lunes, 20 de octubre de 2014

La vivienda pierde atractivo como activo en propiedad

Anuncios de pisos en venta, en Barcelona.
FERRAN NADEU
Sin burbuja inmobiliaria, los costes asociados al mantenimiento favorecen el resurgir del mercado de alquiler.

Anuncios de pisos en venta, en Barcelona.
EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA/ 20 de octubre del 2014 
Comprar o alquilar la vivienda, ese es el dilema. Los costes de mantenimiento de cualquier vivienda desincentivan su compra en momentos en los que no existe una burbuja inmobiliaria. Un somero cálculo de los costes de mantenimiento durante 15 años hace palidecer. Tradicionalmente, se calcula que cualquier piso cerrado supone entre 1.500 y 3.000 euros anuales en gastos (ver informe Consumer). 
La situación se complica al cabo de 15 años, cuando a la vivienda le conviene remodelar la cocina, el baño, la pintura y probablemente asumir los costes de alguna reforma estructural o afrontar derramas de la comunidad por daños ocultos hasta ese momento. 
Si comprar ya es un esfuerzo titánico, el mayor problema suele ser el mantenimiento.
MOMENTOS DE VENDER.
Antes de llegar ese punto habrá convenido la venta del inmueble, especialmente en el caso de una 2ª residencia si apenas se usa. Esta es una de las razones por la que en la actualidad la demanda de pisos de alquiler ha crecido en plena crisis inmobiliaria (también el alquiler turístico). En cualquier caso, también existe la posibilidad de que tras una caída acumulada de los precios inmobiliarios superior al 40% los compradores tengan prevista una elevada rentabilidad de la inversión en los próximos años, algo que está animando la compra de viviendas en España en los últimos meses, sea o no el destino final el alquiler. 
Los inversores también ven en la vivienda un activo interesante a largo plazo, y el desplome de los precios reactiva todavía más ese papel de activo para el inversor (ver argumentos para la compra de una vivienda).
Continua el artículo Aquí

No hay comentarios: