¿Qué tanto les afecta a los infantes la separación de sus padres?.
Fuente: Scientific American|01.04.2013|Argentina
Si bien los índices de
divorcio son bastante altos en la actualidad, el suceso sigue provocando
revuelo y preocupación, sobre todo, cuando hay hijos involucrados. Sin
embargo, varios estudios parecen sugerir que los niños son más fuertes
de lo que parecen.
En 1985, el psicólogo Mavis Hetherington de la Universidad de Virginia encontró que los niños que han sido expuestos a un mayor índice de conflicto en casa se ajustan más fácilmente al divorcio que aquellos que no presenciaron conflicto alguno.
Esto parece sugerir que el conflicto
"prepara" a los niños para una ruptura que, al darse, es bienvenida por
los niños como una solución viable.
Los que no han presenciado problemas
en casa y de pronto son enfrentados por un divorcio, parecen estar
menos preparados y la sorpresa conlleva más actitudes negativas.
Posteriormente, en 2002, Hetherington encontró que la mayoría de los niños que experimentan ansiedad, enojo y sorpresa durante el divorcio de sus padres supera estas emociones negativas con el tiempo.
Para el
2º año tras el suceso, casi todos están completamente recuperados.
Otro estudio llevado a cabo en 2001 por el sociólogo Paul R. Amato comparó el desarrollo académico, social y emocional de hijos de padres divorciados y de hijos de parejas unidas.
Al final del estudio, las
diferencias eran mínimas.
Estos hallazgos son reforzados por
Hetherington, quien, tras un estudio de 25 años de duración descubrió
que sólo 15% de los hijos de padres divorciados experimentan problemas
psicológicos superiores a los que provienen de familias estables. Estas
diferencias pueden también ser atribuibles a otros factores como la poca
atención del padre o tutor en cuestión, factores no medidos durante el
estudio.
Este último factor sí demostró provocar una mayor dificultad para ajustarse a los cambios que implica el divorcio.
Entre los efectos
observados radican una mayor dificultad a la hora de establecer
relaciones de pareja, poca satisfacción con el matrimonio y una relación
pobre con el padre que no tiene la custodia.
Para una mejor transición, es recomendable que los padres provean a los
niños con información clara y completa sobre lo que está sucediendo, así
como brindar un apoyo psicológico fuerte para que el ajuste sea más
fácil y no implique repercusiones a largo plazo en el niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario