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3 perspectivas muy útiles para superar con optimismo una ruptura amorosa. RUPTURAS TRAUMÁTICAS.
Sentimientos de tristeza, rabia, ira o frustración. ¿A qué te debes atener ahora que todo se ha precipitado hacia el final? ¿Cuánto tiempo va a durar? ACyV, 04/10/2022
Si ha sido muy intenso, lleváis muchos años o no es deseado, una ruptura de pareja puede sentirse como si fuera la muerte de un ser querido. A fin de cuentas, se trata de alguien con quien has pasado muchas horas de convivencia, a nivel físico y emocional, y desprenderse de la noche a la mañana de la persona y su idea no es nada fácil.
Se suele decir en esos momentos que "el tiempo todo lo cura", pero la verdad es que vas a tener que enfrentarte a otras muchas más cosas a medida que vayan pasando los meses.
Y, lo más curioso es que no vas a sentirte igual en todo el proceso.
Y, lo más curioso es que no vas a sentirte igual en todo el proceso.
Esto, en parte, está bien, ya que al principio podemos caer en un estado de melancolía y tristeza profunda fruto del 'shock' que nos ha producido asistir al final de la relación. Y no, quedarse ahí indefinidamente no es sostenible en el tiempo. Por norma general, los psicólogos especialistas hablan de 5 etapas concretas, desde que la psicóloga Elisabeth Kubler-Kross las definió así en torno al concepto de duelo para referirse a la pérdida de alguien muy querido.
Son etapas que no tienen por qué venir seguidas o en orden.
Negación
Incredulidad ante el shock. Después de haber compartido tanto, tienes que rehacer tu vida de nuevo. El cerebro, entonces, siente como extraño este nuevo comienzo, con detalles que van desde el hecho de dormir solo de nuevo hasta tener alguien muy cercano a quien contarle los problemas.
Negociación
Esta fase es una marcha atrás. Haces repaso de lo ocurrido e intentas plantarle cara, bien puede ser intentando recuperar la relación fallida o recurriendo a otros métodos como por ejemplo "involucrar a familiares o amigos para provocar un reencuentro". Aquí llega el momento de pensar en uno mismo y en las cosas que te gustan y te hacen feliz.
Depresión
"Esta suele ser la etapa más duradera, especialmente si la expareja era muy querida o verdaderamente amada", reconoce Manly. "Es el resultado de darte cuenta de la impotencia para efectuar cualquier cambio, y que la pérdida es totalmente real. No solo percibes que ya no hay marcha atrás y que vas a tener que vivir sin él o ella, sino que también desaparece todo lo que os unía, sean amigos o costumbres compartidas". Aquí es cuando más propensa es la gente a desarrollar problemas de sueño, de alimentación o a caer en malos hábitos, como el alcohol, las compras compulsivas o el sexo. Pedir ayuda es lo más importante, sobre todo si el sentimiento de tristeza y abandono es muy acusado.
Aceptación
El último paso, lo que vendría a ser una superación total de la ruptura.
Son etapas que no tienen por qué venir seguidas o en orden.
En concreto, 5: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. "Algunos pasan rápidamente por alguna de ellas para volver a otra, como por ejemplo pasar de la negación a la ira y volver de nuevo al principio", asevera Carla Marie Manly, autora de un libro sobre las rupturas amorosas, en un reciente artículo de 'Life Hacker'. "Otros también pueden pasar mucho tiempo en la fase de la depresión".
A continuación, veremos cada una de ellas para saber a qué tienes que atenerte. Y recuerda, si ha sido una separación muy dolorosa y sientes que no puedes con ello, pensar en la posibilidad de pedir asistencia psicológica para superar este gran bache en tu vida.
Negación
Incredulidad ante el shock. Después de haber compartido tanto, tienes que rehacer tu vida de nuevo. El cerebro, entonces, siente como extraño este nuevo comienzo, con detalles que van desde el hecho de dormir solo de nuevo hasta tener alguien muy cercano a quien contarle los problemas.
La extrañeza también puede engañarte al pensar que volverás, que todo ha sido un mal sueño. Pero no, tienes que acostumbrarte a esta nueva situación. "Trata de hacer un balance de lo sucedido y comprender que la ruptura era lo mejor para los 2, aunque no lo creas en ese momento", aconseja Manly.
Enfado
No solo con la persona en cuestión, sino que también puedes proyectarlo hacia tu familia o amigos. Cuando algo te duele, es normal que te cabrees porque pienses que debería ser diferente. "Durante esta etapa, aquellos que son propensos a la desregulación emocional pueden mostrar comportamientos de enojo muy profundos por la expareja, sobre todo con las cosas que eran de ella", asevera la psicóloga.
"Las rupturas pueden ser muy desalentadoras, acércate a los demás para no soportar el dolor solo"
"Pero no es algo malo, ya que cuando nos damos una pausa para asimilar el dolor y mostrarlo a través del enfado le estamos dando a nuestros sentimientos la oportunidad de liberarse", prosigue.
Enfado
No solo con la persona en cuestión, sino que también puedes proyectarlo hacia tu familia o amigos. Cuando algo te duele, es normal que te cabrees porque pienses que debería ser diferente. "Durante esta etapa, aquellos que son propensos a la desregulación emocional pueden mostrar comportamientos de enojo muy profundos por la expareja, sobre todo con las cosas que eran de ella", asevera la psicóloga.
"Las rupturas pueden ser muy desalentadoras, acércate a los demás para no soportar el dolor solo"
"Pero no es algo malo, ya que cuando nos damos una pausa para asimilar el dolor y mostrarlo a través del enfado le estamos dando a nuestros sentimientos la oportunidad de liberarse", prosigue.
Lo mejor, no obstante, es abrirse a otras personas para que te comprendan y entonces mitigar la sensación de enfado.
Negociación
Esta fase es una marcha atrás. Haces repaso de lo ocurrido e intentas plantarle cara, bien puede ser intentando recuperar la relación fallida o recurriendo a otros métodos como por ejemplo "involucrar a familiares o amigos para provocar un reencuentro". Aquí llega el momento de pensar en uno mismo y en las cosas que te gustan y te hacen feliz.
Este es otro proceso del duelo que puede resultar positivo en ese sentido, mientras que también puede ser negativo al darte cuenta de que, por más que lo intentes, no va a volver.
Depresión
"Esta suele ser la etapa más duradera, especialmente si la expareja era muy querida o verdaderamente amada", reconoce Manly. "Es el resultado de darte cuenta de la impotencia para efectuar cualquier cambio, y que la pérdida es totalmente real. No solo percibes que ya no hay marcha atrás y que vas a tener que vivir sin él o ella, sino que también desaparece todo lo que os unía, sean amigos o costumbres compartidas". Aquí es cuando más propensa es la gente a desarrollar problemas de sueño, de alimentación o a caer en malos hábitos, como el alcohol, las compras compulsivas o el sexo. Pedir ayuda es lo más importante, sobre todo si el sentimiento de tristeza y abandono es muy acusado.
"Las rupturas pueden ser muy desalentadoras, acércate a los demás para no soportar el dolor solo", aconseja la psicóloga.
Aceptación
El último paso, lo que vendría a ser una superación total de la ruptura.
Ello no significa que ya no pienses en tu ex o que no experimentes ninguna sensación tanto positiva como negativa cuando te venga a la mente, sino que has logrado encontrar un poco de paz en la situación y estás listo para la siguiente fase de tu vida. "Nos damos cuenta de que el duelo es la forma en la que nuestra psique nos permite dejarnos llevar lentamente para luego prepararnos para continuar con nuestra vida", admite Manly. Sí, hay más personas, 'hobbies' y logros que conquistar que no sea el estar con él o ella. Todo final tiene un comienzo.
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