Un investigador aragonés concluye el 1º estudio firme sobre la relación entre crisis y divorcios en España y resalta el poder de un 3º factor en la ecuación: la geografía.

Se dice que no hay ruptura matrimonial que el dinero (o mejor dicho, la falta del mismo) no pueda retrasar. Pero, a partir de ahora, la tesis que relaciona las épocas de crisis con un descenso de los divorcios deja de ser axioma o, al menos, pierde fuerza según una 3ª variable en la ecuación que vincula amor y dinero, y que no es otra que la geografía. Cambian las tornas tras darse a conocer el 1º estudio formal destinado a analizar el nº de separaciones y matrimonios en España según el ciclo económico, y que, además, se ha hecho desde Aragón.
Rafael González Val es un investigador de la Universidad de Zaragoza que el año pasado consiguió una ayuda del BBVA (se otorgaron 56 en España, y solo 6 correspondían al área de economía) para elaborar un concienzudo informe sobre el fenómeno, ya que hasta ahora los análisis existentes se centraban en el caso americano. El trabajo está firmado también por otra colega, Miriam Marcén, con la que este economista lleva varios años investigando.
Ambos han invertido los últimos meses en analizar, con modelos econométricos, el periodo temporal entre 1998 y 2013. La fuente de todos los datos que han tenido en cuenta ha sido el Instituto Nacional de Estadística (INE), y se han centrado sobre todo en la tasa de desempleo provincial, aunque han incluido otras variables como la edad media de la provincia o cambios coyunturales, como el que supuso la entrada en vigor de la ley del divorcio exprés, en 2005.  

En concreto, y sobre este último punto, el estudio aprecia que este cambio normativo tuvo un efecto significativo en el aumento de divorcios a nivel general en España, aunque fue transitorio y, además, se ha visto contrarrestado por un descenso en los divorcios como consecuencia del aumento del desempleo en las parejas durante la crisis económica.
En la costa, o en el interior
No obstante, una de las aportaciones decisivas del estudio es que arroja luz sobre el devenir de los divorcios en España porque no solo refuerza los indicios, ya encontrados en algunos trabajos, que señalan que las diferencias geográficas influyen en las tasas de divorcios (definidas como el nº de divorcios por cada mil habitantes); sino que identifica que el efecto del desempleo sobre las rupturas es completamente distinto en función de cada provincia.
En el caso español, en las regiones costeras (con acceso al mar) las tasas de divorcio son, por norma general, superiores, y el efecto del desempleo es pro-cíclico (es decir, a más desempleo, menos divorcios o matrimonios, seguramente propiciado por el deseo de no mermar la calidad de vida). 

Sin embargo, en las provincias interiores las tasas de divorcio son inferiores y el efecto del desempleo es exactamente el contrario (contra-cíclico), aumentando los divorcios cuando lo hace el desempleo.
Entre las hipótesis que habría que trabajar más adelante para explicar estos resultados estaría la influencia, por ejemplo, del turismo, y la posibilidad que da en cuanto a, por ejemplo, la rotación de parejas. Tampoco parece jugar un papel nada desdeñable efecto del trabajo estacional, aunque estas hipótesis no han podido constatarse mediante datos agregados.
Las diferencias son estadísticamente significativas y, además, este patrón geográfico solo se observa en las tasas de rupturas (no lo hace ni con los matrimonios ni con el desempleo, donde el patrón sigue más un modelo Norte-Sur).
Además, y aparte de la geografía, se observa que los comportamientos varían según las provincias Por ejemplo, las actitudes sociales hacia el divorcio son muy distintas en el interior y en la costa, como lo es el tipo de desempleo (más estacional, por ejemplo, cerca del mar), aunque ciudades como Madrid serían una excepción.
En el estudio, también se han encontrado diferencias en los efectos del desempleo dependiendo del tipo de divorcio (de mutuo acuerdo o sin acuerdo) o en función de los años de duración del matrimonio. 

Y lo que sí que parece seguir un patrón fijo, es que, a más desempleo, menos matrimonios, se hable de la región española que se hable.
Objetivo: continuar
Este trabajo aspira a ser un punto de partida para otros estudios. Los investigadores contaron con 7.500 euros financiados por el BBVA, pero querrían seguir profundizando. "Nos gustaría continuar con esta línea de investigación; utilizando microdatos individuales de la encuesta de condiciones de vida que realiza el INE en España, pero que también se hace en todos los países de la Unión Europea, y con los que podríamos ser capaces de explicar qué hay detrás de comportamientos tan diferenciados". Ahora buscan financiación, y así lo han hecho, por ejemplo, en convocatorias de la Universidad de Zaragoza

Asesinatos a causa de la actua lley del divorcio


Las desavenencias por la custodia del niño desencadenaron el doble crimen de Lliría. 

El hombre que mató a su expareja y a su exsuegra ya fue condenado a 3 años de internamiento psiquiátrico por apuñalar a un vigilante.

JAVIER MARTÍNEZA. RALLO |  VALENCIA / El presunto homicida ya fue juzgado en el año 2001 por asestar varios navajazos a un vigilante de Levantina de Seguridad en la discoteca Goldens en Valencia. La A.P. de Valencia condenó a Leonardo M. a un pena de internamiento en un centro psiquiátrico durante un tiempo máximo de 3 años. La acusación particular solicitó 7 años y medio de prisión para el acusado por un delito de homicidio en grado de tentativa, pero el tribunal estimó la eximente completa de responsabilidad criminal por su enajenación mental.
Según la sentencia dictada hace ahora 11 años, Leonardo M. «padece una psicosis de carácter esquizofrénico que anula sus facultades intelectuales y volitivas». Sin embargo, con el paso de los años, su enfermedad mental no le impidió practicar 'valetudo' -una modalidad de combate donde se puede usar cualquier arte marcial- en un gimnasio de Valencia ni conseguir el revólver que utilizó en el doble crimen.
El pasado domingo, el hombre disparó contra su exmujer y su exsuegra justo después de entregarles a su hijo de 3 años. Los violentos hechos ocurrieron sobre las 17:30 de la tarde a la altura del nº 24 de la calle Valencia de Llíria. Elvira M. recibió 2 disparos y su madre tenía 3 impactos de bala.
En el momento del doble crimen iba acompañado presuntamente de otro hombre. Según las investigaciones, Leonardo había quedado con su exmujer para entregarle al hijo de ambos y llegó a Llíria en un Renault Scénic. Después de dejar al niño en su carro, regresó al vehículo, cogió un revólver y comenzó a disparar a corta distancia. La violenta reacción del hombre cogió desprevenidas a las víctimas. Un vecino aseguró que oyó hasta una docena de tiros.
El pequeño echó a correr hasta que fue auxiliado por algunos vecinos, que dieron la voz de alarma, y después por la Policía Local. Magdalena T., de 67 años, quedó tendida en el paso de peatones. Su hija yacía a pocos metros en una esquina junto a la entrada del taller Recambios Llíria.
El homicida huyó y horas después su madre lo convenció para que se entregara, con la mediación de su abogado, a la Guardia Civil. El encuentro fue en la puerta del Hospital General de Valencia, donde fue detenido sobre las 11 de la noche. El maltratador mostró arrepentimiento, pero ya era demasiado tarde. Había matado a 2 personas, la madre y la abuela de su hijo, 2 seres queridos en otro tiempo que incluso eran compasivos y benévolos con el enfermo mental, después de la agresión que sufrió Elvira, y le dejaban ver al niño.
La separación de la pareja y el régimen de visitas al menor se acordó «según las leyes gitanas», afirmó un familiar, hasta que la madre intentó formalizar en el juzgado el pacto entre los 2 clanes, el móvil del doble crimen, según las investigaciones. El niño ha quedado ahora bajo cuidado de su tío y se ha activado un protocolo para valorar la situación del menor y la estancia con su nuevo tutor.