El juez de violencia de género afronta 5.000 asuntos al año
Son casos de todo tipo por el rechazo del CGPJ a especializar el juzgado
La semana que termina ha sido de luto en los
Juzgados de Ferrol.
Los funcionarios de la Administración de Justicia
han vivido de cerca la muerte de la joven Iria García Bouza a manos de
su expareja, Óscar José Ferreño Fraga el pasado lunes en Narón. La joven
contaba con una orden de alejamiento dictada solo 3 días antes por
el Juzgado de Instrucción nº 2 de Ferrol, que está encargado también
de todos los asuntos de violencia de género que se producen en la zona.
Fiscales, jueces y policías consultados esta
semana por La Voz coinciden con el delegado del Gobierno, Samuel Juárez,
en que desde los juzgados de Ferrol «se hizo todo lo que se tenía que
hacer» y se hizo «bien».
La joven presentó denuncia el pasado jueves día
21, Ferreño fue detenido ese mismo día y al siguiente se dictó la orden
de alejamiento contra él.
El juicio se celebrará el próximo miércoles.
Un juzgado sobrecargado
Pero las mismas fuentes coinciden en que el
Juzgado de Instrucción nº 2 está saturado y reiteran una petición ya
antigua al Consejo General del Poder Judicial: la creación de un
juzgado específico de violencia de género en Ferrol, similar a los que
ya existen en A Coruña y Vigo, los únicos 2 juzgados gallegos con más
casos de ese tipo de violencia que el de Ferrol.
La sobrecarga es evidente, el magistrado del
nº 2, Carlos Suárez-Mira, tramitó el año pasado 5.000 asuntos
relacionados con casos de todo tipo, desde violencia de género hasta
cohechos o robos con fuerza.
Tramitó 3.500 diligencias previas, dictó
casi 300 autos o sentencias por juicios civiles y algo menos de 600 por
faltas.
Todo con 5 funcionarios de tramitación, 2 de gestión
procesal, 1 de auxilio judicial y la secretaria del juzgado.
De guardia todos los días
El problema, aparte del volumen del trabajo, es
que el juzgado siempre está de guardia para casos de violencia de
género.
«Es como un médico de cabecera que además atiende urgencias»,
explica de forma gráfica el fiscal jefe, Román Ruiz.Y cuando entra una
urgencia, todo lo demás debe pararse.
El jueves, por ejemplo, la Policía
Nacional llevó a declarar a Óscar Ferreño.
Debían hacerlo o ponerlo en
libertad, lo que obligó a suspender 12 juicios previstos, cada uno con
sus testigos, abogados, acusados... para ese día.
Uno de ellos era una
causa muy complicada y con niños de por medio.
«Esas suspensiones obligadas suponen un perjuicio
serio para los implicados», explica el fiscal jefe, que coincide con el
propio Suárez-Mira y con el juez decano, Alejandro Morán Llordén, en
que es necesario crear un juzgado específico que también se encargaría
de la zona de Ortigueira. El Consejo General del Poder Judicial lo ha rechazado, pero Morán insiste en que en Ferrol «todos estamos de acuerdo en que es necesario»
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