MADRID, 8 Jun.2015 (EUROPA PRESS) -
Hertfelder afirma que el hecho de que hoy día el divorcio se pueda resolver a petición sólo de una de las partes, sin necesidad de justificar su decisión y de forma inmediata, "está haciendo que se incrementen las ruptiras porque lo que hace, es favorecer que se rompan las familias".
En esta línea, el director general del Foro de la Familia, Ignacio García, apunta que "en todo lo que tiene que ver con matrimonio, las leyes de los últimos años lo que intentan es que no haya problemas para romper, pero no tratan de parar la ruptura" pues tanto el llamado 'divorcio exprés' como la regulación de la mediación "empujan a las parejas a separarse".
Sobre el hecho de que el mayor aumento en las rupturas se haya producido en las separaciones, García lo atribuye, entre otros factores, al menor coste económico de la 1ª modalidad e incide en que, en cualquier caso, la normativa debería ofrecer modalidades de orientación familiar para tratar de salvar a esas parejas de la ruptura.
"El virus del divorcio está cayendo también sobre personas de fuertes convicciones que optan por la separación, antes de romper el matrimonio. Es un efecto que templa el incremento, pero más tarde o más temprano, si no hay nadie que ayude con orientación familiar, que es como debería responder la sociedad cuando una pareja tiene problemas, se convertirá en divorcio", apunta.
La directora General de The Family Watch, Marìa José Olesti, coincide en el diagnóstico. "Qué duda cabe que la salida de la crisis está detrás del aumento del número de parejas que dan el paso que supone un divorcio. El descenso del número de los matrimonios y el aumento de la edad de los que se casan pueden tener 2 causas: inestabilidad laboral y falta de compromiso, que también está detrás del descenso de la natalidad", señala.
En declaraciones a Europa Press, reivindica la mediación "en los casos en que sea posible, como la mejor figura para evitar las rupturas familiares" que, conforme explica, "en muchos casos conllevan un elevado coste para la sociedad en su conjunto con psicólogos, aumento de la pobreza en la familia al tener sólo un sueldo, y sobre todo, son los menores los que más sufren la ruptura matrimonial de sus padres".
"Las rupturas también están conllevando en muchos casos una feminización de la pobreza, ya que suelen ser las mujeres las que tienen que sacar adelante a sus hijos por el abandono del marido", añade Olesti, para plantear que en este contexto, "los cursos para padres pueden ser el mecanismo de prevención más adecuado ante la resolución de los conflictos familiares".
El Instituto de Política Familiar (IPF), el
Foro Español de la Familia y The Family Watch coinciden en apuntar que
el aumento interanual del 2,3 % en las nulidades, separaciones y
divorcios que se ha registrado el Consejo General del Poder Judicial
durante el 1º trimestre de este año está relacionado con los efectos
del 'divorcio express' y con la recuperación de la crisis económica.
"Es la consecuencia lógica de la regulación del divorcio aprobada
en 2005, el incremento se va a seguir produciendo ya que sólo se había
estancado durante la crisis económica y una vez esta se está superando,
ya la gente empieza a romper la familia de nuevo", señala el presidente
del IPF, Eduardo Hertfelder, en declaraciones a Europa Press.Hertfelder afirma que el hecho de que hoy día el divorcio se pueda resolver a petición sólo de una de las partes, sin necesidad de justificar su decisión y de forma inmediata, "está haciendo que se incrementen las ruptiras porque lo que hace, es favorecer que se rompan las familias".
En esta línea, el director general del Foro de la Familia, Ignacio García, apunta que "en todo lo que tiene que ver con matrimonio, las leyes de los últimos años lo que intentan es que no haya problemas para romper, pero no tratan de parar la ruptura" pues tanto el llamado 'divorcio exprés' como la regulación de la mediación "empujan a las parejas a separarse".
Sobre el hecho de que el mayor aumento en las rupturas se haya producido en las separaciones, García lo atribuye, entre otros factores, al menor coste económico de la 1ª modalidad e incide en que, en cualquier caso, la normativa debería ofrecer modalidades de orientación familiar para tratar de salvar a esas parejas de la ruptura.
"El virus del divorcio está cayendo también sobre personas de fuertes convicciones que optan por la separación, antes de romper el matrimonio. Es un efecto que templa el incremento, pero más tarde o más temprano, si no hay nadie que ayude con orientación familiar, que es como debería responder la sociedad cuando una pareja tiene problemas, se convertirá en divorcio", apunta.
La directora General de The Family Watch, Marìa José Olesti, coincide en el diagnóstico. "Qué duda cabe que la salida de la crisis está detrás del aumento del número de parejas que dan el paso que supone un divorcio. El descenso del número de los matrimonios y el aumento de la edad de los que se casan pueden tener 2 causas: inestabilidad laboral y falta de compromiso, que también está detrás del descenso de la natalidad", señala.
En declaraciones a Europa Press, reivindica la mediación "en los casos en que sea posible, como la mejor figura para evitar las rupturas familiares" que, conforme explica, "en muchos casos conllevan un elevado coste para la sociedad en su conjunto con psicólogos, aumento de la pobreza en la familia al tener sólo un sueldo, y sobre todo, son los menores los que más sufren la ruptura matrimonial de sus padres".
"Las rupturas también están conllevando en muchos casos una feminización de la pobreza, ya que suelen ser las mujeres las que tienen que sacar adelante a sus hijos por el abandono del marido", añade Olesti, para plantear que en este contexto, "los cursos para padres pueden ser el mecanismo de prevención más adecuado ante la resolución de los conflictos familiares".
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