Una sentencia de la Audiencia Provincial obliga a dividir en 2 partes la vivienda familiar de un matrimonio separado.
Un hombre afectado por una sentencia de separación
matrimonial pedida por su esposa deberá acometer, a su costa, las obras
necesarias en la que ha sido hasta ahora la vivienda familiar para que
queden "2 casas completamente independientes", según una sentencia
dictada por la Audiencia Provincial de Murcia.
La sentencia desestima el recurso que la esposa presentó
contra la resolución de un Juzgado de Jumilla y en el que alegó que esa
solución podía ser una fuente de conflictos dadas las malas relaciones
existentes entre ellos.
El tribunal de la Audiencia considera acertada la decisión
del juez, que atribuyó al esposo el uso de la parte superior de la
vivienda, y a la demandante, a la que se atribuía la guarda y custodia
de la hija del matrimonio, la planta baja.
En su apelación, la recurrente expuso también que el que
había sido su marido poseía una casa en Murcia, por lo que no necesitaba
de esta vivienda de Jumilla y, además, solicitó que se elevara la
pensión por alimentos, que se había fijado en 400 euros y que reclamó
que se elevara a 1.000.
Al desestimar el recurso, la sala comenta que "la situación
de conflicto entre los progenitores no es un dato a tener en cuenta, a
no ser que afectara al interés de la menor, y en el presente caso, el
archivo de las actuaciones penales evidencia que no hay motivos
acreditados para cuestionar que la solución adoptada implica un
perjuicio para aquella".
En cuanto a que el demandado tiene una casa en Murcia y no
necesita esta otra, la Sala dice que "este dato no impide la solución
acordada, pues su interés es tener un domicilio en Jumilla, donde
trabaja y donde reside su hija, lo que facilita su relación con la misma
y su participación directa y continuada en su auxilio, educación y
formación integral".
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