SARA MONTERO | Las
mujeres matan menos, pero son más sutiles y calculadoras. Planifican
cuidadosamente los detalles de sus crímenes y prefieren no usar la
violencia. No existe un perfil exacto de la homicida, pero algunos profesionales han desvelado a Yo Dona cómo asesinan las mujeres.
Que una mujer cometa un asesinato
es una rareza estadística en nuestro país. Frente a los 3.177 hombres
que se encuentran encarcelados por homicidio, solo hay 210 mujeres,
según las estadísticas de Instituciones Penitenciarias. "Hay 2
posibles explicaciones básicas, la biológica y la cultural. El hombre
tiene más agresividad motora que la mujer. Eso tiene relación con la
testosterona y el cromosoma Y", alega José Luis Carrasco,
psiquiatra del Hospital San Carlos de Madrid. "La antropología dice que
el hombre era el cazador y la mujer se quedaba en la cueva y cuidaba a
los hijos. Eso tiene relación con el desarrollo de una mayor
agresividad. En el neolítico, esa misma agresividad se trasladó de la
caza a otras competiciones como la agricultura. Ahí se dice que el
hombre tiene que ser más agresivo y defender el territorio".
"La
mujer es más verbal, mientras el hombre es más directo. Ellas tiene
mayor capacidad de guardar los sentimientos y dejarlos para otro
momento", comenta el doctor. Esto significa que a la hora de planificar
un crimen, los hombres son más impulsivos, mientras las mujeres elaboran
estrategias más complejas.
El excomisario Ángel Galán ha trabajado más de 44 años en la Policía hasta que se jubiló, ahora lidera el Instituto de Probática e Investigación Criminal (IPIC),
donde realiza cursos de criminología. Ha liderado algunas de las
investigaciones más relevantes de los últimos tiempos y tras años de ver
huesos enterrados, restos humanos apilados en bolsas o paredes repletas
de caóticas manchas de sangre, ya no hay nada que le sorprenda: "Todos
matamos por lo mismo: odio, dinero, poder o amor", contesta. Aunque
Carrasco aprecia un matiz: "Las mujeres asesinan por poder también, pero
no relacionado con la acumulación material, sino por control social".
Aunque
no existe un patrón común en los homicidios ni hay un perfil de
'asesina', todos los rasgos que describen estos profesionales se
materializan en un caso reciente, y protagonizado por 4 mujeres,
que aún se encuentra a la espera de juicio: el caso Carrasco.
(....)
El
hecho de que la mujer planifique minuciosamente el homicidio, no
significa que pueda cometer "el crimen perfecto", ni que la escena sea
más ordenada o más limpia: "Cuando la mujer tiene un 'shock' tan fuerte,
le deja más paralizada. Ellas sufren mucho más por su conciencia y
tratan de huir de esa imagen y esa escena", explica el ex-comisario.
Lo imposible:una mujer matando a sus hijos.
(....) De todos
los crímenes, el más incomprensible es aquel en el que una mujer asesina
a sus hijos. Cada vez que esto ocurre, la sociedad entra en 'shock' por
lo innatural del acto. "Es raro que una mujer haga esto si no hay una
enfermedad mental detrás", asevera Carrasco. (...)
"Hay un tipo de homocidio que se llama 'suicidio
by proxy'. Se ve en las madres que piensan que no pueden más en este
mundo, donde todo es sufrimiento, y no quieren que sus hijos estén
tampoco aquí", comenta Carrasco. En algunos casos, los padres ponen fin a
la vida de sus hijos para intentar liberarles de los peligros
irremediables del mundo. (...)
Por lo inexplicable del hecho, la
sociedad siempre tiende a buscar una enfermedad mental tras un asesinato
tan brutal. Y no siempre es así: "Preferimos pensar que tiene una
patología porque el mal da mucho miedo. Tenemos la ilusión de que la
medicina puede curar, pero nada puede controlar el mal".
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