Ángel Alcázar constata también un
aumento de las agresiones de hijos a padres de avanzada edad que en
muchos casos quedan impunes.
El fiscal delegado de Violencia sobre la Mujer y Familiar
en la provincia ha vuelto a quejarse, un año más, de la «absoluta
carencia de medios materiales y personales» que dificulta el desarrollo
de su trabajo.
Ángel Alcázar recoge en la memoria anual de su
departamento, relativa a 2011 y hecha pública semanas atrás, que sigue
sin contar con un «funcionario» con dedicación exclusiva.
También lamenta la falta de espacio, que tilda de «mal
endémico» y que le obliga a compartir despacho con otros fiscales, lo
que «limita enormemente la comunicación con terceras personas ajenas a
la misma», fundamentalmente a la hora de tramitar diligencias de
investigación.
Otro de los problemas con que se topa cada año a la hora
de elaborar sus estadísticas es la disparidad que existe entre su propio
registro y el registro general del Ministerio Público, la base de datos
Fortuny.
En cualquier caso, Alcázar ha podido extraer diversas
conclusiones que permiten radiografiar el estado de ambos fenómenos
delictivos, la violencia machista y la violencia doméstica, en Alicante.
A partir de los atestados elaborados por las fuerzas de
seguridad, su sección contabilizó el pasado año 3.059 casos, de los que
3.016 correspondían a malos tratos sufridos por mujeres a manos de sus
compañeros o ex compañeros sentimentales.
«El nº de denuncias
tampoco ha descendido, sigue en situación estable, por encima de las
3.000 anuales, sin que ello suponga que todas llegan a la fase de
juicios rápidos con conformidad o a la celebración del juicio oral»,
advierte el fiscal.
La principal dificultad para castigar al maltratador
reside en el «altísimo» nº de mujeres que se acogen a su derecho a
no declarar, actitud «que no solo conlleva el riesgo para su integridad
en el futuro», puntualiza, sino que obliga a dedicar «esfuerzo y
dedicación» a la preparación de juicios que acaban, en algunas ocasiones
en porcentajes cercanos al 90%, con sentencias absolutorias.
Por otro lado, más de un 50% de los denunciados el pasado
año por estas agresiones era de nacionalidad extranjera, si bien ha de
tenerse en cuenta que diversas áreas eminentemente turísticas, como
Benidorm, registran «numerosas denuncias de parejas que ocasionalmente
se encuentran en la ciudad».
La mayoría de los sospechosos convivía con su compañera
sentimental cuando la maltrataron y están en la franja de edad de los 25
a los 40 años .
No obstante, se ha producido un considerable aumento de
los malos tratos en relaciones de noviazgo donde el autor «escasamente
ha superado los 18 años», lo que implica que la víctima en muchas
ocasiones es menor de edad».
Hasta 56 chicas que no habían alcanzado la edad adulta
sufrieron en 2011 la violencia machista.
En cualquier caso, las mujeres
que más padecen esta lacra social son las de entre 31 y 50 años (1.653
casos), seguidas de las que tienen entre 18 y 30 (1.056) y las que
superan los 50 años (240).
Alcázar considera «inasumible» el número de muertes
violentas que sigue lacerando la lucha contra esta clase de
criminalidad, 4 el pasado año, «a pesar de los medios destinados a
su prevención». En esos casos no constaba denuncias previas ni órdenes
de protección en vigor.
De las más de 3.000 denuncias presentadas en 2011:
1.-
2.760 correspondían a delitos de malos tratos simples, castigados en el
artículo 153 del Código Penal,
2.- 852 a amenazas,
3.- 272 a quebrantamiento de
la orden de alejamiento,
4.- 45 a coacciones,
5.- 35 por lesiones y
6.- 6 por
agresiones sexuales.
Según los datos recopilados por la acusación pública en
su memoria anual, los jueces dictaron el pasado año 508 órdenes de
protección en la provincia.
Además, la reincidencia sigue preocupando. Hasta 2.176
encausados acumulaban en 2011 2 denuncias y 599, 3.
En total, de
los archivos informáticos se desprende que la provincia alberga
actualmente 3.242 reincidentes.
Víctimas ancianas
En cuanto a la violencia doméstica, la que se produce en
el ámbito familiar, ajena a la que sufren las mujeres a manos de sus
maridos, novios o exparejas, el fiscal avisa de un aumento de las
agresiones sobre los padres, «fundamentalmente de edad relativamente
avanzada» a manos de sus hijos.
Muchos de estos perjudicados también se niegan a
declarar, lo que aboca a la absolución de los acusados, porque en
realidad no quieren una condena para sus descendientes, sino su
internamiento en centros psiquiátricos o de desintoxicación de drogas y
alcohol.
Alcázar se enfrenta también en esta modalidad delictiva
con la carencia de un registro exclusivo que distinga esos casos de los
de violencia de género, una promesa a los delegados de Malos Tratos del
Ministerio Público que aún no se ha hecho realidad.
Por otra parte, el pasado año se produjo:
1.- un incremento de
agresiones mutuas en la pareja y
2.- más denuncias contra mujeres (104
fueron denunciadas el pasado año).
El fiscal atribuye esa circunstancia a
la «pérdida del miedo» de muchos varones o bien a una estrategia
defensiva frente al proceso judicial.
CIFRAS DE 2011.
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