Su expareja, que es japonesa, se los va a llevar a su país donde la ley del divorcio otorga la custodia y la patria potestad a uno sólo de los padres y no le impone ninguna obligación con respecto al otro.
El pamplonés Juan José Eslava ha presentado este martes una denuncia en el Tribunal de Justicia de Navarra tras el auto del juzgado de primera instancia nº 8 de Pamplona que da la custodia a la madre de sus hijos, al "temer" que no pueda volver a verlos una vez que su madre, natural de Japón, se los lleve con ella al país nipón.
La madre viajará con los niños, el mayor de 9 años y la pequeña de 5, el próximo día 8 a Japón cuya legislación, según ha explicado Eslava, "no se acoge a la Convención de La Haya ya que aún está pendiente de aprobación". Por ello, teme no volver a ver a sus hijos, ya que "las leyes japonesas así lo permiten debido a que la Convención de La Haya no es retroactiva".
Eslava ha informado del "riesgo" que tienen sus hijos "teniendo en cuenta la realidad japonesa en materia de familia, la ausencia de convenios internacionales y el no respeto a los derechos fundamentales de los niños (inexistencia de Patria Potestad compartida, posibilidad de cambio unilateral de nombres y apellidos de los menores o ignorancia sistemática de resoluciones extranjeras en materia de familia)".
El padre ha afirmado ante las preguntas de los periodistas, después de registrar la denuncia, que sus hijos "no se quieren ir", y ha añadido que el mayor se encuentra "bastante tenso porque entiende la situación en la que se le ha colocado".
Además, Juan José Eslava ha realizado un llamamiento a la Convención de la Haya con el fin de que su norma se vuelva retroactiva, y ha expresado que "es una injusticia enorme teniendo en cuenta la situación tecnológica que tenemos ahora''.
Por lo tanto, ha expuesto, los casos que han tenido lugar antes de la aprobación no estarán contemplados.
Por ello, Eslava ha resaltado que sus hijos "no cuentan con ninguna protección".
Asimismo, el pamplonés ha comunicado a los medios que espera "encontrar un marco'' para poder comunicarse con su expareja" y ha añadido que lo ha ''propuesto varias veces pero ella lo ha rechazado".
El pamplonés ha concluido manifestando su "esperanza". Sin embargo, ha destacado que "no se trataba de esperanza sino de derechos y que el juzgado número 8 de Pamplona tendría que haber respetado los hechos y no haberlos transformado en esperanzas".
"Me siento triste pero en paz, porque creo que cueste lo que cueste esta batalla yo estoy haciendo lo que debo como padre, así que no tengo miedo, estoy en paz con mis hijos y conmigo mismo", ha añadido.
Eslava ha informado del "riesgo" que tienen sus hijos "teniendo en cuenta la realidad japonesa en materia de familia, la ausencia de convenios internacionales y el no respeto a los derechos fundamentales de los niños (inexistencia de Patria Potestad compartida, posibilidad de cambio unilateral de nombres y apellidos de los menores o ignorancia sistemática de resoluciones extranjeras en materia de familia)".
El padre ha afirmado ante las preguntas de los periodistas, después de registrar la denuncia, que sus hijos "no se quieren ir", y ha añadido que el mayor se encuentra "bastante tenso porque entiende la situación en la que se le ha colocado".
Además, Juan José Eslava ha realizado un llamamiento a la Convención de la Haya con el fin de que su norma se vuelva retroactiva, y ha expresado que "es una injusticia enorme teniendo en cuenta la situación tecnológica que tenemos ahora''.
Por lo tanto, ha expuesto, los casos que han tenido lugar antes de la aprobación no estarán contemplados.
Por ello, Eslava ha resaltado que sus hijos "no cuentan con ninguna protección".
Asimismo, el pamplonés ha comunicado a los medios que espera "encontrar un marco'' para poder comunicarse con su expareja" y ha añadido que lo ha ''propuesto varias veces pero ella lo ha rechazado".
El pamplonés ha concluido manifestando su "esperanza". Sin embargo, ha destacado que "no se trataba de esperanza sino de derechos y que el juzgado número 8 de Pamplona tendría que haber respetado los hechos y no haberlos transformado en esperanzas".
"Me siento triste pero en paz, porque creo que cueste lo que cueste esta batalla yo estoy haciendo lo que debo como padre, así que no tengo miedo, estoy en paz con mis hijos y conmigo mismo", ha añadido.
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