¿Y qué pasa con la hipoteca común tras el divorcio?

noticias de gipuzkoa.com/2014/04/12/ Y ya van 2. 
Dos veces que viene un nuevo cliente y me dice… "Mira, me divorcié hace 5 años y tras la liquidación de los gananciales yo me quedé con la vivienda que hasta entonces había sido la familiar. Yo he seguido pagando la hipoteca solo, pero ahora mi ex me reclama que ponga la hipoteca solo a mi nombre ya que eso no lo cambiamos y sigue a nombre de los 2. ¿Eso no lo tendré que hacer yo solo no? ¡Me supone mucho gasto!". 
Claro, cuando le contesto con un rotundo sí, o de lo contrario su ex irá a ejecutar la sentencia, viene el susto, que su abogado nunca le avisó de ello, que nunca se le ocurrió que esto podría pasar, que si todo ha sido hasta ahora al 50% por qué ahora no lo puede ser. 
Que nadie le avisó de eso. Pero yo leo el convenio y está claro: se atribuye la vivienda, y se atribuye la hipoteca. Siempre nos acordamos de poner a nuestro nombre la vivienda en el Registro de la Propiedad. De la hipoteca… nos olvidamos. 
Pero es verdad que a mi nuevo cliente no le falta razón. Nadie le avisó de ello. Y hay que avisar. Debemos avisar a nuestros clientes, en las 2 vertientes, por un lado, el que se queda con la vivienda y no lleva a cabo las gestiones necesarias para poner la hipoteca sólo a su nombre, puede provocar que su ex se vea perjudicado en un hipotético caso de impago de dicha hipoteca, a nombre de los 2, porque el banco irá a por él -lo cual también puede pasar a la contra, que de repente te veas inmerso en un procedimiento judicial en el que te reclaman las cuotas de una hipoteca que grava una casa que hace años dejó de ser tuya-. Pero en fin, ese caso, el 1° si eres ex y encima te llevas mal con él, te importará bien poco. Y al banco los divorcios le interesan también bastante poco. Le interesa el dinero. Nada más. Por el otro lado, porque si no pones la hipoteca solo a tu nombre, tu ex te puede pedir la ejecución de la sentencia de divorcio, lo cual conllevará no solo más dinero en abogados, procuradores y costas, sino volver a remover temas que remueven sentimientos que deberían estar enterrados.