La
ansiedad es sobre todo una reacción de miedo.
El miedo por sí mismo es
muy útil y perfectamente natural, el problema sobreviene cuando no hay
una razón objetiva para sentir esa angustia.
Los expertos mencionan que
no es el problema externo lo que nos hace sentir pánico, sino el pensar
que no tenemos recursos suficientes para enfrentarnos a él.
En un
proceso de separación (divorcio), es muy común que exista ansiedad en la
pareja, sobre todo si no se sienten lo suficientemente capaces para
sobrellevar el trámite o tienen miedo de afectar a los hijos.
Si ud está
pasando por un proceso de divorcio, es importante que reconozca si
presenta o no ansiedad y cómo esta reacción le impide seguir en el
proceso y tomar decisiones racionales.
Es cierto que cuando se pasan
muchos años en una relación de pareja disfuncional, se crean
sentimientos de rencor, frustración y que éstos generan a su vez, una
apatía que se traduce en la falta de toma de decisiones.
Sin embargo,
una vez tomada la decisión, es fundamental se tengan claras las razones y
las consecuencias de la separación, es decir, se analicen objetivamente
las condiciones para llevar a cabo el trámite.
Un aspecto que genera
mucha ansiedad es la incertidumbre relacionada con la afectación de los
hijos, en ocasiones esto retarda la toma de decisiones y es utilizado
como un pretexto o forma para manipular a alguno de los cónyuges.
La
investigación ha demostrado que el hecho de seguir en un matrimonio
disfuncional (con maltrato psicológico, económico, etc.) por no querer
afectar a los hijos, hace más daño y tiene más consecuencias negativas
para los hijos que el mismo proceso de divorcio.
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