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En Reus, 44 hombres están protegidos de la violencia de sus parejas.
De las 327 órdenes de alejamiento vigentes, 283 corresponden a mujeres víctimas de la violencia de género.
MARC LIBIANO PIJOAN | 05/01/2012
La sensibilización social en la problemática de la violencia de género parece que sale con mayor asiduidad a la luz en la capital del Baix Camp.
Así lo reflejan los datos que ayer hizo públicos l’Oficina d’Atenció a la Víctima, que gestiona el área de Benestar Social del Ayuntamiento de Reus.
En 2011 se han atendido a un total de 911 personas por las 856 de 2010. Es decir, un incremento de un 6%.
Cabe destacar que en Reus, actualmente, existen 327 órdenes de alejamiento.
44 de ellas son para proteger a hombres de sus mujeres o hijos.
Las 283 restantes son medidas de seguridad para mujeres.
Algunas órdenes de alejamiento incluso son mutuas entre 2 integrantes de la misma familia.
De las 911 personas atendidas el pasado año, 779 han sido mujeres y 132 hombres.
Por lo que respecta a la nacionalidad, el 70% de los atendidos son autóctonos y el 30% restante inmigrantes.
«Este dato nos demuestra que esa impresión de que la mayoría de casos tienen que ver con la inmigración no es del todo cierto», corroboró la concejal de Benestar, Montserrat Vilella, que estuvo acompañada por la concejal de Seguretat, Alicia Alegret.
Entre todas las actuaciones de 2011, destacan:
1.- 537 por órdenes de alejamiento,
2.- 223 por maltratos,
3.- 39 por amenazas,
4.- 39 por dificultades en relaciones familiares,
5.- 20 por conductas asociales y
6.- 8 por violencia juvenil.
«Notamos una cierta tendencia hacia un aumento de violencia de hijos a padres que nos preocupa», aseguró Vilella.
Por otro lado, desde el área de Benestar Social se quiere impulsar un nuevo trabajo de reinserción de los maltratadores.
En este sentido, todavía no se ha creado una hoja de ruta, aunque se piensa en grupos de ayuda mutua o terapias individualizadas.
«Queremos trabajar con personas que todavía no tengas condenas de prisión. Debemos intentar que no lleguen a ese extremo», aseguró Montserrat Vilella.
Los condenados ya reciben este tipo de ayuda en sus respectivos centros penitenciarios.
A esta nueva líneas de actuación hay que añadir los programas de prevención de conductas violentas que la Guàrdia Urbana ya realiza en las escuelas e institutos de la capital del Baix Camp.
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