Valentina Alazraki
/ Roma/Noticieros Televisa/
02. Jul. 2014
Foto: AP
Los divorcios y las separaciones registran una baja
en Italia debido principalmente a la crisis económica y porque comparten
los gastos de luz, agua, teléfono, etcétera
Debido a la crisis económica, separarse o divorciarse se ha vuelto un lujo para las parejas italianas.
Por 1ª vez, desde 1995, en 2012 se registró una disminución de ambos, ya que hubo 88.288 separaciones y 51.319 divorcios, lo que representa una disminución del 6 % y del 4.6 % con respecto al año anterior.
De acuerdo con la asociación agrícola más grande de Italia, Coldiretti, para los 7.1 millones de italianos que viven solos, el costo de la vida es más alto del 66 % con respecto al de una familia tradicional.
Para la compra gastan 62 % más que una persona dentro de una familia, gastan el doble para la vivienda, el 76 % más para luz y calefacción, y el 29% en transportes.
6 de cada 10 italianos que se han separado en el último año siguen viviendo en su casa con la ex pareja. Un 10 % ha vuelto a la casa de sus padres (unas 167.000 personas).
El marido, que sale de su casa y debe mantener a su esposa y a sus hijos, corre el riesgo de convertirse en un pordiosero.
La presencia de separados y divorciados ha aumentado entre los más de 4 millones de italianos que se ven obligados a acudir a comedores públicos o de la Iglesia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística de Italia (ISTAT, por sus siglas en italiano), la disminución de las separaciones y divorcios se debe, por un lado, a los problemas económicos; por el otro, al hecho de que los italianos se van a otros países europeos, especialmente España, para divorciarse porque ahí los trámites son más rápidos y menos costosos. En los últimos 5 años, 2.000 parejas italianas se divorciaron en España.
En Italia es posible divorciarse sólo 3 años después de la sentencia de separación.
Un dato contradictorio es que de acuerdo con el ISTAT, los matrimonios celebrados recientemente duran menos que en el pasado, pero parece que las bodas religiosas duran más que las civiles.
En Italia, la crisis del 7º año hizo estragos: En 20 años, entre 1985 y 2005, las uniones que se acabaron, después de 7 años, se han duplicado, pasando del 4.5 % al 9.3%.
La edad media de las personas que se separan es de 47 años en el caso de los maridos, y de 44 en el caso de las mujeres.
Según el ISTAT, estos valores han aumentado debido a la postergación del matrimonio.
En el caso de divorcio, la edad gira alrededor de los 49 para los hombres, y 46 para las mujeres.
Se ha registrado el aumento de los divorcios con una de las 2 personas con más de 60 años.
Los matrimonios que sobrevivieron a la crisis del 7º año en el 2012 fueron 933 matrimonios por la Iglesia (en el 2005 fueron 1000) y 880 matrimonios civiles de los 1000 del 2005.
ISTAT estima que esto se debe probablemente a que la decisión de casarse por la Iglesia se toma después de un período de mayor reflexión con respecto al matrimonio civil.
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