Antes de otorgar la custodia, el juez tiene muy en cuenta
el entorno social y familiar, la relación de cada progenitor con los hijos, así
como las opiniones de los niños.
Por B. ÁLVAREZ,
9 de mayo de 2016
¿Con papá o con mamá? ¿O con los 2?
Tras un divorcio o separación con hijos, la custodia de los niños se convierte en el eje
sobre el que gira todo lo demás. Si la separación es amistosa y los cónyuges
deciden quién residirá con los niños, no hay problema, pero a veces es el juez
quien debe tomar la decisión. Para determinar qué progenitor debe ostentar
la custodia o si debe ser compartida por ambos, rige siempre el principio del
beneficio del menor. Además, como se señala a continuación, el juez tiene
muy en cuenta múltiples circunstancias, como el entorno social o familiar, la
relación de cada padre con los hijos o las opiniones de estos cuando tienen
la edad suficiente para explicarse.
En España, según los últimos datos del Instituto Nacional
de Estadística (INE),
en 2014 la custodia de los hijos se concedió a la madre en el 73,1% de los
casos, al padre en el 5,3% de los procesos y en el 21,2% de los casos fue
compartida. Solo en el 0,4% se otorgó a otras instituciones o familiares.
¿Por
qué decide el juez dársela a un progenitor u otro? ¿En qué se fija?
A
continuación, se enumeran 7 aspectos que se tienen en cuenta para conceder
la custodia.
1. Custodia de los hijos: ante todo, el menor
La custodia no es un derecho de los padres, sino de los
hijos. Por eso es esencial tener en cuenta la estabilidad emocional del
hogar donde vivirá el menor, que le dará el equilibrio necesario para crecer
y desarrollarse. El entorno social o familiar, no separar a los hermanos, el
ejemplo de los padres, que exista una buena relación con la nueva pareja (si la
hay) y los hijos de ésta son aspectos que también tendrá en consideración el
juez, pues son determinantes para que el niño viva equilibrado.
Además, el equilibrio del pequeño se verá afectado, si el
custodio tiene problemas de salud mental. Por ello, debe observarse si
alguno de los progenitores es inmaduro, violento o conflictivo.
También se
tiene que tener en cuenta si se encuentra en estado depresivo o tiene algún
trastorno desde antes, durante o tras la separación.
2. Tiempo y disponibilidad real de los padres
Se puede querer a toda costa tener a los hijos, pero no
se dispone de tiempo. ¡Los horarios laborales pueden jugar en contra! Si la
agenda de trabajo de uno de los progenitores está repleta, no será fácil que le
otorguen la custodia, pues se tiene muy en cuenta la disponibilidad del
padre o la madre para brindar a los niños el cuidado que necesitan. Hay que
darles calidad sobre todo, pero también cantidad, para poder fraguar con ellos
una relación de amor, respeto y estabilidad.
3. Medios económicos para cuidar de los hijos
Es más importante la afectividad que el dinero. Pero el
juez, antes de decidir el tipo de custodia, se fijará también en que el
progenitor tenga capacidad económica suficiente para poder mantener a sus
hijos. Es imprescindible entregar los menores a quienes puedan hacerse
cargo de cubrir sus necesidades básicas.
4. Vínculo afectivo previo
Un juez debe siempre valorar el vínculo afectivo previo.
Esto es, revisar en retrospectiva la calidad del nexo que ha establecido el
niño con su padre y su madre. Son esenciales en este punto el tiempo
compartido, quién ha favorecido en mayor medida la autoestima o con cuál de los
progenitores es mejor la comunicación del menor. Estas cuestiones son vitales
de cara al futuro, puesto que el hijo irá creciendo y un padre o una madre que
le dé confianza y autoestima le ayudará más a la hora de ser independiente y de
socializarse.
5. Opiniones de los hijos
Es importante que el niño o adolescente
sea escuchado, y que su opinión sea atendida. ¡Hay que
tener precaución en este punto! Los pequeños son manipulables y pueden elegir
el progenitor que menos les corrija, que les prometa más bienes materiales o
que se haga la víctima. Aun así, según los psicólogos, hay que escucharles y
tener en consideración sus opiniones, sobre todo si son ya adolescentes.
6. Opiniones de los psicólogos
Para garantizar el acierto en la resolución judicial, los
jueces pueden solicitar que se practiquen las pruebas necesarias para
dictaminar quién debe ostentar la custodia. Por ejemplo, que los padres y
los hijos realicen entrevistas con psicólogos, etc. y se le entregue un
informe. No es determinante, pero el contenido del informe psicológico influye
en la decisión final.
7. Los antecedentes de los padres
Si los progenitores son personas
conflictivas o que resuelven sus problemas de manera violenta, tienen problemas
importantes con deudas o alguna adicción, no se
estimará oportuno concederles la custodia. Por ello, el juez también tendrá en
cuenta los antecedentes del padre y la madre y cómo han evolucionado al
respecto.
Nota: La discusión universal: ¿Oir a los menores? ó ¿Escucharles?
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