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Los puntos de los malos tratos
Actualizado 11/09/2006. ABC Sevilla.
Las cifras de la violencia contra las mujeres no bajan.
Mientras la DGT saca pecho ante el éxito de una medida (el carné por puntos) en la reducción de la mortalidad en las carreteras, los responsables de la Ley contra los malos tratos andan buscando el hueco de un ala de avestruz para esconder la cabeza: las mujeres sigue cayendo como chinches.
Pese a la gran ofensiva legislativa y social, comparable, en su intensidad, al exterminio del tabaco y a la represión en las carreteras, la prueba del algodón estadístico no engaña: 12 asesinatos llevamos en Andalucía este año, más que muertos en las carreteras en la operación Fin de Agosto.
La raíz de este fracaso tiene muchas ramificaciones, la más gruesa, la persistencia del machismo como identidad cultural, consentido, asumido y jaleado por una porción nada desdeñables de mujeres de todas las clases sociales.
Pero ese árbol de complejidades psicológicas y hábitos sociales, no nos debe impedir ver el bosque: muchos hombres siguen matando y demasiadas mujeres siguen prefiriendo callar a denunciarlos.
Sus razones tienen: denunciar al agresor conlleva a veces la autopena de muerte.
Las órdenes de alejamiento, lejos de disuadir al asesino, lo incitan. «Como me denuncies, te mato».
Un sujeto que ha cruzado la línea roja de la agresión y la tortura, mayormente un psicópata, no va a variar de comportamiento... salvo que lo encierren...
La erradicación de la pandemia no se vislumbra cercana.
La publicidad que la ley y su cruzada le han hecho a esta lacra cultural camina en sentido contrario: no ha logrado bajar el número de asesinatos (sí las denuncias) y ha incrementado los suicidios de los asesinos, que matan como siempre pero con tanta culpa que se pegan un tiro...Todo un éxito.
Mientras el hábito social del maltrato se convierte en motor de la fama fácil (los programas del corazón), el Gobierno de ZP se apunta al síndrome de Estocolmo: no sólo hay más asesinatos porque sigue habiendo demasiados asesinos sueltos sino porque «3 de 4 mujeres asesinadas vulneraron las medidas de protección», dice la delegada contra la Violencia sobre la Mujer.
Hay que maquillar los moratones del fracaso en las estadistas (56 asesinadas en España)y , como esto siga así, acabarán por eliminar de las mismas aquellos casos en los que la víctima se lo buscó o le darán un carné por puntos para restarles ídem a cada incumplimiento de la ley de autoprotección.
La víctima es víctima precisamente porque es incapaz de autoprotegerse, ni la sociedad de protegerla. Lo ha dicho, con la sagacidad que la caracteriza en este tema, la consejera Micaela Navarro: si un ciudadano llama a la policía cuando un ladrón desvalija la casa del vecino ¿por qué no hace lo mismo si lo que ve u oye es a un asesino tratando de asesinar, un día sí y otro también, a su mujer y sus hijos?
La eficacia de una Ley, manifiestamente mejorable en este caso, no se mide por el eco de los bombos y platillos que acompañaron su redacción.
Ante los malos tratos, la ley, sus medios, la represión que debe ejercer y la concienciación que debe expandir, van camino de perder muchos puntos....
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