ElConfidencial.com| EFE - 26/05/2012 |Madrid,
Los maltratadores agreden a sus parejas
porque reproducen pautas que han ido aprendiendo y viendo desde niños,
según la antropóloga Mercedes Fernández-Martorell, quien en su último
libro, "Ideas que matan", trata de desvelar lo que pasa por la mente de
estos hombres.
La autora ya se hizo esta reflexión en la película "Por nada",
sin embargo, en el libro -de Ediciones Alfabia- ofrece una visión "mucho
más en profundidad" de por qué lo hacen, un comportamiento que está
relacionado con las pautas que se imponen a las personas desde su
nacimiento.
Así lo asegura Fernández-Martorell en declaraciones a Efe, en las
que afirma que los seres humanos continuamente se reinventan, pero hay
un "orden establecido imperante" que es el que pervive en cierta manera
en la sociedad y que hace que algunos para sentirse "verdaderos hombres"
tengan que expresar un dominio sobre la mujer.
La autora, que ha entrevistado a 30 maltratadores y ha asistido a
más de 700 juicios de malos tratos como parte del trabajo de campo
antes de escribir la obra, añade que los agresores creen potenciar su
masculinidad cuando cuentan con otros hombres referentes.
"Las organización de la sociedad se ha basado en un sistema de
alianzas entre hombres, con las mujeres como unidades dependientes de
ellos", subraya la antropóloga, quien opina que la idea que tienen es
que con sus "aliados acuerdan cuál es la mejor manera de vivir en
sociedad y qué tipo de relación se debe tener con la pareja.
A su juicio, esto implica que cualquier hombre de cualquier
ideología está inmerso en la posibilidad de ser un maltratador: "Da lo
mismo la ideología, puede ser de ultraderecha o de izquierdas, si piensa
que su sistema de alianzas exclusivamente se asienta en los hombres y
está convencido de que su mujer debe ser sumisa", destaca
Fernández-Martorell.
Cuando los "aliados" del hombre le menosprecian o este tiene
conflictos en el trabajo, utiliza a la mujer "para reforzar su hombría",
y aunque esta obedezca, su maltratador sigue sintiendo un vacío "y por
cualquier nimiedad la termina matando".
"Algunos se suicidan porque ven que una vez que han matado a la
mujer se dan cuenta de que ella no era el objeto de su malestar", dice
la autora, que opina que los maltratadores pueden rehabilitarse, porque
no son enfermos, lo que les ocurre es que "están absolutamente
equivocados".
Explica que con programas de reeducación de agresores muchos de
ellos comprenderían que su potencialidad como ser humano no pasa por
dominar a nadie y que pueden desarrollarse con los demás y no contra
ellos.
Reconoce que en los últimos años la sociedad ha avanzado mucho y
ha hecho un cambio muy importante "gracias a la lucha de las mujeres" si
bien estima que hay que seguir adelante porque los cambios deben ser
profundos y en ellos se tienen que implicar también los hombres.
Respecto al problema de que las mujeres maltratadas no denuncien a
sus agresores -ninguna de las 19 víctimas de violencia machista había
denunciado a su agresor- la antropóloga remarca que en muchos casos
responde a que asumen que son esclavas del hombre como consecuencia de
los roles de la sociedad convencional.
"No denuncia porque no tiene nada que denunciar, está dentro de
su lógica", dice Fernández-Martorell, cuyo libro estará en las librerías
la próxima semana.
Cree que las campañas de sensibilización contra la violencia de
género son necesarias, porque si no existieran parecería que el problema
tampoco, y ensalza la importancia del papel tan importante que, en su
opinión, juegan los medios de comunicación.
"Lo que hoy no se da como información, no existe como conflicto", señala.
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