Eduardo G. Martínez ,13 Abril 2024
"Hasta que la muerte nos separe" es una de las frases más populares, pero es una realidad que muchos de los matrimonios no duran toda la vida. Uno de los conflictos más frecuentes tras un divorcio es qué pasa con la vivienda que se compartía, algo que se complica si la casa tiene hipoteca. Sin embargo, existen distintas opciones.
Tras un divorcio se debe establecer quién se queda con la casa hipotecada y quién va a pagar lo que queda. De lo contrario, la entidad bancaria con la que se mantenga el préstamo podría llegar a embargar la vivienda y los bienes, incluso de la parte del matrimonio que ya no resida en ella.
¿Quién debe quedarse con la hipoteca en un divorcio?
Esta es la pregunta principal que aparece en un matrimonio recién divorciado que todavía mantiene una hipoteca en su vivienda. Si el divorcio es con hijos, es probable que uno de los cónyuges quiera seguir viviendo en la casa familiar.
En este caso, existen varias fórmulas para decidir la cuestión:
Cuando te divorcias, ¿quién paga la hipoteca?
La responsabilidad de pagar la hipoteca en un divorcio no depende de qué miembro de la pareja divorciada, habite en la vivienda, los ingresos de cada uno o si existe una separación matrimonial. En caso de que la hipoteca se haya contratado de manera conjunta, ambas partes deben contribuir al pago de las mensualidades hasta que el total del préstamo haya sido abonado.
¿Qué sucede con la hipoteca cuando una pareja se divorcia?
Si la pareja contrató la hipoteca al 50% de titularidad cada uno, aunque se separen, deberán seguir cumpliendo las obligaciones del préstamo.
a.- Acuerdo mutuo: Los mismos cónyuges deciden quién se queda con la casa o si la ponen a la venta
b.- Decidirlo en juicio: Si el divorcio se va a resolver por la vía contenciosa, el juez será quien otorgue la vivienda a la parte que asuma la guarda y custodia de los hijos menores de edad.
b.- Decidirlo en juicio: Si el divorcio se va a resolver por la vía contenciosa, el juez será quien otorgue la vivienda a la parte que asuma la guarda y custodia de los hijos menores de edad.
Si no hay hijos, la vivienda se suele conceder a la parte divorciada con menos recursos.
Cuando te divorcias, ¿quién paga la hipoteca?
La responsabilidad de pagar la hipoteca en un divorcio no depende de qué miembro de la pareja divorciada, habite en la vivienda, los ingresos de cada uno o si existe una separación matrimonial. En caso de que la hipoteca se haya contratado de manera conjunta, ambas partes deben contribuir al pago de las mensualidades hasta que el total del préstamo haya sido abonado.
Sin embargo, las condiciones pueden variar dependiendo de si el matrimonio optó por un régimen de gananciales, una separación de bienes o si la propiedad fue adquirida por solo uno de los cónyuges:
Régimen de gananciales: Si la casa se compró en gananciales (es decir, pertenece a ambos cónyuges por igual), ambos han de pagar la hipoteca al 50%.
Separación de bienes: Si la casa se adquirió bajo este régimen, cada persona paga un porcentaje de la hipoteca según su parte de la propiedad. Por ejemplo, si uno pagó el 70% y el otro el 30% de la casa, así se dividirá el pago de la hipoteca.
Propiedad privativa: Si la casa pertenece solo a uno de los cónyuges, esta persona pagará toda la hipoteca.
Separación de bienes: Si la casa se adquirió bajo este régimen, cada persona paga un porcentaje de la hipoteca según su parte de la propiedad. Por ejemplo, si uno pagó el 70% y el otro el 30% de la casa, así se dividirá el pago de la hipoteca.
Propiedad privativa: Si la casa pertenece solo a uno de los cónyuges, esta persona pagará toda la hipoteca.
Esto es independiente de quién viva en la casa, incluso si el hogar se le asigna al cónyuge más vulnerable o al que tiene la custodia de los menores.
Es importante mencionar que si el progenitor con la custodia comienza a vivir con una nueva pareja en la vivienda, esta pierde su condición de hogar familiar.
Es importante mencionar que si el progenitor con la custodia comienza a vivir con una nueva pareja en la vivienda, esta pierde su condición de hogar familiar.
En este caso, el otro cónyuge podría pedir que se termine la sociedad de gananciales, afectando el acuerdo sobre el uso de la vivienda.
¿Qué sucede con la hipoteca cuando una pareja se divorcia?
Si la pareja contrató la hipoteca al 50% de titularidad cada uno, aunque se separen, deberán seguir cumpliendo las obligaciones del préstamo.
Sin embargo, existen una serie de opciones para resolver el conflicto:
Vender la vivienda: Lo que recomiendan muchos abogados expertos en derecho de familia y divorcios es liquidar la propiedad y vender la vivienda. Con el dinero de la operación se cancela el préstamo hipotecario y así ninguno de los cónyuges está obligado a asumir la hipoteca restante. A veces, no obstante, puede darse el caso de que no es el mejor momento para vender, por ejemplo, si el mercado experimenta una mala situación y los precios de las casas están muy bajos. En este escenario, puede ser mejor esperar y buscar otras alternativas.
Comprar la parte restante de la casa: De este modo, uno de los excónyuges adquirirá el inmueble al completo y se hará cargo de la hipoteca.
Comprar la parte restante de la casa: De este modo, uno de los excónyuges adquirirá el inmueble al completo y se hará cargo de la hipoteca.
En este supuesto, tendrá que asumir los gastos registrales y notariales, además de pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) de la vivienda.
Extinción de condominio: Esta opción consiste en que uno de los ex-cónyuges le da su parte de la casa al otro a cambio de que este último pague la hipoteca o le entregue una cantidad de dinero. Esta situación es frecuente y recomendable porque requiere hacer frente a menos impuestos, siendo necesario abonar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Novación hipotecaria: Cuando se tiene una hipoteca sobre una vivienda y uno de los cónyuges transfiere su parte de la propiedad, deja de ser propietario, pero continúa siendo deudor hipotecario. Esto lo hace responsable del pago de la hipoteca, respondiendo con sus bienes personales en caso de que deje de pagar. Para evitar tal circunstancia, se puede solicitar al banco que elimine al cónyuge no propietario de las obligaciones hipotecarias. Esto se conoce como novación hipotecaria, un proceso por el cual se modifican los titulares del préstamo hipotecario, asignando como único deudor al cónyuge que retiene la propiedad de la casa.
Extinción de condominio: Esta opción consiste en que uno de los ex-cónyuges le da su parte de la casa al otro a cambio de que este último pague la hipoteca o le entregue una cantidad de dinero. Esta situación es frecuente y recomendable porque requiere hacer frente a menos impuestos, siendo necesario abonar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Novación hipotecaria: Cuando se tiene una hipoteca sobre una vivienda y uno de los cónyuges transfiere su parte de la propiedad, deja de ser propietario, pero continúa siendo deudor hipotecario. Esto lo hace responsable del pago de la hipoteca, respondiendo con sus bienes personales en caso de que deje de pagar. Para evitar tal circunstancia, se puede solicitar al banco que elimine al cónyuge no propietario de las obligaciones hipotecarias. Esto se conoce como novación hipotecaria, un proceso por el cual se modifican los titulares del préstamo hipotecario, asignando como único deudor al cónyuge que retiene la propiedad de la casa.
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