Ventilación emocional, cuando los sentimientos necesitan salir.
Qué es y qué no es la inteligencia emocional
4 técnicas de ventilación emocional para canalizar sentimientos reprimidos.
Esta técnica tiene por objetivo ayudarnos a asimilar, gestionar y expresar nuestras emociones.
Para una buena salud mental es imprescindible asimilar y expresar correctamente las emociones.
Alicia Rivera, 04/01/2023
Los sentimientos a menudo se vuelven complejos de asimilar y gestionar. Sobre todo cuando se trata de aquellos con connotaciones negativas.
Esta técnica tiene por objetivo ayudarnos a asimilar, gestionar y expresar nuestras emociones.
Para una buena salud mental es imprescindible asimilar y expresar correctamente las emociones.
Alicia Rivera, 04/01/2023
Los sentimientos a menudo se vuelven complejos de asimilar y gestionar. Sobre todo cuando se trata de aquellos con connotaciones negativas.
No solemos tener problemas para experimentar la felicidad.
Pero el miedo, la tristeza, el fracaso, una pérdida, la ira o la frustración entrañan más dificultades.
Nuestra propia personalidad, la educación que recibimos desde pequeños, nuestras relaciones y el entorno en que vivimos determina la manera en que experimentamos las emociones. Por eso hay quienes las viven libremente, mientras que otros las reprimen.
Reprimir emociones tiene consecuencias muy negativas para la salud, tanto física como mental. Si no las aceptamos, experimentamos y expresamos debidamente, pueden acarrear problemas mayores, llegando a “enquistarse”. Para evitarlo, resulta muy beneficioso poner en práctica la ventilación emocional.
Qué es la ventilación emocional
Así como abrimos la ventana de una habitación para que el aire en la misma se renueve y refresque, nuestras emociones también necesitan ventilarse. La ventilación emocional es una técnica que nos ayuda a gestionar y expresar mejor los sentimientos.
Su objetivo es que sepamos identificar y aceptar cómo nos sentimos, así como canalizar y manifestar esas sensaciones, redundando en una mejor salud mental. Porque si reprimimos nuestras emociones podemos sufrir consecuencias nada deseables.
A menudo ignoramos esas emociones para evitar sentirlas, pero lo único que conseguimos es sentirnos así durante mucho más tiempo, sin lograr superar eso que nos está haciendo sentir mal.
Nuestra propia personalidad, la educación que recibimos desde pequeños, nuestras relaciones y el entorno en que vivimos determina la manera en que experimentamos las emociones. Por eso hay quienes las viven libremente, mientras que otros las reprimen.
Reprimir emociones tiene consecuencias muy negativas para la salud, tanto física como mental. Si no las aceptamos, experimentamos y expresamos debidamente, pueden acarrear problemas mayores, llegando a “enquistarse”. Para evitarlo, resulta muy beneficioso poner en práctica la ventilación emocional.
Qué es la ventilación emocional
Así como abrimos la ventana de una habitación para que el aire en la misma se renueve y refresque, nuestras emociones también necesitan ventilarse. La ventilación emocional es una técnica que nos ayuda a gestionar y expresar mejor los sentimientos.
Su objetivo es que sepamos identificar y aceptar cómo nos sentimos, así como canalizar y manifestar esas sensaciones, redundando en una mejor salud mental. Porque si reprimimos nuestras emociones podemos sufrir consecuencias nada deseables.
A menudo ignoramos esas emociones para evitar sentirlas, pero lo único que conseguimos es sentirnos así durante mucho más tiempo, sin lograr superar eso que nos está haciendo sentir mal.
Ello puede derivar en enfermedades físicas y trastornos mentales como ansiedad, estrés, o depresión, entre otros.
Así pues, el cometido de la ventilación emocional es que podamos asumir las emociones, expresarlas y dejarlas salir, para superarlas, sanar y volver a sentirnos bien con nosotros mismos.
Así pues, el cometido de la ventilación emocional es que podamos asumir las emociones, expresarlas y dejarlas salir, para superarlas, sanar y volver a sentirnos bien con nosotros mismos.
En este sentido, existen distintas técnicas con las que lograrlo:
Identificar y aceptar las emociones
El 1º paso para una correcta ventilación emocional pasa por un diálogo interno en el que identifiquemos y aceptemos cómo nos sentimos.
Expresar las emociones con otras personas
La ventilación emocional pasa incondicionalmente por dejar salir las emociones. Es de gran ayuda hablar de ellas con otras personas, alguien que sepas que te escuchará y comprenderá sin juzgarte.
Canalizar las emociones mediante una afición
Algunas disciplinas artísticas como la pintura o el baile son de gran ayuda a la hora de canalizar emociones. También puedes probar con actividades donde la mente tiene un gran peso, como el yoga o la meditación.
Escribir un diario de emociones
Otra herramienta que te permite ventilar las emociones es llevar un diario donde registres cómo te sientes. Da rienda suelta a tu diálogo interno plasmando en el papel tus sentimientos, por qué te sientes así, qué es lo que piensas, cuál es el origen de tu estado emocional…
Identificar y aceptar las emociones
El 1º paso para una correcta ventilación emocional pasa por un diálogo interno en el que identifiquemos y aceptemos cómo nos sentimos.
Para ello es imprescindible que analices tus sentimientos y los dejes invadirte, en lugar de tratar de reprimirlos o de evitarlos con distracciones.
Una vez que hayas identificado esa sensación y te permitas sentirla en toda su intensidad, es momento de dilucidar por qué te sientes así y aceptarlo e incluso tratar de ponerle remedio.
Expresar las emociones con otras personas
La ventilación emocional pasa incondicionalmente por dejar salir las emociones. Es de gran ayuda hablar de ellas con otras personas, alguien que sepas que te escuchará y comprenderá sin juzgarte.
Ya sea un familiar, un amigo o bien acudiendo a terapia con un psicólogo.
Cuando pongas palabras a tus emociones, sentirás que te quitas un peso de encima.
Canalizar las emociones mediante una afición
Algunas disciplinas artísticas como la pintura o el baile son de gran ayuda a la hora de canalizar emociones. También puedes probar con actividades donde la mente tiene un gran peso, como el yoga o la meditación.
O bien otras que te permitan descargarlas más activamente, por ejemplo, salir a correr o nadar.
Escribir un diario de emociones
Otra herramienta que te permite ventilar las emociones es llevar un diario donde registres cómo te sientes. Da rienda suelta a tu diálogo interno plasmando en el papel tus sentimientos, por qué te sientes así, qué es lo que piensas, cuál es el origen de tu estado emocional…
Dejarlo por escrito te ayudará a asimilarlo y a liberar tu mente.
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