Marie y Boris han decidido separarse después de 15 años de vida en común, pero por problemas financieros se ven obligados a vivir bajo el mismo techo. Así comienza "L’économie du couple” (Cuentas de pareja), película del belga Joachim Lafosse protagonizada por los franceses Bérénice Béjo y Cédric Kahn en la que se desvela ese ingrediente agrio de todos los divorcios, incluso los más amistosos: el espinoso tema del dinero y de la separación de bienes.
El mayor escollo es el apartamento donde vivieron juntos y que Marie, quien viene de una familia adinerada, compró, pero que Boris con sus manos renovó. Este drama hace una radiografía de los sentimientos encontrados, mezquindades, reglas impuestas y humillaciones de las que son capaces para defender el patrimonio que cada uno considera propio, conflicto que salpica a los hijos de la pareja.
Esta película, que se presentó en la sección Quincena de los realizadores del último Festival de Cannes, hurga en la intimidad sentimental pero también monetaria de los personajes.
“Es en la intimidad que se observan los cambios verdaderos en la vida de las personas. No es si un alguien se compró el último modelo de teléfono, o un carro nuevo. Es en la manera en que lo femenino y lo masculino cohabitan. Quizás sea por eso que muchos cineastas abordan el tema de la pareja en la actualidad. Ahora que tengo 40 años, no me da pena decirlo: la pareja es uno de los temas que más me interesan. Y también, el dinero como síntoma de las dificultades de una pareja. Cuando uno analiza ese síntoma, de la manera más cruda posible, tenemos un chance de entender por qué una relación funciona o no” dijo Joachim Lafosse ante los micrófonos de RFI.
Cuentas de pareja no se resume exclusivamente al aspecto financiero, pero si deja en claro que el dinero es uno de los temas sobre el cual una pareja puede desgarrarse pero también un prisma a través del cual acercarse a la naturaleza humana.
“Se dice que ‘cuentas claras conservan amistades’. Yo creo que “las cuentas claras” también conservan los grandes amores. Hay algo muy romántico cuando se habla claramente de las posibilidades financieras que se tienen o no. Creo que el hombre viril es aquel que es capaz de aceptar su miedo a no tener los medios para comprar o realizar algo. Es aquel que acepta su fragilidad. Y la mujer femenina es aquella que acepta o toma bajo su ala esa fragilidad. Yo quería filmar eso en esta película”, agregó Lafosse.
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