Una jueza archiva las 7 denuncias por maltrato y violación de una mujer contra su expareja
La presunta víctima introdujo una nueva agresión
del supuesto culpable en su declaración ante la jueza, algo que no
relató en su denuncia a la Policía Loca.
La denunciante M.M.G. presentó su 1ª denuncia a la Policía Local de Sevilla el 27 de enero de 2010,
que fue ampliando hasta 7 veces para incluir como maltrato
psicológico las supuestas presiones para que se sometiera a una
interrupción voluntaria del embarazo, obligarla a mantener relaciones
sexuales para reconciliarse y finalmente una agresión sexual
supuestamente ocurrida el 1 de enero de 2010.
La jueza de Violencia sobre la Mujer 1 de Sevilla, en un auto de archivo, destaca que la denunciante no habló de esa agresión sexual en su denuncia ante la Policía Local ni tampoco cuando el 31 de mayo la ratificó en el juzgado.
En dicha declaración ante la jueza, M.M.G. introdujo además una nueva agresión, cuando supuestamente su compañero le había tirado una mesa, hecho que tampoco había relatado a la Policía Local.
Citada de nuevo ante la jueza el 7 de febrero de 2011, la denunciante
añadió que no solo mantenía las relaciones sexuales para reconciliarse,
sino que su compañero lo hacía "por la fuerza, con golpes en la cabeza y tirones de pelo o de las muñecas para vencer su resistencia".
Curiosamente, según el auto de archivo, "nada de esto decía en su escrito
de ampliación de la denuncia", presentado en julio de 2010, que
consistía en 4 folios "muy prolijos en otro tipo de detalles".
Un "relato confuso" de la denunciante
Manuel Pérez Peña, abogado del denunciado J.M.F., ha destacado que las investigaciones solo han demostrado "una conflictiva relación
entre la denunciante, su madre y el acusado", pues la supuesta víctima
"no fue capaz de aportar ni un solo parte médico" sobre las supuestas
agresiones sufridas.
La jueza destaca el "tono conciliador" de los correos electrónicos que la hermana de la denunciante remitió al presunto agresor.
El archivo fue apoyado por la Fiscalía de Sevilla, que en un escrito dijo que "ningún dato objetivo corrobora las conductas
denunciadas" y que después del "racimo de denuncias que fue
interponiendo", la mujer no puede reclamar que se practiquen "hasta la
saciedad todas las diligencias imaginables, por la escasa trascendencia
que tuvieran".
Según la jueza, la denunciante hace un "relato confuso"
de las agresiones sufridas, que "ni siquiera delimita de forma razonada
y persistente" en un tramo temporal e incluso la interrupción del
embarazo "no es subsumible por sí solo en un delito de maltrato
psicológico".
El déficit madurativo que denunció tampoco puede integrar una
conducta sancionadora "salvo que pretenda convertirse el Derecho Penal
en un derecho 'de autor' en el que se sancione la persona y no su
conducta".
La hermana de la denunciante, que ratificó el maltrato psicológico,
dio un testimonio "cuanto menos dudoso" y resulta "sorprendente" el "tono conciliador" de los correos electrónicos que envió al acusado "si tenemos en cuenta las amenazas y agresión sexual que dijo conocer", según la juez.
Las amenazas de "cortarles el cuello" que dijeron
haber oído la madre y abuela "quedan seriamente en entredicho, a la luz
de las contradicciones en que han incurrido", dice el auto de archivo,
que la denunciante ha anunciado que recurrirá ante la Audiencia
Provincial.
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