"Lo único que hace la sentenca es recoger lo que dice el Código Civil. Los padres no tienen una obligación absoluta ni ilimitada de prestar alimentos a sus hijos mayores de edad, sino que se circunscribe a determinadas circunstancias. Tampoco los hijos tienen derechos absolutos simplemente por tener una relacion biológica de filiación".
Son declaraciones a la Cadena Ser del juez de Familia de Málaga José Luis Utrera sobre su sorprendente decisión de expulsar a un ni-ni de la casa de sus padres.
El joven tiene 25 años. Ni estudia ni trabaja.
Y fue él quien demandó judicialmente a sus padres porque rechazaron su
pretensión de pagarle una pensión alimenticia. En el proceso, los padres
contraatacaron y pidieron al juez que diese por finalizada su
obligación de prestar alimentos, vestido y manutención a su hijo.
"Se trata de una familia muy humilde que no puede permitirse el lujo de seguir manteniendo en casa a un hijo mayor de edad que ni estudia ni trabaja" aclara el juez Utrera quien señala además que el joven tiene cierta "preparación económica y conocimientos financieros que le permiten jugar en bolsa". Por si fuera poco, en el juicio se puso de manifiesto que el joven maltrataba física y verbalmente a sus progenitores.
La sentencia obliga al ni-ni a abandonar la casa familiar pero también establece que los padres le pasen durante los próximos 2 años una pensión de 200 euros al mes para que se busque un modo de vida. Una medida que el juez adoptó con el acuerdo del padre y de la madre porque "quieren a su hijo y entienden que la expulsión del hogar podria dejarle en una situación de desasistencia súbita".
El juez Utrera, autor de la "Guía básica para un buen divorcio", opina que sería bueno también elaborar otra guía con las obligaciones y los derechos de hijos y padres. "Ante la ausencia de valores y códigos que antes regulaban las relaciones familiares, en la actualidad se judicializan los conflictos familiares" dice el magistrado que recuerda que los jueces de familia dictan cada año 150.000 sentencias, aunque la mayoria son por divorcios y rupturas matrimoniales.
"Se trata de una familia muy humilde que no puede permitirse el lujo de seguir manteniendo en casa a un hijo mayor de edad que ni estudia ni trabaja" aclara el juez Utrera quien señala además que el joven tiene cierta "preparación económica y conocimientos financieros que le permiten jugar en bolsa". Por si fuera poco, en el juicio se puso de manifiesto que el joven maltrataba física y verbalmente a sus progenitores.
La sentencia obliga al ni-ni a abandonar la casa familiar pero también establece que los padres le pasen durante los próximos 2 años una pensión de 200 euros al mes para que se busque un modo de vida. Una medida que el juez adoptó con el acuerdo del padre y de la madre porque "quieren a su hijo y entienden que la expulsión del hogar podria dejarle en una situación de desasistencia súbita".
El juez Utrera, autor de la "Guía básica para un buen divorcio", opina que sería bueno también elaborar otra guía con las obligaciones y los derechos de hijos y padres. "Ante la ausencia de valores y códigos que antes regulaban las relaciones familiares, en la actualidad se judicializan los conflictos familiares" dice el magistrado que recuerda que los jueces de familia dictan cada año 150.000 sentencias, aunque la mayoria son por divorcios y rupturas matrimoniales.
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