Los expertos en psicología dicen que la decisión de terminar con una relación es siempre un momento muy difícil para la pareja. Si además la pareja tiene hijos en común, la situación se complica. Es importante saber comunicárselo a los hijos de la mejor manera posible.
La cuestión que más preocupa a los padres en el momento de es la forma en la que tienen que comunicar a sus hijos la decisión de separarse, siempre con el objetivo de que sufran lo menos posible.
¿Cuándo hay que comunicárselo a los hijos?
Escoger el momento adecuado es, sin duda, muy importante. Lo 1º a tener en cuenta es que la decisión sea firme, es decir, que los padres estén completamente seguros de que ya no desean estar juntos. Para los niños es doloroso y muy perjudicial que los padres expongan estas cuestiones y sigan “intentando que funcione”.
Cuando se comunica a los niños un divorcio, se ha de estar realmente seguros de que ese proceso está en marcha.
¿Qué tipo de cuestiones tienen que estar decididas antes de comunicar a los niños un divorcio?
Lo ideal es que, antes de comunicar a los niños un divorcio, la pareja consiga un acuerdo sobre todo en lo que va a afectar a la vida diaria de sus hijos. Por ejemplo, dónde van a vivir, con quién o qué tiempo van a pasar con cada uno. Hay que tener en cuenta que los niños van a hacer preguntas y los padres han de poderlas contestar. Porque al contestar a sus preguntas están dando la imagen de que es una decisión pensada, que no es un impulso, y que todo está controlado por los adultos.
¿Cómo se lo decimos?
A la hora de comunicar un divorcio hay una regla fundamental: no mentir. Muchas personas creen que tapando o mintiendo al niño se le protege de un daño. Esto salvo excepciones no es del todo cierto. Los niños captan más información de la que creemos, y tenemos que saber ayudarles a organizar su información y a dar forma a sus creencias. No es bueno decir que “papá va a trabajar en un sitio nuevo y por eso se va” cuando no es cierto, argumentos de este tipo solo producen en los niños inseguridad y falta de control.
Adaptando el lenguaje a su edad hay que decirles que “papá y mamá ya no se llevan bien o han dejado de quererse como novios, pero que seguirán siendo sus papas y le seguirán cuidando y queriendo”
¿Cuándo es el mejor momento?
Una vez los padres han tomado la decisión de divorciarse, hay que buscar un momento tranquilo en el que no haya prisas, que la familia esté en casa relajada. Lo ideal es que ambos progenitores hablen juntos del tema.
¿Qué tipo de cuestiones tienen que estar decididas antes de comunicar a los niños un divorcio?
Lo ideal es que, antes de comunicar a los niños un divorcio, la pareja consiga un acuerdo sobre todo en lo que va a afectar a la vida diaria de sus hijos. Por ejemplo, dónde van a vivir, con quién o qué tiempo van a pasar con cada uno. Hay que tener en cuenta que los niños van a hacer preguntas y los padres han de poderlas contestar. Porque al contestar a sus preguntas están dando la imagen de que es una decisión pensada, que no es un impulso, y que todo está controlado por los adultos.
¿Cómo se lo decimos?
A la hora de comunicar un divorcio hay una regla fundamental: no mentir. Muchas personas creen que tapando o mintiendo al niño se le protege de un daño. Esto salvo excepciones no es del todo cierto. Los niños captan más información de la que creemos, y tenemos que saber ayudarles a organizar su información y a dar forma a sus creencias. No es bueno decir que “papá va a trabajar en un sitio nuevo y por eso se va” cuando no es cierto, argumentos de este tipo solo producen en los niños inseguridad y falta de control.
Adaptando el lenguaje a su edad hay que decirles que “papá y mamá ya no se llevan bien o han dejado de quererse como novios, pero que seguirán siendo sus papas y le seguirán cuidando y queriendo”
¿Cuándo es el mejor momento?
Una vez los padres han tomado la decisión de divorciarse, hay que buscar un momento tranquilo en el que no haya prisas, que la familia esté en casa relajada. Lo ideal es que ambos progenitores hablen juntos del tema.
Con este gesto, se da a los niños una visión de unidad como padres.
Lo correcto sería que se intercalaran los turnos. Es decir, que de forma general se les explicara la situación y que se les pidiera que hicieran las preguntas que crean oportunas.
¿Cuándo sería bueno que 1 de los 2 padres deje el hogar familiar?
Todos necesitamos un tiempo de adaptación para procesar la información y, por supuesto, los niños también. Hay que tener en cuenta que la pareja, con el devenir de los acontecimientos y durante la toma de decisión ya ha tenido tiempo de asimilar la situación, pero este no es el caso de los niños. Los niños, aunque hayan presenciado discusiones o “malas caras”, posiblemente no contemplaran la idea del divorcio y para ellos esa idea aparece por 1ª vez en el momento en que se lo comunican. Es por tanto recomendable, que antes de dar el siguiente paso, se mantenga la convivencia al menos 2 semanas. No es positivo para un niño despertarse una mañana y ver que 1 de sus padres ya no está.
¿Cómo suelen reaccionar los niños?
La separación de los padres en sí misma no es perjudicial para los niños. Lo que puede provocar el daño en ellos es que los padres no afronten adecuadamente el divorcio. La adaptación de los niños de forma positiva es directamente proporcional a la de sus padres.
¿Cuándo sería bueno que 1 de los 2 padres deje el hogar familiar?
Todos necesitamos un tiempo de adaptación para procesar la información y, por supuesto, los niños también. Hay que tener en cuenta que la pareja, con el devenir de los acontecimientos y durante la toma de decisión ya ha tenido tiempo de asimilar la situación, pero este no es el caso de los niños. Los niños, aunque hayan presenciado discusiones o “malas caras”, posiblemente no contemplaran la idea del divorcio y para ellos esa idea aparece por 1ª vez en el momento en que se lo comunican. Es por tanto recomendable, que antes de dar el siguiente paso, se mantenga la convivencia al menos 2 semanas. No es positivo para un niño despertarse una mañana y ver que 1 de sus padres ya no está.
¿Cómo suelen reaccionar los niños?
La separación de los padres en sí misma no es perjudicial para los niños. Lo que puede provocar el daño en ellos es que los padres no afronten adecuadamente el divorcio. La adaptación de los niños de forma positiva es directamente proporcional a la de sus padres.
Hay niños que desean hablar continuamente del tema y que, incluso, preguntan las mismas cuestiones una y otra vez. Esto lógicamente es bueno y hay que contestar a todas sus cuestiones con cariño y paciencia.
Sin embargo, hay otros niños que evitan el tema y no preguntan nada. Ante este tipo de casos, hay que estar observando sus reacciones y, sin preocupar, al niño, recordarles que pueden preguntar todas las dudas que tengan ya que siguen siendo sus padres queriéndoles mucho.
¿Cuándo hay que pedir ayuda a un psicólogo?
Cada vez son más las parejas que cuando deciden separarse acuden a un psicólogo para que les orienten en todo el proceso desde el principio, asesorando en la forma de plantear el divorcio e incluso en aspectos más cotidianos como por ejemplo las visitas.
En otros casos, las familias piden asesoramiento cuando ya se ha comunicado la decisión a los hijos y están preocupados de que les esté pudiendo afectar.
Los casos en que se debería pedir ayuda a un profesional son:
Si el niño no es capaz de expresar sentimientos y se muestra aislado y triste.
Si se produce una bajada en el rendimiento escolar significativa.
Si vuelve a hacerse pis en la cama. Si muestra problemas de comportamiento que antes no presentaba.
Si se muestra agresivo con los compañeros y amigos.
Sin embargo, hay otros niños que evitan el tema y no preguntan nada. Ante este tipo de casos, hay que estar observando sus reacciones y, sin preocupar, al niño, recordarles que pueden preguntar todas las dudas que tengan ya que siguen siendo sus padres queriéndoles mucho.
¿Cuándo hay que pedir ayuda a un psicólogo?
Cada vez son más las parejas que cuando deciden separarse acuden a un psicólogo para que les orienten en todo el proceso desde el principio, asesorando en la forma de plantear el divorcio e incluso en aspectos más cotidianos como por ejemplo las visitas.
En otros casos, las familias piden asesoramiento cuando ya se ha comunicado la decisión a los hijos y están preocupados de que les esté pudiendo afectar.
Los casos en que se debería pedir ayuda a un profesional son:
Si el niño no es capaz de expresar sentimientos y se muestra aislado y triste.
Si se produce una bajada en el rendimiento escolar significativa.
Si vuelve a hacerse pis en la cama. Si muestra problemas de comportamiento que antes no presentaba.
Si se muestra agresivo con los compañeros y amigos.
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