carta de una mujer fuerte y feliz.
El divorcio no
debe ser considerado como un fracaso sentimental, por lo contrario, es el
inicio de una nueva aventura donde el amor propio
es lo principal.
Foto: Google
wapa.pe/08/11/2016 |
Enfrentar un divorcio no es algo que decides de la
noche a la mañana, para llegar a esta decisión las mujeres /hombres nos
enfrentamos a miles de cuestionamientos y uno de ellos es saber si realmente
fracasamos en el amor porque no “vivimos felices para siempre”. Sin embargo,
llega un momento en el cual te das cuenta que ser divorciad@ es una buena
decisión porque te diste cuenta que lo que no te hace feliz, es momento
de dejarlo ir. Esto lo demuestra Fabiola Gurrola, quien escribió una
carta y contó lo que tuvo que pasar para ser una mujer felizmente divorciada.
“Cuando mi matrimonio comenzó a
desmoronarse hace un tiempo, no fue por una sola razón sino por muchas.
Traté de buscar una solución, hacer un plan, esforzarme y trabajar para que
funcionara.
Lo intenté todo. Y probablemente
mientras leas estas palabras, pienses: “¿realmente lo intentaste?”. Sí, luché
por él, luche por nosotros. Pero, ¿cómo puedes perder una batalla que no
es sólo tuya? Se necesita el esfuerzo de 2.
El matrimonio no terminó el día que en
firmamos un pedazo de papel. El fin comenzó con todo lo que hice para
evitar que sucediera, cuando tuve que dar más de mí cada día porque los
indicadores se encontraban en números rojos.
A veces nos enfocamos tanto en lo que
la sociedad califica como un fracaso, que olvidamos mirarnos al espejo y
ver lo que esa batalla hace con nosotros día y noche. Ahora me doy cuenta de
que lo intenté más allá de lo sano. Como muchas madres solteras que sufren con
relaciones enfermizas en un intento por buscar un padre para sus hijos, yo hice
lo propio al tratar de mostrarme como una súper mujer en los buenos, en los
malos y en los pésimos días.
En realidad, el fracaso comenzó
cuando decidí no darme por vencida, como otras han hecho antes, y como
seguramente muchas lo harán después. A veces nos aferramos tanto a la
idea del matrimonio que ponemos en riesgo nuestra alma. Una vez que la
pesadilla termina, nos damos cuenta lo que hemos perdido también algo de
nosotros.
El divorcio no es la salida
fácil ni tampoco significa que no has hecho lo suficiente; no es que hayamos
dado menos de lo que dieron otras chicas que tienen un matrimonio exitoso. Debo
decir esto: soy divorciada y no soy una fracasada. Detrás de las lágrimas que
lloré, de las sesiones de terapia de pareja, entre los nuevos inicios y las
súplicas, nunca me di por vencida, siempre di lo mejor.
Puede parecer un fracaso, pero es el
principio de una nueva aventura, de un viaje no planeado que no será
fácil, pero que de ahora en adelante será tu propio viaje. El divorcio te pone
de vuelta en el asiento del conductor, y el camino por el cual transitas está
lleno de felicidad, siempre y cuando tengas la fortaleza para
reconocerlo”.
Sin duda alguna una carta muy sincera donde la escritora
no solo cuenta qué le pasó en su relación de pareja, sino que también brinda
más de un motivo por el cuál debes considerar un divorcio como una victoria y
una nueva oportunidad para ser feliz contigo misma.
Nota: El caso se puede aplicar igualmente al hombre, las sensaciones son idénticas.
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