Las pérdidas en nuestra vida implican un proceso de duelo marcado por la tristeza.
Ángel Rull, Psicologo, Madrid, 23/01/2020
Los cambios de ciclo en las personas suponen, independientemente de si son para mejor o no, momentos de estrés y de reajuste emocional. Hay una parte de nuestra vida que perdemos para dar paso a otra que puede generar miedo e incertidumbre. Ciertos eventos son más o menos estresantes para cada persona, y hay algunos que son catalogados como los más traumáticos. Entre ellos, podemos encontrar las mudanzas, los despidos, la muerte de seres queridos o las rupturas de pareja. Esta última se agrava aún más cuando ha sido inesperado.
Terminar una relación siempre duele. Hay una parte de nosotros mismos que parece morir, que se queda vacía y que arrastra diversas áreas. Romper con nuestra pareja nos afecta en el día a día, en el trabajo o en nuestra vida social. No es algo aislado que sabemos o debemos dejar en casa. Genera un estado de duelo donde se pasan diversas etapas, teniendo que llegar al 1º estado de la aceptación, el que parece el más difícil pero que es también el más necesario. Sin ello, no pasaremos página.
Fases
Cada cambio en nuestra vida lleva un periodo de adaptación por el que todos pasamos. Los momentos de pérdida, como el fallecimiento de alguien o la ruptura con nuestra pareja, implican la misma adaptación, siendo necesario elaborar y procesar un duelo. No son lineales, no todos pasamos por cada etapa y, a menudo, podemos quedarnos bloqueados en alguna de ellas. No obstante, siempre es bueno entenderlas para poder normalizar lo que nos pasó.
Las diferentes etapas de un duelo son:
1. Pérdida
Es el momento en el que aquello que está ocupando algo en nuestra vida, desaparece. Genera un vacío en nuestra zona de seguridad y el cerebro empieza a detectar amenazas. No llevamos bien los cambios, especialmente cuando suponen pérdidas como en una ruptura.
2. Desesperanza
Es la visión sesgada que nos dice que aquello que teníamos era muy bueno y nuestra vida ya nunca mejorará.
3. Ansiedad
Aparece al mezclar el miedo al futuro con la sensación de pérdida. Anticipamos, no sabemos cómo enfrentarnos al día a día y generamos más emociones negativas.
4. Aceptación
Es la fase en la que empieza el orden y la calma, cuando, por muy mal que estén las cosas, asimilamos que la realidad ha cambiado.
5. Superación
Esta última fase tiene el requisito indispensable de que ha debido haber una aceptación previa. Sin ello, nunca avanzaremos.
Podemos avanzar
Cuando nuestra pareja se va, creemos que es el fin de toda nuestra vida. Estamos convencidos de que nunca nada va a volver a ser como antes, lo cual ni es falso ni negativo. Es en estos momentos donde podemos tomar la responsabilidad para poder enfrentarnos al duelo y tener la esperanza de que encontraremos la forma de estar mejor. Debemos aceptarlo para continuar y escoger en qué punto queremos estar.
Estos consejos te ayudarán a lograr la aceptación:
1. Tiempo
Las emociones llevan un ciclo natural. Si forzamos, si intentamos estar bien, ese ciclo se vuelve contra nosotros.
Hay que respetar lo que nuestra cabeza vaya marcando.
2. Respeto
Es el momento de cuidarnos y no castigarnos. Si mantener el contacto en Redes Sociales o estar viendo cada día las cosas de la otra persona en casa nos hace daño, tal vez debamos romper con ello.
2. Respeto
Es el momento de cuidarnos y no castigarnos. Si mantener el contacto en Redes Sociales o estar viendo cada día las cosas de la otra persona en casa nos hace daño, tal vez debamos romper con ello.
Son nuestras necesidades y debemos respetarlas.
3. Retoma o elige
Una pareja implica un cambio en nuestra vida. Podemos haber abandonado aficiones o tiempo para nosotros. Es momento de retomarlo o de escoger nuevas cosas para nosotros.
Por muy dolorosas e inesperadas que puedan ser las rupturas, aunque aún no lo veamos, podemos llegar a estar bien de nuevo. Son procesos comunes y necesarios para nuestro crecimiento. Lo complicado es aceptarlo, y también se logra llegar a ello, con tiempo y espacio para nuestro propio duelo.
3. Retoma o elige
Una pareja implica un cambio en nuestra vida. Podemos haber abandonado aficiones o tiempo para nosotros. Es momento de retomarlo o de escoger nuevas cosas para nosotros.
Por muy dolorosas e inesperadas que puedan ser las rupturas, aunque aún no lo veamos, podemos llegar a estar bien de nuevo. Son procesos comunes y necesarios para nuestro crecimiento. Lo complicado es aceptarlo, y también se logra llegar a ello, con tiempo y espacio para nuestro propio duelo.
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