El supuesto agresor tenía una orden
de alejamiento y la pulsera de control que portaba demostró que no se
encontraba en el lugar de los hechos.
Una pulsera anti maltrato ha servido en esta ocasión para
‘proteger’ al supuesto maltratador de su víctima, convertida ahora en
verdugo. El Juzgado de lo Penal n° 3 de Granada ha condenado a una
mujer a una multa de 2.880 euros como autora de un delito de acusación o
denuncia falsa. Además, deberá indemnizar con 4.000 euros al denunciado
en falso porque esa imputación «ha implicado una evidente repercusión
en cuanto a la estima, honor, reputación e intranquilidad de S. P»,
según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso IDEAL.
O. S., de 36 años, aseguró que había sido atacada por su
expareja en la plaza Menorca de la capital cuando el supuesto
maltratador se encontraba en su domicilio, cercano a Plaza Nueva.
La coartada del denunciado, que pasó 5 días privado de
libertad por estos hechos, era inatacable. Cuando sucedió el ‘ataque’
portaba una pulsera anti maltrato que acreditó su posición exacta con un
margen de error de «4 o 5 metros».
Los hechos ocurrieron el 31 de agosto de 2012 cuando O. S.
formuló una denuncia en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía
contra S. P., en la que aseguró que, ese mismo día, el hombre la había
golpeado y había intentado agredirla sexualmente separándole bruscamente
las piernas y causándole lesiones en diversas partes del cuerpo.
Además, la había amenazado con matarla «por el juicio», para huir
después al empezar la mujer a gritar.
La acusada se ratificó en su denuncia y el Juzgado de
Instrucción n° 2 decretó el inmediato ingreso en prisión comunicada y
sin fianza de S. P. Se da la circunstancia de que ambos habían
mantenido una relación en los meses anteriores y ella había interpuesto
una denuncia por malos tratos físicos y psíquicos, denuncia que generó
una orden de alejamiento de 500 metros, garantizada por una pulsera
telemática que portaba el citado S. P. Aquella denuncia dio lugar a unas diligencias previas y a
un juicio solventado con sentencia absolutoria para el hombre, que
volvió a ganar el pleito en 2ª instancia.
Desprecio a la verdad
La denuncia falsa tuvo lugar mientras se sustanciaba el 1° procedimiento y la acusación particular, ejercida por el letrado
Félix Ángel Martín García, entendió que O. S. presentó la denuncia «con
conocimiento de su falsedad y con temerario desprecio hacia la verdad».
El hombre pasó 5 días privado de libertad, el tiempo
que tardó el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer en recibir un informe
del centro Cometa que acreditó la situación exacta del presunto agresor,
alejado en varios kilómetros del lugar donde supuestamente fue atacada
la mujer.
La vista por estos hechos se fijó inicialmente para el 6 de
febrero pero la necesidad de un intérprete de ruso obligó a aplazarla
hasta el 28 de marzo. Finalmente, la acusado no acudió al 2° señalamiento, pese a estar citada con todas las garantías. El titular
del Juzgado de lo Penal n° 3 indica en su sentencia que en todas las
declaraciones prestadas por el acusado, manifestó que se encontraba en
su domicilio «y dicha declaración se ha visto plenamente confirmada por
el informe emitido por el centro Cometa».
La autora del informe declaró en el juicio y ratificó que,
entre las 12 y las 2 del 31 de agosto de 2012, «consta como posición
única, mantenida durante todo ese intervalo», la del domicilio de S. P.
También indicó que si se intentaba manipular el dispositivo «llegaría
una señal de rotura o manipulación y no hubo tal señal».
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