Si bien el porcentaje de
aparición de enfermedades mentales, en general, no difiere entre hombres
y mujeres, "sin embargo, determinadas patologías afectan más a un sexo
que otro; por ejemplo, los procesos depresivos y ansiosos resultan 3
veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres".
Así lo ha expuesto la doctora Laura Ferrando Bundío, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP). "Las mujeres padecen con mayor frecuencia trastornos depresivos, ansiosos, de la conducta alimentaria e insomnio, mientras que los hombres presentan una mayor incidencia de esquizofrenia, trastornos derivados del consumo de sustancias psicoactivas y algunos trastornos relacionados con el control de los impulsos".
Estas diferencias se asocian a factores hormonales,
concretamente a los esteroides sexuales: estrógenos, andrógenos y
progesterona, "que implicados en la funcionalidad cerebral, determinan
diferencias morfológicas, funcionales y psicopatológicas entre ambos
géneros".
Asimismo, las fluctuaciones de progesterona y estrógenos
durante el ciclo menstrual pueden contribuir a los cambios que se
produce en el ánimo de algunas mujeres.
De hecho, según la doctora
Ferrando, "en las mujeres, el mayor riesgo para el desarrollo de
patologías psiquiátricas radica en las etapas de fluctuación hormonal,
como son la etapa perimenstrual, el postparto o la menopausia". Algunos
trastornos mentales se definen por la etapa de la vida de la mujer en la
que aparecen, como el Trastorno Disfórico Premenstrual o la Depresión
Postparto. "La menopausia que también se asocia con trastornos de estado
de ánimo, pero induce sobre todo con trastornos del sueño, en concreto,
el insomnio", añade la doctora Ferrando.
Algunos de los síntomas de los trastornos que con
más frecuencia afectan a la mujer son bien conocidos, "desmotivación,
falta de energía, dificultades de concentración, ansiedad, angustia,
miedo, dificultades para dormir; son síntomas que afectan siempre, en
mayor o menor medida, al desarrollo de la vida cotidiana, dependiendo de
la gravedad de cada cuadro", explica Ferrando, pero hay que destacar
que "los trastornos depresivos y ansiosos se manifiestan en muchas
ocasiones solo por síntomas físicos tales como molestias o dolores que
no tienen una explicación clínica clara y que la persona no identifica
como síntomas derivados de un proceso emocional, por lo que en un gran
número de casos no se tratan adecuadamente. Estos síntomas resultan
mucho más invalidantes que los claramente relacionados con estas
patologías y suelen afectar más a la mujer. Efectivamente, se han
detectado diferencias importantes entre ambos géneros, en el inicio y
desarrollo de algunos trastornos mentales.
De este modo, mientras las
mujeres con trastornos del estado de ánimo tienden a mostrar más quejas
somáticas, los hombres tienden a la irritabilidad y a la inhibición
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