martes, 26 de octubre de 2010

Matrimonios, Divorcio e Inmigración ilegal

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/20101026/las-bodas-extranjero-bajo-lupa-justicia/557611.shtml

UNA PRÁCTICA EN ALZA: Las bodas en el extranjero, bajo la lupa de Justicia
Españoles casados con foráneos en sus países denuncian trabas del Gobierno

Martes, 26 de octubre del 2010.BENOÎT CROS.BARCELONA
Tras un año y medio de relación, el asturiano Jorge Javier Ríos se casó en la República Dominicana con su novia, Dulce Florida Ventura, oriunda de la isla caribeña.
Después de 2 años de trámites, el Gobierno español sigue sin reconocer su matrimonio al considerarlo «de conveniencia» y, hasta ahora, Jorge Javier y Dulce Florida no pueden convivir en el domicilio conyugal.
Ella sigue en su país, sin autorización para fijar su residencia en España.

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Frente a lo que consideran una «injusticia», decenas de parejas han decidido unirse en una plataforma, la Asociación Pro Derechos de Parejas en la Distancia, para dar a conocer su situación y apoyarse entre ellas.
Según sus datos, existen unos 300 casos conocidos, la mayoría por matrimonios celebrados en la República Dominicana, pero también en Colombia y en Perú.

El Gobierno ha extremado la vigilancia de los matrimonios celebrados en el extranjero, al objeto de impedir que las bodas de conveniencia se conviertan en un butrón para la inmigración ilegal. La Dirección General de Registros y del Notariado (DGRN) del Ministerio de Justicia asegura que es una treta «en creciente uso» como vía de entrada irregular en España.

PAUTAS LEGALES
Tras un primer reglamento de 1995, la DGRN publicó en el 2006 una nueva instrucción, en que se describen las pautas para identificar matrimonios fraudulentos.
Según este organismo, mediante estos enlaces «no se busca en realidad contraer matrimonio, sino que se pretende, bajo el ropaje de dicha institución, y generalmente previo precio, que un extranjero se aproveche de la apariencia matrimonial».

En el 2009, fueron inscritos en los consulados españoles más de 20.000 matrimonios, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores no comunica datos de las solicitudes denegadas.
Sin embargo, en una entrevista con la cadena dominicana Color Visión, el excónsul de España en Santo Domingo Manuel Hernández, afirmó que su consulado rechazaba el 70% de las peticiones de inscripción de matrimonio.
El actual cónsul, Manuel Lorenzo, estima que la proporción no es tan alta, pero tampoco concreta ninguna cifra.

AMOR CON COMPROBANTES
Para comprobar la sinceridad de su matrimonio, las parejas deben entregar documentos demostrando su relación: correos electrónicos, facturas de teléfono, cartas, recibos de envío de dinero... Además, los consulados llevan a cabo entrevistas a cada contrayente.
«Aparte de las típicas preguntas sobre la familia y los intereses de mi marido, me preguntaron qué me había puesto durante la noche de boda y de qué color eran mis bragas en el momento de la entrevista», dice Vanesa Torio, una afectada.
«Tuve que enseñarlas en parte para demostrarlo», añade esta gaditana de 29 años.
El cónsul Manuel Lorenzo negó a EL PERIÓDICO que las preguntas llegaran a tal grado de intimidad.

«A mi marido le preguntaron sobre las fiestas de mi pueblo y sobre política», explica Nerea Luezas, una bilbaína de 38 años.
«¿Con estas preguntas se mide el amor de mi marido por mi?»
La resolución de los casos suele ser muy lenta, un hecho que el propio cónsul de España en Santo Domingo reconoce y atribuye a la falta de personal.
Si la petición es desestimada, los solicitantes pueden recurrir ante la DGRN.
En los primeros 7 meses del año, el 89% de los recursos fueron desestimados, una cifra en aumento desde el 2000.

Ante la imposibilidad de vivir en España, algunas parejas han decidido instalarse en la República Dominicana.
Es el caso de Vanesa, que trabaja como encargada de pedidos en un supermercado y tiene una hija de 7 meses.
Todavía está esperando un número de expediente por parte de la DGRN.
«No nos importa vivir en Santo Domingo, porque los 2 tenemos trabajo», dice.
«Pero queremos un visado para ir a visitar a la familia en España. Estamos desesperados», agrega.

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