Aclarar unas cuestiones, en relación al artículo que sobre SAP se ha venido publicando en este foro:
No hay "ningún estudio" experimental realizado en España sobre el Síndrome de Alienación Parental, NINGUNO, y los que hay realizados en Estados Unidos adolecen de las primarias condiciones objetivas para llegar a afirmar su existencia como síndrome.
Hay 1 libro publicado en España, basado en informaciones recogidas en el extranjero y en experiencias personales...pero, ¿cómo puede publicarse un libro sobre "algo" de esa forma?, ¿cómo puede hacerse tanto bombo y platillo sobre ese libro como si de un best-seller se tratase?, ¿no se dan cuenta algunos que les están utililizando desde su dolor?.
Veamos, el DSM IV -manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales- no tienen "ninguna" categoría diagnóstica referente al SAP.
Y ahora, ahora todo el mundo sabe de SAP, y quiere que los jueces emitan sentencias entorno a una etiqueta mental que no está ni reconocida.
Y la cuestión es muy seria para que por internet y vía e-mail se vaya aleccionando a los no expertos sobre la importancia que tiene el SAP para conseguir modificaciones de medidas sobre custodias. Es sencillamente ABERRANTE.
Y no olvidemos una cosa, que quiero reiterar, el efecto boomerang de la utilización del supuesto SAP. Ahora se plantea como algo muy bueno para los padres varones como recurso para recuperar, muchas veces de manera justa, la custodia de sus hijos, pero lo mismo pasará al contrario, y puedo aventurar que la utilización de una madre de esta etiqueta será mucho más efectiva; lamentablemente el mundo judicial es un escenario teatral, donde los y las actrices más cotizadas son las del reparto de abogados, psicólogos, jueces y fiscales entorno a la figura materna (y no lo que debería ser más justo: entorno a la figura del menor).
Y aún me parece más aberrante el negocio que algunos están particularizando con el SAP, con conferencias en las que cobran un pastón, haciéndose un espacio para promover su especialización profesional sobre algo que, insisto, NO ESTÁ RECONOCIDO, y que es un filón de oro hasta que sea explotado.
Y lo que digo no es un hipótesis, lo se de primera mano. En mi opinión, los espacios para el debate y la reflexión sobre cuestiones tan delicadas, y que puede significar un cambio cualitativo en las decisiones psicológicas (y por extensión judiciales) entorno a temas de familia está en la ciencia e investigación rigurosa; y si llega el caso que se demuestre su validez científica y por ende social, entonces es el momento de extender los conocimientos en la sociedad.
Por otro lado, no es de recibo en la sociedad del S. XXI que no existan programas periciales en familia estandarizados y "replicables". Lo que algún forero entiende como normal que varias periciales psicológicas resulten contradictorias es lamentable, porque existen los recursos técnicos (entrevistas, test, cuestionarios, medios observacionales...) para que cualquier pericial pueda replicarse, pueda repetirse, obteniéndose bajo unas mismas condiciones de observación los "mismos resultados" diagnósticos, puesto que la Psicología es una "ciencia del comportamiento", como la medicina es la "ciencia del cuerpo".
Así, por ejemplo, puede suceder que para diagnosticar a un paciente con pulmonía, pase por 5 diagnósticos equivocados anteriores, en cuyo caso habría errores o negligencia médica que debería ser subsanada, pero existen los medios oportunos para remediarlo.
En la psicología pericial, sin embargo no se pueden replicar los informes, porque existe un oscurantismo alucinante. No hay medios protocolarizados, y realmente no se aún porqué. Tan siquiera los psicólogos adscritos a los Juzgados suelen estar integrados en los Colegios Oficiales, no hay control sobre sus actuaciones, y son bien conocidos sus sesgos ideológicos profundos.
No es normal, reitero, y lo digo como profesional en la materia, que 4 informes psicológicos que atienden teóricamente a los mismos criterios de prueba y diagnóstico, ofrezcan resultados contradictorios respecto de la manipulación de los padres hacia sus hijos. Es un rotundo fracaso.
Que uno diga: hay manipulación paterna y no materna, otro que la hay materna y no paterna, otro que la hay de los dos, y otro que no existe manipulación por parte de ninguno de los dos, es otra aberración, se quiera o no admitir. De hecho, así lo dicen varios profesionales de alto prestigio que han analizado el asunto. Con todo ello mi discurso no está dirigido contra la Psicología como disciplina, sino contra su ejercicio en el ámbigo judicial y específicamente en familia.
Autor: tiento77
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