BERTA G. DE VEGA, Málaga, 19 MAR. 2019
Una investigación desarrollada por el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia sostiene que "el éxito de cualquier conciliación pasa por tener en cuenta a los padres".
En España, hay 1 millón y medio de hogares donde no se celebra el Día del Padre. No hay. No está. Y, al mismo tiempo, está aumentando el número de familias en las que los niños están al cuidado sólo del progenitor, según un estudio de The Family Watch -el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia- elaborado por la profesora de la Universidad Carlos III Mª Calvo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), son las familias monomarentales -en los que sólo hay madre- las que más aumentan pero, al hilo de los tiempos, los roles han experimentado cambios en la sociedad, y los padres están cada día más involucrados en el cuidado de sus hijos.
En su informe, el 'think tank' The Family Watch quiere resaltar la importancia de la figura paterna en la sociedad actual.
Sobre el cambio experimentado en los roles familiares -qué debe hacer un padre, qué debe hacer una madre o qué deben hacer ambos- Calvo cita en su investigación un estudio de Naciones Unidas que constata cómo los hombres que se han criado sin la figura paterna son menos proclives a involucrarse a fondo en la crianza de sus hijos.
Para esta profesora, el éxito de cualquier política de conciliación que quiera permitir las máximas aspiraciones laborales de las mujeres pasa por tener en cuenta a los padres. La encuesta que publicó este periódico con motivo del Día de la Mujer mencionaba, precisamente, que los padres españoles están dispuestos a aceptar encargarse más de sus hijos que las madres si se dan las circunstancias.
Sobre el cambio experimentado en los roles familiares -qué debe hacer un padre, qué debe hacer una madre o qué deben hacer ambos- Calvo cita en su investigación un estudio de Naciones Unidas que constata cómo los hombres que se han criado sin la figura paterna son menos proclives a involucrarse a fondo en la crianza de sus hijos.
Para esta profesora, el éxito de cualquier política de conciliación que quiera permitir las máximas aspiraciones laborales de las mujeres pasa por tener en cuenta a los padres. La encuesta que publicó este periódico con motivo del Día de la Mujer mencionaba, precisamente, que los padres españoles están dispuestos a aceptar encargarse más de sus hijos que las madres si se dan las circunstancias.
A favor de esta conciliación entre vida laboral y familiar están tanto ellas (86,6%) como ellos (90,9%).
La investigadora, que también ha dedicado esfuerzos a estudiar la brecha masculina en el fracaso escolar, llama la atención sobre el hecho de que en España apenas haya estudios sobre las consecuencias psicológicas en los hijos de una crianza sin padre, como sí se han hecho en otros países, sobre todo en EEUU.
La ausencia de padre, en estos estudios en países anglosajones, se relaciona, en el caso de las hijas, con un aumento de las posibilidades de embarazos tempranos, divorcios y baja autoestima, además de abuso de drogas y de alcohol. En el caso de los hijos, esta falta de figura paterna los hace más vulnerables que las niñas y tienen más riesgo de fracaso escolar, falta de control y de agresividad.
En el informe de Calvo se constata que, de ocurrir un divorcio, las investigaciones demuestran que la relación con padre-hijo puede acabar desapareciendo de ahí que insistiera en que "los padres aportan consecuencias muy beneficiosas para sus hijos".
Según los estudios citados en el informe, 10 años después de un divorcio sin custodia compartida, sólo 1 de cada 10 hijos mantiene un contacto semanal con su padre. El vínculo se pierde con más facilidad con los padres que nunca formalizaron el matrimonio con la madre, según explica Calvo, de ahí que mencione una iniciativa que puso en marcha Barack Obama para fomentar los matrimonios y la mayor involucración de los padres en la educación de los hijos.
Es más, el informe es partidario de que se hagan campañas institucionales que resalten la importancia en la educación de los hijos de los padres y que se premie de alguna manera a las empresas que apuesten por hacer la vida más fácil a los padres para que puedan atender sus responsabilidades familiares.
Mª José Olesti, directora general de The Family Watch, cree positivo que se alarguen los permisos de paternidad y ve necesario que se deje de asociar la conciliación sólo con las madres. "Ambos progenitores son imprescindibles", dijo.
"Las investigaciones muestran unas conclusiones abrumadoras sobre los beneficios de la implicación paterna en la educación y crianza de los hijos.
Sensu contrario, los estudios llaman la atención sobre las consecuencias negativas de la falta de implicación de los progenitores masculinos en todos los ámbitos (pobreza; exclusión social; drogadicción; fracaso escolar; violencia de género; salud mental de los hijos...)", dice Calvo en la introducción de un informe que ha sido una prolongación de libros suyos anteriores, como Padres destronados. En el estudio se detalla que la figura paterna no tiene por qué referirse al padre biológico, ya que puede asumirla otros familiares, padres adoptivos o padrastros.
En el estudio, Calvo ha querido tratar 2 tipos de ausencia paterna, la física y la psíquica. Esta última sería la que se da en familias "matrifocales", donde el vínculo más fuerte se da entre los hijos y la madre y el padre queda desdibujado porque se considera de antemano que no puede ejercer adecuadamente ese rol; la familia más extensa es sólo la de la madre y las mujeres son las que toman todas las decisiones importantes. "El padre, desplazado, queda como un espectador benévolo de la relación madre-hijo", escribe Calvo.
La investigadora, que también ha dedicado esfuerzos a estudiar la brecha masculina en el fracaso escolar, llama la atención sobre el hecho de que en España apenas haya estudios sobre las consecuencias psicológicas en los hijos de una crianza sin padre, como sí se han hecho en otros países, sobre todo en EEUU.
La ausencia de padre, en estos estudios en países anglosajones, se relaciona, en el caso de las hijas, con un aumento de las posibilidades de embarazos tempranos, divorcios y baja autoestima, además de abuso de drogas y de alcohol. En el caso de los hijos, esta falta de figura paterna los hace más vulnerables que las niñas y tienen más riesgo de fracaso escolar, falta de control y de agresividad.
En el informe de Calvo se constata que, de ocurrir un divorcio, las investigaciones demuestran que la relación con padre-hijo puede acabar desapareciendo de ahí que insistiera en que "los padres aportan consecuencias muy beneficiosas para sus hijos".
Según los estudios citados en el informe, 10 años después de un divorcio sin custodia compartida, sólo 1 de cada 10 hijos mantiene un contacto semanal con su padre. El vínculo se pierde con más facilidad con los padres que nunca formalizaron el matrimonio con la madre, según explica Calvo, de ahí que mencione una iniciativa que puso en marcha Barack Obama para fomentar los matrimonios y la mayor involucración de los padres en la educación de los hijos.
Es más, el informe es partidario de que se hagan campañas institucionales que resalten la importancia en la educación de los hijos de los padres y que se premie de alguna manera a las empresas que apuesten por hacer la vida más fácil a los padres para que puedan atender sus responsabilidades familiares.
Mª José Olesti, directora general de The Family Watch, cree positivo que se alarguen los permisos de paternidad y ve necesario que se deje de asociar la conciliación sólo con las madres. "Ambos progenitores son imprescindibles", dijo.
"Las investigaciones muestran unas conclusiones abrumadoras sobre los beneficios de la implicación paterna en la educación y crianza de los hijos.
Sensu contrario, los estudios llaman la atención sobre las consecuencias negativas de la falta de implicación de los progenitores masculinos en todos los ámbitos (pobreza; exclusión social; drogadicción; fracaso escolar; violencia de género; salud mental de los hijos...)", dice Calvo en la introducción de un informe que ha sido una prolongación de libros suyos anteriores, como Padres destronados. En el estudio se detalla que la figura paterna no tiene por qué referirse al padre biológico, ya que puede asumirla otros familiares, padres adoptivos o padrastros.
En el estudio, Calvo ha querido tratar 2 tipos de ausencia paterna, la física y la psíquica. Esta última sería la que se da en familias "matrifocales", donde el vínculo más fuerte se da entre los hijos y la madre y el padre queda desdibujado porque se considera de antemano que no puede ejercer adecuadamente ese rol; la familia más extensa es sólo la de la madre y las mujeres son las que toman todas las decisiones importantes. "El padre, desplazado, queda como un espectador benévolo de la relación madre-hijo", escribe Calvo.
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