domingo, 17 de marzo de 2019

Diez razones por las que divorciarse ahora mismo

La columna de Carla de la Lá, 14 de marzo de 2019.
El matrimonio es la principal causa de divorcio en Europa y los españoles somos el 2º país con mayor tasa de rupturas, 7 por cada 10 matrimonios, según el Instituto de Política Familiar. La 1º comunidad es la canaria, donde se deshacen la totalidad de los matrimonios que se formalizan.
Convivir es complicado (ni siquiera aguantarse a uno mismo a veces es tarea fácil...) y en todo matrimonio que ha cohabitado más de 1 semana existen motivos para separarse. Podríamos decir que los únicos que no tienen 10 razones para divorciarse ahora mismo son los solteros. 
Y eso que el divorcio se cataloga por un sinnúmero de investigadores y psiquiatras como el 2º proceso más estresante y doloroso durante la edad adulta, después de la pérdida de un hijo.
Y eso que la sociedad, la economía y las religiones lo han satanizado de tal modo que muchas parejas infelices continúan por miedo a lo desconocido y a lo que desde los sectores más conservadores, si no pecado, se denomina fracaso.
Analicemos sin trapos calientes, por amor al conocimiento y la verdad, las causas por las que -con arreglo a la justicia, al sentido común y al amor mismo- todos deberíamos divorciarnos ipso facto. No obstante, en esto del matrimonio sólo hay una cosa verdaderamente clara: si te quedas lo lamentarás. Si no te quedas, también lo lamentarás:
1. Falta de higiene: Fin de semana en la playa, una deliciosa comida en el puerto, humor y mucho deseo... tú, bogavante fresquito con Chardonnay y él un arroz negro con alioli y el tinto reserva más violáceo del mundo, café y puro. Nada puede romper la dicha excepto una cosa, un gesto con altísima capacidad destructiva que volatilizará todo el encanto en un segundo: No tiene intención de lavarse los dientes.
¡Adiós querido! Mejor un te detesto, que un te amo con los dientes sucios y la Biblia lo refrenda: no existe ley divina ni humana que nos obligue a yacer junto a una persona de sospechosa higiene o mal aliento.
2. Mentiras: Es difícil decidir qué es peor, si soportar a un mentiroso o a un amante de la verdad. Lo que parece claro es que el mentir hay que hacerlo con Arte, sobre todo cuando uno se mienta a sí mismo... Y que si uno no puede confiar en su pareja lo más artístico que puede hacer es desparejarse.
3. Hiposexualidad: La 1ª vez que mi mujer y yo tuvimos un orgasmo simultáneo fue cuando el juez firmó el acta de divorcio (W. Allen).
El sexo une, favorece la intimidad, la confianza y es el factor diferencial entre una relación amorosa y el resto de las relaciones de amistad, fraternidad o profesionales. Con todo, la falta de sexo no será un inconveniente si es aceptada sin sufrimiento por ambos cónyuges. De lo contrario la frustración será difícil de conllevar y contener.
4. Infidelidad: Decía Dumas (hijo) que “El matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hace falta ser 2 y, a menudo, 3”. 
La infidelidad está muy fea pero aun peor es despresurizar la conciencia confesando innecesariamente. Fin de semana en la playa, una deliciosa comida en el puerto, el mejor chardonnay y dos días por delante para disfrutar...
* Mi amor, te quiero tanto que no puedo seguir callando, una vez tuve un desliz sin importancia: ¿recuerdas ese día que te fuiste a casa antes que yo y me quedé con tu primo Borja y sus amigos?
* No me digas más, alma mía, te dejo, pero no por infiel, por imbécil.

5. Deslealtad: No es la falta de amor sino la falta de amistad lo que crea matrimonios desgraciados. ¿Nunca habéis presenciado a esas personas que se validan socialmente -como humoristas- ridiculizando o llevando la contraria a sus parejas en público? Hay pocos espectáculos de mayor patetismo.
6. Adicciones y trastornos compulsivos: Son incontables las patologías que pueden acabar con la pareja entre drogas, alcohol, ludopatía, vigorexia, tanorexia, ortorexia.... O las muchas clases de descontrol de impulsos. Hazte un favor y no dediques tu vida a alguien que tiene más problemas que tú.
Date prisa mi vida, he reservado en el mejor restaurante...bogavante y chardonnay, como a ti te gusta.
* Lo siento, pero me bajo a nadar en la piscina del hotel, además no quiero comer hoy.
* pero si fuiste al gimnasio en Madrid... Y has desayunado zumo de Kale...¿hace cuántos meses que no salimos tú y yo?
* es que estoy gordísima, fíjate que tripa se me ha puesto por estar 3 horas sentada en el coche...Haz tu vida...después iré a correr y más tarde a la sauna .

* Cielo mío, yo también debería correr, en dirección a mi abogado.

7. Maltrato más o menos evidente: hay relaciones que deben terminar por su alto nivel en abuso psicológico si no físico. 
Fin de semana en la playa, una deliciosa comida en el puerto, el mejor chardonnay, felicidad indiscutible o:
* No me gusta nada ese vestido que te has puesto, te hace mayor, ¿No irás a comer pan? Me pone nervioso, además haces ruido ¿has engordado, no?

8. Holgazanería: ¡Au Revoir parásitos! Uno puede sufrir una eventualidad o un golpe de mala suerte y la pareja debe estar ahí para consolar, proteger y acompañar pero recuerda, la persona a la que le va mal siempre no hará buen equipo contigo ni con nadie. Quítate ese yugo del cuello, deshazte de ese yunque, de ese ancla, también llamado “bolsa” en Venezuela y huevón en chile.
9. Mamitis adulta: Antes un marido con VIH que con mamitis aguda porque detrás siempre hay un hombre inmaduro que teme crecer y tomar sus propias decisiones. Si ante cualquier evento o decisión llama a su madre para pedir su opinión está claro que no ha cortado el cordón umbilical.
Fin de semana en la playa, la mejor suite frente al mar:
* Date prisa mi vida, he reservado en ese restaurante que nos encanta... bogavante y chardonnay, lo que más nos gusta.
* Espera, voy a llamar a mamá, a ver si le parece bien. [...] Dice que es muchísimo mejor el de la plaza y que no comamos marisco que nos va a sentar mal, que mucho mejor caza. Y que no se nos ocurra bañarnos sin haber hecho la digestión. Y que no se te olvide darme la crema factor 50 en la nariz, que luego se me quema.

10. Inmadurez o anomalía en el manejo del dinero: Podéis leerlo en Corintios: “ni los borrachos, ni los mentirosos, ni los adúlteros, ni los asesinos, ni los tacaños” heredarán el reino de los cielos. Y es que la mezquindad económica o su defecto opuesto, la prodigalidad, son causa sobradamente justificada de divorcio.
¿Te quejarás del hotelazo al que te he traído, eh muñeca? Nosotros no nos merecemos menos. Esto es lo que nos corresponde... una langosta en el mejor restaurante del puerto, vino francés y 2 días por delante solos para disfrutar a todo tren...
* Buena idea, en casa, no sé por qué, no había agua caliente.
* Espera que me llaman.
* ¿Quién es?
* Nada el banco, que no he pagado la hipoteca. ¡Qué pesados, siempre hablando de dinero!
Nota: En España el Divorcio es Incausado, no se necesita una causa determinada para solicitarlo, desde el año 2005.

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