Los casos de justicia gratuita y preferentes generaron 330 pleitos más
Los 14 jueces de Primera Instancia (2 de
Familia) tienen más trabajo que hace un año, cuando aún no se habían
implantado las tasas judiciales. Hace un año, los tribunales civiles
habían tramitado 19.502 demandas mientras que ahora, a 1º de
octubre, están acumulados 19.833 casos, 331 más que hace 12 meses, lo
que suponen un 1,7 % de incremento. El hecho de que la Justicia cobre de
150 a 300 euros por presentar una demanda no desanima a quienes
pleitean por deudas, herencias, lindes o la pensión alimenticia de los
hijos.
¿Cómo se explica esta paradoja de que la gente pleitee más aunque
ahora tenga que pagar una tarifa?
Procuradores y abogados consultados coinciden en
la misma clave: al entrar en vigor las tasas en diciembre del 2012,
también aumentaron las peticiones de justicia gratuita. «El efecto tasa
funcionó al principio para disuadir a la gente de clase media que tenía
que pagar un pleito pero ahora ocurre que hay muchísimas peticiones de
justicia gratuita que no abonan tasas. No hay más que ir al colegio de
abogados y ver las enormes colas en los mostradores de gente que pide
estar exenta de las tasas», explica el procurador Jesús
González-Puellles, especializado en civil.
Una parte de los litigantes se oponen a las
reclamaciones que emprenden los bancos porque no les han pagado las
cuotas de un préstamo. El asunto puede acabar en embargo o desahucio. En
plena crisis, hay muchos pleitos de este tipo y los deudores no
destacan precisamente por su economía boyante, muchos están arruinados o
desempleados y rozan la pobreza. «Son personas que no tienen un duro,
cada 2x3 piden justicia gratuita, se la dan y pueden pleitear
gratis hasta llegar al Tribunal Supremo si hace falta. Les da igual que
haya tasas o no», explica un jurista.
Para hacerse una idea, un litigante exento de
tasas se puede ahorrar 300 euros en civil, 800 si recurre a la Audiencia
y 1.500 si va al Supremo.
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