lunes, 15 de noviembre de 2010

Elige un buen Abogado de Familia: Supone el 50 % del Proceso de Divorcio

http://derechofamilia.wordpress.com/2010/11/15/el-papel-del-abogado-de-familia-en-el-proceso-de-divorcio/




El papel del Abogado de Familia en el proceso de divorcio.


Assumpció Martinez Rogés @ 15.11.2010
Cuando nos planteamos la ruptura de pareja, el divorcio en definitiva, una primera decisión está en la elección del Abogado a quien confiar nuestro “problema”.
Muchas veces vamos a ver a alguno que conocemos (aunque no sabemos a que se dedica exactamente) o a aquel que alguien conocido nos comenta.
Quizás le encarguemos el asunto, porque no sabemos a quien más acudir, y luego resulte que la elección no ha sido acertada, no ya por lo que se refiere a los conocimientos legales sobre la materia (de lo que ya hablamos en otro post), sino por las sensaciones que nos transmite.


El proceso de divorcio tiene una carga emocional enorme, que lo impregna todo.
El cliente necesita una sensación de atención y seguridad en la gestión de su situación.
Para el cliente, angustiado por estos cambios en su vida, su asunto se percibe como único, como el más importante.
Por ello, un buen Abogado de Familia deberá seguir unos protocolos básicos de actuación para con el cliente, de forma que el cliente se sienta “arropado” en este nuevo camino.
Sin estas bases, no estaremos ante un buen Abogado de Familia, y, quizás, nos hayamos equivocado en la elección.


1- Debe darse una comunicación regular entre Abogado y cliente.
El cliente requiere una respuesta rápida a su consulta. El Abogado de Familia debería responder al cliente en un plazo de 24 h, aunque sea simplemente para decirle al cliente que está en ello y que le tiene presente.


2- El cliente deberá estar puntualmente informado del estado del procedimiento y de las posibles situaciones que puedan producirse en un futuro próximo.
Debe estar informado de las estrategias que se pueden seguir, del desarrollo del proceso, tanto del de negociación como del proceso judicial.
El cliente debería ser informado de los documentos que se generen en su expediente, tener copia de los mismos, y deberá tener opción a la revisión final de los escritos que se vayan a presentar, previamente a su presentación.
El proceso de divorcio cambiará su vida y le afecta de una forma muy directa en la esfera personal para el futuro, de forma que deberá tener opción a decidir.


3- Disponibilidad del Abogado.
Es evidente que, aunque nos parezca que nuestro caso es único y el más importante del mundo, el Abogado llevará diversos asuntos a un mismo tiempo.
Pero el buen abogado de Familia será de fácil alcance.
Un Abogado que pospone o cancela las citas continuamente es un mal Abogado de Familia.


4- En la gestión de asuntos de Derecho de familia las pequeñas cosas son muy importantes.
El buen profesional debe ser siempre cortés, educado y atento, con el cliente, pero también mostrar modos correctos frente al contrario.
La hostilidad y rudeza no son armas productivas.
En asuntos de familia el cliente no siempre tiene razón, y es función del buen Abogado que las diferencias de opinión en la forma de conducir un determinado aspecto sean resueltas de forma cortés, dándo una respuesta razonada.


En definitiva el cliente espera del Letrado consejo y comunicación.
El buen Abogado de Familia aconsejará al cliente sobre las mejores estrategias a seguir, analizando con éste los hechos relevantes y la ley para permitir al cliente tomar decisiones bien informadas sobre su asunto, manteniéndole puntualmente informado de todo el proceso.

1 comentario:

fatamorgana dijo...

Me gustaría saber si es posible presentar una queja ante un organismo oficial contra el letrado de la parte contraria, persona muy conocida por defender casos muy publicitados.
En el "ardor" expositivo de la demanda vierte acusaciones contra mi persona haciendo alusiones sobre mi "catadura moral", estado de salud mental, etc....Sin aportar ni una sola prueba o documento que justifique tales insultos. He tenido que acudir a especialistas que presenten certificados asegurando todo lo contrario.
Por esa "patente de corso" del letrado me he visto vituperada sin poder exigir que se me presenten excusas.
¿no son ciudadanos como todos nosotros? ¿a ellos no se les aplica ningún control?
Al de por si, extremadamente duro proceso, ha venido a añadirse la poco ética actuación del abogado.
Saludos a todos