MARTÍ PALMA, 22/12/2022
Los conflictos son tan antiguos como la humanidad y no necesariamente son negativos, es necesario transformarlos, gestionarlos. Conflictos en el ámbito familiar, como divorcios, herencias, cuidado de familiares; conflictos comunitarios y de convivencia; conflictos en el ámbito laboral o deportivo, son algunos ejemplos muy comunes. En estos casos la mediación es una herramienta eficaz para gestionar conflictos y evitar terminar en los tribunales. Este año el Centre de Mediació de Catalunya ha gestionado cerca de 3.000 procedimientos de mediación y prácticamente la mitad de éstos han terminado con un acuerdo entre las partes implicadas.
El Centre de Mediació de Catalunya es un organismo del Departament de Justícia, Drets i Memòria, responsable de la promoción y el impulso de la resolución alternativa de conflictos. La mediación es un método en el que, de forma voluntaria, las partes confrontadas intentan llegar a un acuerdo satisfactorio. Es más rápido y económico que la vía judicial y permite gestionar las disputas con confidencialidad.
Soluciones a medida de las necesidades.
La mediación se realiza en un contexto menos formal, en comparación con los juzgados, lo que facilita encontrar soluciones constructivas, asumibles y adaptadas a las necesidades de todos. Es decir, las partes en conflicto tienen la libertad de decidir hasta dónde quieren llegar para conseguir un posible acuerdo, bajo la orientación de una persona mediadora.
La experiencia en resolución de conflictos demuestra que escuchar y sentirse escuchado, gracias a la asistencia de un profesional, abre las puertas a empatizar con la otra persona y empezar a ver las cosas que se tienen en común, más allá de las diferencias que nos separan.
El profesional de la mediación sienta las bases de una comunicación fluida, basada en el respeto, que permite restablecer los puentes de diálogo y mejorar la convivencia.
Una Catalunya menos judicializada.
El Govern apuesta por una Catalunya mediadora, que fomente la gestión de los conflictos, la resolución dialogada y la cultura de la paz. En este sentido, la mediación es uno de los métodos estrella para transformar conflictos y evitar acudir a los juzgados. De hecho, el Departament de Justícia, Drets i Memòria está elaborando una ley general de prevención, gestión y resolución de conflictos para regular todo el procedimiento de la mediación. La futura ley pondrá aún más al alcance de las personas y las empresas los beneficios de este sistema alternativo de resolución de conflictos y, de paso, descongestionará los tribunales.
A la mediación pueden llegar todo tipo de conflictos: temas del ámbito familiar (separaciones, divorcios, cuidado y atención de personas mayores, adopciones o acogimientos, designación de tutores, régimen de visitas, cuestiones económicas derivadas de la tutela de niños, herencias, pensión por alimentos); conflictos por convivencia, gestión de las diversidades. Conflictos relacionados con el derecho a la vivienda relativos a alquileres o reclamaciones de cantidad; y conflictos en las organizaciones, empresas, entre fundaciones o asociaciones, etc.
Ni vencedores ni vencidos
No hay, ni se buscan, personas vencedoras ni perdedoras, sino personas que se esfuerzan por encontrar las mejores soluciones compartidas que puedan ser válidas y aceptables para todas las partes. En los conflictos, donde los sentimientos y emociones están a flor de piel, causa una gran angustia y frustración sentirse como parte perdedora.
La mediación evita esta etiqueta y, por tanto, facilita la superación del conflicto y ayuda a cerrar heridas y preservar las relaciones.
Si nadie se siente perdedor y las partes han logrado dialogar, será mucho más fácil que en el futuro puedan mantener algún tipo de relación y tomar decisiones sobre los intereses comunes. Esta ventaja es especialmente significativa en el caso de ruptura con hijos menores, por ejemplo.
En conflictos en el ámbito de la comunidad, una mediación posibilita que las partes puedan hablar, decidir, y asumir compromisos comunes desde la colaboración y el respeto, contribuyendo, por tanto, a preservar la paz social en las relaciones ciudadanas. Puede recurrirse a este servicio siempre que no se haya iniciado un proceso judicial y esto no invalida el derecho a acudir a la vía judicial posteriormente en caso de que no haya acuerdo.
Si nadie se siente perdedor y las partes han logrado dialogar, será mucho más fácil que en el futuro puedan mantener algún tipo de relación y tomar decisiones sobre los intereses comunes. Esta ventaja es especialmente significativa en el caso de ruptura con hijos menores, por ejemplo.
En conflictos en el ámbito de la comunidad, una mediación posibilita que las partes puedan hablar, decidir, y asumir compromisos comunes desde la colaboración y el respeto, contribuyendo, por tanto, a preservar la paz social en las relaciones ciudadanas. Puede recurrirse a este servicio siempre que no se haya iniciado un proceso judicial y esto no invalida el derecho a acudir a la vía judicial posteriormente en caso de que no haya acuerdo.
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