Por Victoria
Villaamil
| Con
derecho a roce – lun,
3 dic 2012
Un estudio, realizado por el Instituto noruego de Investigación en
Ciencias Sociales Nova, concluyó que cuanto
más equitativo es el reparto de las labores domésticas entre una pareja, más
alto es el riesgo de divorcio.
En las parejas actuales, ambos se hacen
responsables del cuidado del hogar.
"La igualdad en el hogar", que así se llama la citada
investigación, expone que en los hogares donde se comparten las tareas
cotidianas domésticas equitativamente, el riesgo de divorcio es de un 50 % más que en aquellos en los que la mayor parte del trabajo es realizado
por la mujer.
Para
los expertos, no hay ninguna o casi ninguna causalidad, y por lo tanto esta
correlación es más bien un signo de la "modernidad" en las
relaciones.
"Las parejas modernas lo son a la vez en términos de
distribución de las tareas domésticas y en cuanto a su percepción del
matrimonio, menos sagrada", explicó Thomas Hansen, coautor del estudio.
Además,
subrayó que
se trata de una cuestión de
valores:
"las mujeres tienen a menudo un alto nivel de
educación y un trabajo bien pagado, lo que las hace menos dependientes
económicamente de sus maridos. Por lo tanto, pueden hacer frente a los
divorcios fácilmente".
En
Noruega, la educación de los niños se reparte de manera equitativa entre el
padre y la madre, explica Hansen quien fue entrevistado en un parque mientras
se ocupaba de sus hijos.
Sin embargo, en
7 de cada 10 casos, las mujeres dedican más tiempo que los hombres a las tareas domésticas.
En
España, la situación ha ido evoluvionando progresivamente, pero la 'incorporación'
del hombre a las tareas del hogar ha sido en muchas ocasiones forzosa porque la
mujer también trabaja fuera y no puede sola con todo, porque él no tiene
trabajo o se ha jubilado, etc.
Estos
cambios pueden generar tensiones en los matrimonios, ya que ellas están
acostumbradas a tener el 'poder' en este terreno.
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