sábado, 25 de diciembre de 2010

Síndrome de Alienación Parental en los niños: consecuencias

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Síndrome de Alienación Parental en los niños: consecuencias.
Daños que causa el rechazo parental en los niños.


Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfantil.com

El Síndrome de Alienación Parental se basa en una campaña de desacreditación respecto al progenitor alienado.
En ocasiones, el alienador es consciente de los actos que realiza, pero a menudo, éste no es plenamente consciente de que está produciendo un daño psicológico y emocional en sus hijos, ni de las consecuencias que puede tener a corto y largo plazo en ellos.


Daños que provoca el Síndrome de Alienación Parental

Según algunos expertos, estos niños pueden padecer perturbaciones y disfunciones, debido a que sus propios procesos de razonamiento han sido interrumpidos o coaccionados:

- Trastornos de ansiedad: respiración acelerada, enrojecimiento de la piel, sudoración, elevación del tono de voz, temblores y desbordamiento emocional son algunos de los síntomas del estrés que, algunos niños, manifiestan en el momento de las visitas con el progenitor rechazado.


-Trastornos en el sueño y en la alimentación: pesadillas, problemas para conciliar o mantener el sueño y trastornos alimenticios derivados de la situación que viven y no saben afrontar son otros de los efectos que este síndrome puede causar en los niños.


- Trastornos de conducta.

. Conducta agresiva: cuando las visitas se hacen imposibles, las conductas agresivas pueden ser verbales como insultos, o incluso físicas, teniendo que frenar la situación.

. Conducta de evitación: puede plasmarse en somatizaciones de tipo ansioso que le indisponen y que tienen como consecuencia no realizar la visita.

. Dependencia emocional: sienten miedo a ser abandonados por el progenitor con el que conviven, ya que saben, y así lo sienten, que su cariño está condicionado. Tienen que odiar a uno para ser querido y aceptado por el otro.

. Dificultades en la expresión y comprensión de las emociones: suelen expresar sus emociones centrándose excesivamente en aspectos negativos. Carecen de capacidad empática y mantienen una actitud rígida ante los distintos puntos de vista que ofrezca el progenitor rechazado.



Niveles de intensidad en el rechazo

Tras el proceso de separación puede aparecer un rechazo de los hijos en común hacia uno de los progenitores.
El rechazo primario se produciría como reacción inmediata a la ruptura de la pareja y el secundario aparece en separaciones más lentamente gestadas.
La existencia del rechazo a uno de los progenitores va a suponer la aparición de conflictos en el desarrollo del régimen de visitas.
Ante esta situación, uno de los dos progenitores, normalmente el rechazado, pone en conocimiento del órgano judicial la situación, lo que producirá un aumento del rechazo.

Cuando el SAP entra en contacto con el sistema legal se convierte en un Síndrome Jurídico Familiar, donde se desencadenan acusaciones, búsquedas de explicaciones y acciones, que hacen que la instancia judicial se convierta en escenario del problema.
El rechazo puede aparecer inmediatamente después de la ruptura o en periodos posteriores, es decir, años después, generalmente asociado a momentos concretos del nuevo ciclo evolutivo familiar.

El rechazo puede ser leve, moderado e intenso:
. El rechazo leve se caracteriza por el desagrado en la relación con el padre o la madre.
No hay evitación y la relación no se interrumpe.. El rechazo moderado se mide por el deseo de no ver al padre o la madre.
El niño niega todo afecto hacia él y evita su presencia.
El rechazo se generaliza a su entorno familiar y social.
La relación se mantiene por obligación o se interrumpe.. El rechazo intenso adquiere características fóbicas con fuertes mecanismos de evitación. Puede aparecer sintomatología psicosomática asociada.

Consejos de los expertos ante el SAP.
Ante la presencia de esta sintomatología, los expertos creen que es aconsejable que los menores continúen teniendo relación con el progenitor alienado, y así evitar que se suspenda el régimen de visitas.

Durante estas visitas, el progenitor alienado debe evitar hacer reproches o dar respuestas que favorezcan el mantenimiento del SAP.
Por el contrario, debe centrar las visitas en crear un ambiente lúdico, buscando actividades que sean del agrado de los niños.

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