MarthaElva González / El Sol de México/18 de abril de 2014 /Ciudad de México.-
Ante
el aumento de un 74.3 % de los divorcios en el país,
que reclama una urgente intervención pastoral para
salvar y promover los valores del matrimonio y la familia, que están en
peligro, la Iglesia católica inicia una cruzada, "para apoyar a las
parejas, en todas las etapas de la unión conyugal", anunció la
Arquidiócesis Primada de México (APM).
Dice que el nuevo Directorio para el Sacramento del Matrimonio, exige apoyo pastoral en todas las etapas de la unión conyugal, porque 'hasta que la muerte nos separe', es el compromiso con el que los esposos se entregan uno a otro, para siempre, "sin embargo, este compromiso está en peligro, por las amenazas sociales que promueven una mentalidad 'divorcista, lo que reclama una urgente intervención pastoral', para salvar y promover los valores del matrimonio y la familia.
"Según datos del INEGI, de 1993 a 2011 el n° de divorcios en México, aumentó en un 74.3 %, pasando de 5 a 16 separaciones por cada 100 habitantes. Por ello, el directorio, presentado por el cardenal Norberto Rivera Carrera, invita a todos los católicos a trabajar en el fortalecimiento de la familia, acompañando a los matrimonios, desde que inician una vida juntos, hasta que alcanzan su madurez.
Consigna que "para estas etapas del matrimonio, la APM cuenta con procesos de formación y acompañamiento a través de la Comisión de Pastoral Familiar y algunos movimientos, a fin de ayudar a los esposos a mantener vigente su unión conyugal, para que se sientan acompañados, aprecien la riqueza de su camino y puedan superar las dificultades.
Respecto a las parejas recién casadas, el documento señala que, a pesar de las experiencias únicas y valiosas que comparten en sus 1° años de convivencia, también la "unidad es frágil", por lo que su atención debe ser una prioridad pastoral.
Añade que los 1° 10 años de matrimonio son decisivos, ya que constituyen un cambio, se está consolidando la vida en pareja y surgen situaciones como el nacimiento de los hijos, por ello, su acompañamiento requiere, abordar temas acerca del amor conyugal, del servicio a la vida y la educación, especialmente si existen carencias en la formación humana y cristiana de los cónyuges.
"Las parejas que han iniciado su recorrido matrimonial, necesitan ser apoyadas para que, conforme evolucione su vida, también pueda madurar su fe, será de gran ayuda que se les ofrezca orientación, sobre la dignidad de la vida humana, el valor y el significado de la paternidad responsable y la dimensión integral de la sexualidad".
La Pastoral Matrimonial, también debe acompañar a los esposos que se encuentran en situaciones difíciles de infidelidad, de pérdida de sentido de la nueva etapa matrimonial e incluso, de crisis ante el nuevo estilo de vida generado por situaciones que provocan desatención mutua, como el trabajo, las relaciones sociales, la llegada de los hijos, lo que puede ocasionar conflictos, incomprensiones y crisis.
"Tampoco se debe olvidar que, con el paso de los años, los esposos afrontan otro tipo de problemas, como la educación de los hijos, la interacción con la escuela y el ambiente social, mientras sus hijos avanzan hacia la adolescencia y la juventud, esta etapa es una de las más hermosas del matrimonio, pero también de las más difíciles de transitar".
Después vienen situaciones de las parejas con muchos años, los hijos forman su propio hogar, muchas veces, desentendiéndose de ellos, la viudez, la soledad y las enfermedades, que también requieren de atención.
Finalmente, el documento pide que en todo momento, se tome en cuenta el testimonio de matrimonios y familias con experiencias positivas, el acompañamiento cercano de los movimientos a favor de los matrimonios y las iniciativas a nivel de parroquias, dirigidas a acoger a los nuevos matrimonios y familias en las actividades pastorales.
Dice que el nuevo Directorio para el Sacramento del Matrimonio, exige apoyo pastoral en todas las etapas de la unión conyugal, porque 'hasta que la muerte nos separe', es el compromiso con el que los esposos se entregan uno a otro, para siempre, "sin embargo, este compromiso está en peligro, por las amenazas sociales que promueven una mentalidad 'divorcista, lo que reclama una urgente intervención pastoral', para salvar y promover los valores del matrimonio y la familia.
"Según datos del INEGI, de 1993 a 2011 el n° de divorcios en México, aumentó en un 74.3 %, pasando de 5 a 16 separaciones por cada 100 habitantes. Por ello, el directorio, presentado por el cardenal Norberto Rivera Carrera, invita a todos los católicos a trabajar en el fortalecimiento de la familia, acompañando a los matrimonios, desde que inician una vida juntos, hasta que alcanzan su madurez.
Consigna que "para estas etapas del matrimonio, la APM cuenta con procesos de formación y acompañamiento a través de la Comisión de Pastoral Familiar y algunos movimientos, a fin de ayudar a los esposos a mantener vigente su unión conyugal, para que se sientan acompañados, aprecien la riqueza de su camino y puedan superar las dificultades.
Respecto a las parejas recién casadas, el documento señala que, a pesar de las experiencias únicas y valiosas que comparten en sus 1° años de convivencia, también la "unidad es frágil", por lo que su atención debe ser una prioridad pastoral.
Añade que los 1° 10 años de matrimonio son decisivos, ya que constituyen un cambio, se está consolidando la vida en pareja y surgen situaciones como el nacimiento de los hijos, por ello, su acompañamiento requiere, abordar temas acerca del amor conyugal, del servicio a la vida y la educación, especialmente si existen carencias en la formación humana y cristiana de los cónyuges.
"Las parejas que han iniciado su recorrido matrimonial, necesitan ser apoyadas para que, conforme evolucione su vida, también pueda madurar su fe, será de gran ayuda que se les ofrezca orientación, sobre la dignidad de la vida humana, el valor y el significado de la paternidad responsable y la dimensión integral de la sexualidad".
La Pastoral Matrimonial, también debe acompañar a los esposos que se encuentran en situaciones difíciles de infidelidad, de pérdida de sentido de la nueva etapa matrimonial e incluso, de crisis ante el nuevo estilo de vida generado por situaciones que provocan desatención mutua, como el trabajo, las relaciones sociales, la llegada de los hijos, lo que puede ocasionar conflictos, incomprensiones y crisis.
"Tampoco se debe olvidar que, con el paso de los años, los esposos afrontan otro tipo de problemas, como la educación de los hijos, la interacción con la escuela y el ambiente social, mientras sus hijos avanzan hacia la adolescencia y la juventud, esta etapa es una de las más hermosas del matrimonio, pero también de las más difíciles de transitar".
Después vienen situaciones de las parejas con muchos años, los hijos forman su propio hogar, muchas veces, desentendiéndose de ellos, la viudez, la soledad y las enfermedades, que también requieren de atención.
Finalmente, el documento pide que en todo momento, se tome en cuenta el testimonio de matrimonios y familias con experiencias positivas, el acompañamiento cercano de los movimientos a favor de los matrimonios y las iniciativas a nivel de parroquias, dirigidas a acoger a los nuevos matrimonios y familias en las actividades pastorales.
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