"De la mano de la crisis matrimonial viene también la económica, o al revés, nunca se sabe muy bien, pero hay que tomar medidas".
Tania Suárez A Coruña, 28.01.2017
Las novedades respecto al derecho de familia se abordaron ayer en unas jornadas organizadas por la Abogacía Gallega. Pilar Cortizo es una de las codirectoras de la iniciativa, que reunió en la Fundación Barrié a expertos en derecho familiar de toda España.
-¿Cuáles son los problemas jurídicos a los que se enfrentan los matrimonios que se divorcian?
-El tema más peliagudo es el tema de la guarda y custodia, también el del domicilio. Antes, al que se le atribuía la guarda y custodia se le atribuía también el domicilio y, como en el 99,9% era para la madre, ya estaba un poco asimilado que el domicilio era para la madre. En la actualidad, no es así. Todo va evolucionando, la realidad socioeconómica y cultural nos llevan a distintas soluciones. Ahora la ley dice que el domicilio conyugal se le atribuye al cónyuge más necesitado. Estamos evolucionando más hacia la guarda y custodia compartida y el Supremo así lo está diciendo.
-¿A partir de qué edad los hijos tienen voz?
-A partir de los 11 años los escucha el juez, pero no tienen poder de decisión. Un niño a veces dice una cosa y piensa otra. Por eso se le llama exploración.
-El Supremo ha anulado custodias compartidas por faltas de respeto entre los padres. ¿Es indispensable que se lleven bien?
-Sí, tiene que haber un respeto, aunque solo sea para el cambio de turno porque, de lo contrario, sería muy dificultoso y eso no sería bueno para el menor. En ese sentido la sociedad va evolucionando bien. Hace años si se le entregaba una custodia al padre era ofensivo para la madre. La sociedad lo veía de esa manera. Sin embargo, hoy es normal. Tan progenitor es el padre como la madre y depende de las circunstancias de cada uno.
-¿Se utiliza a los hijos?
-Es posible que en alguna ocasión se utilicen, pero cada vez más los profesionales intentamos concienciar. Lo mejor para un hijo que los padres se separan es seguir teniendo padre y madre, y seguir teniendo la familia del padre y de la madre. Eso va calando en la sociedad. A veces, es verdad que puede ser traumática la ruptura, pero cada vez con respecto a los hijos son más proclives al acuerdo y a buscar una solución.
-¿Qué derechos tienen los abuelos?
-Tienen derecho a un régimen de visitas, pero yo he tramitado muy pocos. Normalmente, acuden a pedir ese régimen cuando tienen una mala relación con sus hijos. Son casos excepcionales. Padre y madre siempre tienen prioridad.
-¿Qué tienen en cuenta los jueces al establecer el régimen?
-Siempre el interés del menor. Hay un examen psicosocial para ayudar al juez a tomar esa decisión. Su informe no es vinculante, pero los expertos emiten su juicio de valor en cuanto quién es para ellos el progenitor más adecuado y cuáles son las medidas más adecuadas.
-¿Qué recomienda a los padres que se divorcian?
-Ante una ruptura, rompe la pareja, pero no la relación de los hijos con los progenitores. Que respeten al menor y que traten de gestionar adecuadamente esas emociones que surgen cuando hay un conflicto a nivel conyugal para que no afecten a los hijos. Si gestionan bien esas emociones, serán capaces de hablar, de entenderse y, sobre todo, de buscar sus intereses comunes, que casi siempre los hay. Los hijos, los bienes... A veces, si te pones de acuerdo es lo mejor que puedes hacer para preservarlos y evitar gastos.
-¿El régimen de separación de bienes es menos problemático que el de gananciales?
-Esto es como el traje a medida. Hay que buscar la mejor solución para cada caso concreto. Nuestro Código Civil tiene el régimen de gananciales, que es el que rige, es un régimen solidario, en la época en la que se instauró iba bien porque la mujer no trabajaba y era lógico que participara de las ganancias del marido. La sociedad cambió y cada uno tiene que ir buscando qué régimen se adapta más a sus circunstancias. Tenemos unas obligaciones fiscales y dependiendo del régimen económico que tengamos los bienes responden o no de esas deudas. La gente apuesta más por el de separación de bienes porque los 2 trabajan y se entiende como más independencia. El divorcio en sí, es igual a la hora de repartir los bienes que se compran de forma conjunta.
-¿Qué medidas judiciales se han tomado para proteger a las familias de la crisis?-De la mano de la crisis matrimonial viene también la económica, o al revés, nunca se sabe muy bien, pero hay que tomar medidas. Tenemos una ley de la 2ª oportunidad que en algunos casos sí que podemos echar mano de ella. Eso está regulado en la ley concursal. Lo más habitual es que haya un acuerdo extrajudicial de pagos, entonces la familia no tiene que llegar al concurso. Ahora se está trabajando en la propuesta de directiva de 2ª oportunidad. Lo que se vislumbra es poder salvar la vivienda familiar, hoy por hoy no es posible, pero se trabaja en ese sentido. Lo máximo que puedes hacer hoy es partir de cero, sin deudas.