martes, 17 de septiembre de 2019

Superar el Divorcio.

Acordarse de la ex pareja no es tan malo como piensas.
Lo importante es estar recuperado del duelo y no mantener sentimientos románticos.
Es importante tener un vínculo saludable con el pasado y las personas que han formado parte de tu vida.
ROCÍO NAVARRO MACÍAS, 16/09/2019
Pasar por una ruptura no es agradable. No se trata solo de un momento incómodo, sino que también tiene consecuencias en la salud. Periodos de insomnio, pensamientos intrusivos y una bajada en el sistema inmunitario son los síntomas más comunes. Y en algunos casos puede suponer el denominado síndrome del corazón roto , un estrés físico o emocional intenso que desencadena síntomas similares a los de un ataque al corazón, pero sin consecuencias.
Y todos estos impactos afectan, dejan huella. Quizá por eso rememorar relaciones que ya han terminado resulta un tema espinoso. Y es muy probable que esta parte del pasado sea un tabú para amigos y familiares cuando se trata de rememorar hechos del pasado. “Eso suele pasar si ya tenemos una nueva relación, por una cuestión de respeto hacia la pareja actual, o cuando ha sido una ruptura traumática y nos parece que hablar del tema puede llevar a la persona a revivir ese sufrimiento”, explica la psicóloga especializada en dependencia emocional Silvia Congost.
Rememorar relaciones no tiene por qué convertirse en un tabú ni causar sufrimiento si la ruptura se ha superado.
Sin embargo, acordarse del ex no es tan malo como piensas, sobre todo, cuando ya se ha superado el duelo. “Recordar a las personas que han formado parte de tu vida es positivo, porque son personas que te han alimentado durante una época”, explica la psiconalista Magdalena Salamanca. Pero para ello es necesario mantener un vínculo saludable con el pasado, y existe un porqué.
De la forma en la que la relación termine y de cómo se gestione el proceso dependerán las sensaciones que despierten los recuerdos de esa relación en el futuro. “Cuando la ruptura es no deseada, entramos en un proceso de duelo que pasa por diferentes fases: negación, rabia, tristeza y aceptación. Cuando llega la aceptación es cuando ya somos capaces de pasar página, y ya no duele la pérdida de esa persona”, comenta Congost.
De la forma en que se gestione la ruptura dependerán las sensaciones que despierten los recuerdos de esa relación.
Sin embargo, los plazos para resolver todas estas fases dependerán de muchos factores. El nivel de apego, si hay hijos en común o si seguimos teniendo noticias de la otra persona son algunos de ellos. “Si todo va bien y podemos hacer contacto cero (que es lo recomendable) en unos 4 ó 6 meses podemos estar totalmente recuperados. Sabemos que ya estamos preparados para una nueva relación porque tenemos claro que no volveríamos con la ex pareja”, añade.
Pero no hay que marcarse metas, sino dejar que sea el propio proceso el que mueva a la persona.Deben aprender a respetar sus tiempos, pero teniendo en cuenta que hay que esforzarse para que la evolución no se atasque”, advierte la también autora de: "Cuando amar demasiado es depender" (Zenith).
Cuando la ruptura es traumática provoca sufrimiento y es necesario afrontar un proceso de duelo para poder pasar página.
Pero si lo que queremos es recuperarnos, ¿es bueno acordarse del ex o no? Si se ha superado la ruptura, sí. Pero depende de cada caso en particular. La recomendación general sería 1º sanar y luego recordar. “Recordar cosas malas, estar enfurecido o si se tiene presente todo el día es una forma de alargar la relación”, indica la psicoanalista Magdalena Salamanca. Este tipo de pensamientos son la señal de que todavía no se ha resuelto la ruptura, y habría que actuar.
Ante estos casos, Magdalena plantea una cuestión: ¿se ha amado de verdad?Cuando una separación es no dañina es porque se ha amado de verdad. Si se produce de forma brusca, mucho enfado u odio, no era amor. Puede que hubiese sometimiento, una relación tóxica... “, comenta. De hecho, si se quiere a la otra persona pero la relación no funciona, en cierta forma, la ruptura es algo que se produce de mutuo acuerdo. “Cuando no es así, ha habido otras cosas que eran más fuertes que el amor”, comenta.
Si se recuerdan cosas malas o se tiene presente todo el día al ex es que no se ha resuelto el trauma.
Lo positivo sería mantener en la memoria lo que trajo de bueno esa relación. Pero como indica Congost, “sobre todo deberíamos tratar de conectar con lo que aprendimos de esa historia; por mala que haya sido, toda relación nos aporta un aprendizaje que, de comprenderlo, nos hace crecer mucho, conocernos mejor y, así, comportarnos de forma más serena y madura en la relación siguiente, con lo que tendremos más probabilidades de éxito”.
Pero ¿y si no es así? Si el paso del tiempo no sirve de bálsamo para la recuperación y se sigue pensando en el ex con enfado y de forma romántica hay que tomar cartas en el asunto. “Cuando vemos que han pasado ya más de 6 meses y seguimos llorando o sin levantar cabeza, es una señal de que hemos quedado atascados en una de las fases del duelo”, comparte Congost.
Lo saludable es mantener en la memoria la cosas positivas que nos aportó esa relación.
Salamanca habla también del autorreproche como un síntoma de no haber superado el trauma.No es algo exacto, pero si se alarga ese duelo se puede transformar en una melancolía que puede derivar en una depresión”, advierte. Por ello, ambas especialistas coinciden en que en estos casos es esencial la ayuda de un profesional.
Es necesario mantener un vínculo saludable con el pasado y mantener en la memoria lo que aportó esa relación.
Con muy pocas sesiones se puede salir de ese bache; hay que reconectar con la realidad de lo que ocurrió, comprender lo que pasó y por qué, y seguir avanzando hacia la aceptación de algo que ya fue, ya no es y no podemos cambiarlo ni manipularlo”, añade Congost.
Para no llegar a este extremo, Salamanca aconseja no alimentar la tristeza.Por una ruptura no se detiene el mundo. Hay que empezar a establecer otros vínculos. El consejo que doy para poder elaborar una ruptura sana es sustituir y sumar cosas positivas a la vida”.
Por una ruptura no se detiene el mundo; sustituye y suma cosas positivas a tu vida”. MAGDALENA SALAMANCA Psicoanalista

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