ahorrocapital.com/miércoles, 22.01.2014
El n° de divorcios
en España, sumado al de las separaciones y nulidades matrimoniales ronda
los 110.000 al año de media. Una cifra elevadísima, que iba en aumento hasta antes
del estallido de la crisis y que alcanzó según el INE
la cifra de 145.919 en el año 2006.
El divorcio sale caro y por eso en estos años de crisis los
casos han disminuido. No obstante el problema no radica sólo en el coste del
proceso, que ahora con el divorcio exprés habiendo entendimiento sale
relativamente barato, sino en las graves consecuencias económicas que puede
haber para los cónyuges.
Por este motivo, no es de extrañar que me haya llegado una
consulta de un lector, preocupado por proteger
su patrimonio personal de un eventual divorcio. Si bien la planificación
financiera y el asesoramiento patrimonial, pretende dar orientación y apoyo en
todas las fases de ahorro y consumo de un individuo, como asesores
patrimoniales podemos ayudar a prevenir las consecuencias económicas de un divorcio.(.....)
Veamos algunos ejemplos sobre cómo proteger el patrimonio personal de las consecuencias económicas
del divorcio, así como alguna otra práctica habitual en procesos de
separación para ocultación de patrimonio.
“Mi mujer y yo nos queremos mucho. Y así será hasta que nos
dejemos de querer. De modo que lo mío es mío y lo de mis padres más. ¿Qué puedo
hacer?”
Con esa claridad y sencillez me expresaba un compañero su
preocupación, ante el traspaso de un negocio y la inminente herencia que iba a recibir
de su padre fallecido.(....)
Aunque la separación
de bienes es costumbre en algunas regiones como Cataluña o se suele
recomendar en caso de que haya actividades empresariales en las partes, esto
muchas veces no evita la pérdida de la vivienda por parte de uno de los cónyuges.
Incluso siendo un bien privativo o recibido en herencia y a
pesar de que se haya establecido en las capitulaciones matrimoniales separación
de bienes, el usufructo de la vivienda puede quedar en manos del cónyuge que
obtenga si los hay, la custodia de los hijos, en protección estos.
Normalmente suele ser el marido quien recibe las perores
consecuencias del divorcio, dándose situaciones dramáticas, en las que una de
las partes queda completamente arruinada y en la calle.
Por ese motivo, algunas soluciones que se han planteado para
proteger la vivienda familiar, si es un
bien de carácter privativo, es ocupar en régimen de alquiler propiedades
cruzadas entre familiares o inmuebles en multipropiedad o bajo titularidad de
sociedades o comunidades de bienes. De este modo en caso de divorcio, se
dificulta la permanencia de la expareja en la vivienda.
Otras veces en caso de divorcio
sin hijos y con vivienda en propiedad del matrimonio con hipoteca, suele
derivar en una extinción de condominio que muchas veces no es posible. Pues lo
establecido en el convenio regulador no es vinculante para el banco. Y eso
deriva en casos en los que nadie disfruta de la vivienda y no hay acuerdo para
alquilar ni para la venta.
Para proteger dinero en un divorcio, se puede aperturar
una cuenta en el extranjero, para ocultar la existencia de dicho
patrimonio. Mientras que el patrimonio no exceda de 50.000€, no será necesaria
la declaración de bienes en el
extranjero. Y si
dicha posición se mantiene por ejemplo invertida en fondos de inversión, con
plusvalías o minusvalías latentes, dicha posición no generará información
fiscal y por tanto quedará oculta.
Una vez inmerso en el proceso de divorcio, dado que en
ocasiones se suele alargar en el tiempo, también se puede tratar de incurrir en
deudas o hipotecar los bienes libres de cargas a fin de alterar la composición
del balance patrimonial personal, aumentar ficticiamente los compromisos de
pago y reducir las obligaciones financieras para con la otra parte. Minimizando
así el impacto de las consecuencias
económicas del divorcio.
Hay que ser cautos, pues se te podría acusar de mala
administración de los bienes del matrimonio aún no disuelto.
La interposición de sociedades en el control u ocupación de
la vivienda familiar, es otra estrategia que se puede plantear para limitar los
riesgos económicos de un divorcio.
Si hay actividades mercantiles en las partes, se pueden establecer como
domicilios sociales, la vivienda habitual, se puede afectar el inmueble a la
actividad o se puede compartir la
propiedad con una persona jurídica controlada o participada por terceras
personas.
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