La atracción física es solo uno de los factores que influye en la atracción interpersonal.
Qué dice la psicología social sobre los factores que influyen en que dos personas se sientan atraídas.
El atractivo físico y la similitud de opiniones no son los únicos factores que favorecen la atracción entre 2 personas.
Las personas desarrollamos sentimientos más positivos hacia aquéllas personas a los que vemos con más frecuencia (......).
Los 3 factores que influyen en la atracción interpersonal
Lo cierto es que no hay nada de curioso en ese detalle. La psicología social, de hecho, lleva años estudiando cuáles son los mecanismos o factores que influyen y condicionan eso que nosotros comúnmente llamamos la ley de la atracción, es decir qué principios rigen esa ley, qué hace que 2 personas se sientan atraídas entre ellas.
Podemos creer que el destino nos pondrá a nuestra media naranja en el camino tarde o temprano y podemos idealizar el romanticismo todo lo que queramos en ese sentido. Pero lo que dicen los estudios de psicología social sobre los factores que influyen en la atracción entre 2 personas, es algo mucho más tangible y mundano.
El 1º elemento que se tiene que dar para que 2 personas se sientan atraídas entre sí, es, aunque parezca de perogrullo, la proximidad física.
Si esto no existe, casi nos podemos olvidar de todo lo demás.
Proximidad física
La proximidad física es decisiva a la hora de relacionarnos con los otros porque facilita la accesibilidad entre 2 personas y, desde ahí, empezamos a construir cierta familiaridad entre nosotros. Por eso, la mayoría de las parejas se forman en los barrios o vecindarios, en los lugares de trabajo, o en los grupos de amigos que se ven con frecuencia.
El psicólogo social estadounidense de origen polaco, Robert Bolesław Zajonc estudió una amplia gama de procesos sociales y cognitivos pero una de sus mayores contribuciones a la psicología fue el efecto de la mera exposición. En sus estudios, Zajonc explicó que la influencia de la familiaridad en la atracción se debe fundamentalmente al efecto de esta mera exposición.Descubrió que las personas desarrollamos sentimientos más positivos hacia aquéllas personas a las que vemos con más frecuencia. Esto es lo que les ocurrió a los padres de Rosa y a la mayoría de las parejas (.....)
Las personas desarrollamos sentimientos más positivos hacia aquéllas personas a las que vemos con más frecuencia.
Otros estudios posteriores señalan incluso que el hecho de que una persona nos resulte familiar, por el mero hecho de haber estado físicamente expuestos a esa persona, nos proporciona mayor seguridad.
Proximidad física
La proximidad física es decisiva a la hora de relacionarnos con los otros porque facilita la accesibilidad entre 2 personas y, desde ahí, empezamos a construir cierta familiaridad entre nosotros. Por eso, la mayoría de las parejas se forman en los barrios o vecindarios, en los lugares de trabajo, o en los grupos de amigos que se ven con frecuencia.
El psicólogo social estadounidense de origen polaco, Robert Bolesław Zajonc estudió una amplia gama de procesos sociales y cognitivos pero una de sus mayores contribuciones a la psicología fue el efecto de la mera exposición. En sus estudios, Zajonc explicó que la influencia de la familiaridad en la atracción se debe fundamentalmente al efecto de esta mera exposición.Descubrió que las personas desarrollamos sentimientos más positivos hacia aquéllas personas a las que vemos con más frecuencia. Esto es lo que les ocurrió a los padres de Rosa y a la mayoría de las parejas (.....)
Las personas desarrollamos sentimientos más positivos hacia aquéllas personas a las que vemos con más frecuencia.
Otros estudios posteriores señalan incluso que el hecho de que una persona nos resulte familiar, por el mero hecho de haber estado físicamente expuestos a esa persona, nos proporciona mayor seguridad.
Y es esa sensación de seguridad lo que nos hace sentir mayor atracción hacia él o ella.
¿Significa esto que nos vamos a sentir atraídos por todas las personas con las que tengamos esta relación de familiaridad? Obviamente no.
¿Significa esto que nos vamos a sentir atraídos por todas las personas con las que tengamos esta relación de familiaridad? Obviamente no.
¿Significa eso que sólo nos vamos a sentir atraídos por las personas con las que tenemos esa familiaridad? Obviamente tampoco.
Hay otros factores que también influyen en la atracción y que pueden ser complementarios. El famoso flechazo, sin ir más lejos, no es incompatible con esta idea de proximidad física.
El atractivo físico
El hecho de que una persona nos parezca atractiva físicamente nos predispone y motiva a acercarnos a ella y, por tanto, a fomentar esa proximidad física e ir creando la familiaridad de la que hablaba Zajonc. Esto, a medio plazo, sería la chispa que hace que surja el enamoramiento más allá de la simple atracción física. ¿Pero por qué ocurre esto? ¿por qué nos acercamos a lo que consideramos bello?
Algunos psicólogos sociales, como hizo A. Feingold en los años 90, explican que esto ocurre como consecuencia de la existencia del estereotipo sobre el atractivo físico que dice “lo bello es bueno”… una construcción social que muchas veces nos lleva a pensar que una persona atractiva es también más inteligente, generosa, competente y buena.
El atractivo físico
El hecho de que una persona nos parezca atractiva físicamente nos predispone y motiva a acercarnos a ella y, por tanto, a fomentar esa proximidad física e ir creando la familiaridad de la que hablaba Zajonc. Esto, a medio plazo, sería la chispa que hace que surja el enamoramiento más allá de la simple atracción física. ¿Pero por qué ocurre esto? ¿por qué nos acercamos a lo que consideramos bello?
Algunos psicólogos sociales, como hizo A. Feingold en los años 90, explican que esto ocurre como consecuencia de la existencia del estereotipo sobre el atractivo físico que dice “lo bello es bueno”… una construcción social que muchas veces nos lleva a pensar que una persona atractiva es también más inteligente, generosa, competente y buena.
Se trata de una expectativa muy poderosa que, en nuestra cultura, es reforzada a diario por la publicidad o el cine.
Sin embargo, hay que decir que esa teoría no es ni mucho menos la panacea. Todos sabemos que en nuestra cultura existe también el estereotipo contrario: el de que las personas guapas son poco inteligentes.
En cualquier caso, aunque aún no se haya podido dar una explicación científica unánime a este fenómeno, lo cierto es que el atractivo físico es siempre un reclamo y es uno de los factores que, al igual que la proximidad física, influye mucho en la atracción entre 2 personas.
Sin embargo, hay que decir que esa teoría no es ni mucho menos la panacea. Todos sabemos que en nuestra cultura existe también el estereotipo contrario: el de que las personas guapas son poco inteligentes.
En cualquier caso, aunque aún no se haya podido dar una explicación científica unánime a este fenómeno, lo cierto es que el atractivo físico es siempre un reclamo y es uno de los factores que, al igual que la proximidad física, influye mucho en la atracción entre 2 personas.
Pero sigue faltando algo…
Actitudes y opiniones semejantes
Al igual que esa sensación de seguridad que sentimos en presencia de una persona nos hace aumentar el grado de atracción hacia ella, también el hecho de compartir opiniones, creencias, valores, propósitos e inquietudes vitales, puede contribuir a aumentar esa sensación de seguridad y por tanto de atracción interpersonal.
Según las teorías de la comparación y del refuerzo social, comprobar que otra persona tiene puntos de vista parecidos a los nuestros, nos hace sentir más seguros (porque de alguna forma eso valida nuestras propias opiniones). Es por ello que nuestra tendencia es, en líneas generales, a relacionarnos más (y por tanto a fomentar la proximidad física) con personas con las que compartimos formas de ver la vida.
Cuando decimos que los polos opuestos se atraen, en realidad, si nos fijamos bien, no estamos hablando tanto de oposición entre puntos de vista, actitudes ante la vida, creencias y valores, sino más bien de complementariedad; uno aporta algo de lo que el otro carece, lo cual no significa que se tengan maneras contrarias y opuestas de entender la vida.
Lo interesante es que, si lo pensamos bien, probablemente nunca lleguemos a molestarnos en comprobar que una persona comparte con nosotros su manera de ver la vida, si antes no hemos tenido la posibilidad de familiarizarnos con esa persona: o bien porque hemos estado expuestos a ella físicamente (ahora también habría que hablar en términos virtuales) o bien porque el atractivo físico de esa persona nos ha motivado a buscar esa proximidad, que a su vez es lo que hace florecer la tan necesaria familiaridad.
Tal vez a simple vista, las similitudes en la manera de entender la vida, parezca el más importante de los 3 factores…eso ocurre porque esa semejanza de opiniones y actitudes nos habla de una conexión más profunda con alguien y eso quizás nos haga idealizar la relación y pensar en ella como si fuera realmente única e irrepetible. Sin embargo, como hemos visto, en términos de la ley de la atracción interpersonal, esta conexión profunda es, a fin de cuentas, la guinda del pastel. Si no hay proximidad física 1º, difícilmente mostraremos interés por conectar con otra persona a ese nivel.
Actitudes y opiniones semejantes
Al igual que esa sensación de seguridad que sentimos en presencia de una persona nos hace aumentar el grado de atracción hacia ella, también el hecho de compartir opiniones, creencias, valores, propósitos e inquietudes vitales, puede contribuir a aumentar esa sensación de seguridad y por tanto de atracción interpersonal.
Según las teorías de la comparación y del refuerzo social, comprobar que otra persona tiene puntos de vista parecidos a los nuestros, nos hace sentir más seguros (porque de alguna forma eso valida nuestras propias opiniones). Es por ello que nuestra tendencia es, en líneas generales, a relacionarnos más (y por tanto a fomentar la proximidad física) con personas con las que compartimos formas de ver la vida.
Cuando decimos que los polos opuestos se atraen, en realidad, si nos fijamos bien, no estamos hablando tanto de oposición entre puntos de vista, actitudes ante la vida, creencias y valores, sino más bien de complementariedad; uno aporta algo de lo que el otro carece, lo cual no significa que se tengan maneras contrarias y opuestas de entender la vida.
Lo interesante es que, si lo pensamos bien, probablemente nunca lleguemos a molestarnos en comprobar que una persona comparte con nosotros su manera de ver la vida, si antes no hemos tenido la posibilidad de familiarizarnos con esa persona: o bien porque hemos estado expuestos a ella físicamente (ahora también habría que hablar en términos virtuales) o bien porque el atractivo físico de esa persona nos ha motivado a buscar esa proximidad, que a su vez es lo que hace florecer la tan necesaria familiaridad.
Tal vez a simple vista, las similitudes en la manera de entender la vida, parezca el más importante de los 3 factores…eso ocurre porque esa semejanza de opiniones y actitudes nos habla de una conexión más profunda con alguien y eso quizás nos haga idealizar la relación y pensar en ella como si fuera realmente única e irrepetible. Sin embargo, como hemos visto, en términos de la ley de la atracción interpersonal, esta conexión profunda es, a fin de cuentas, la guinda del pastel. Si no hay proximidad física 1º, difícilmente mostraremos interés por conectar con otra persona a ese nivel.